Prácticas anti-burnout para aplicar en la empresa. - Créditos: Getty
Una vez más, Argentina lidera unos de los ranking de burnout: según el informe de Bumerang, el 94% de los argentinos tiene agotamiento laboral. Pero más allá de este reporte, nuestra realidad está impactada por el incierto y volátil contexto económico y social.
Pensar en estrategias y acciones para el cuidado de las personas que comparten espacios de trabajo es una necesidad coyuntural, pero también, una oportunidad para las organizaciones que quieren generar impacto, no solo en los negocios, sino en quienes son parte de ellas.
Las causas que generan burnout
⦁ las tareas y prácticas
⦁ desmotivación
⦁ desequilibrio personal-laboral
En función de los principales factores que ocasionan los índices de burnout, son muchas las organizaciones con una mirada clara en las personas, que empiezan a crear iniciativas para afrontar esta realidad ineludible.
Un primer acercamiento a abordar el problema tiene que ver con identificar 2 tipos de prácticas:
⦁ preventivas
⦁ para acompañar a las personas que ya sufren burnout
Con respecto a la prevención, es importante un enfoque sistémico, dinámico e integral en toda la gestión organizacional y de las personas. Por tal razón, es esencial fomentar la conexión entre el propósito y los valores de la organización y de las personas. Identificar para qué se hacen las cosas, qué los motiva y qué se valora, y cómo esto conecta con el del lugar donde trabajan puede impactar directamente con la desmotivación asociada al burnout.
En Ingenia, un grupo de empresas de tecnología argentina, es habitual que dentro del proceso de onboarding o inducción las personas realicemos un ejercicio de conexión con su IkigaiI (la realización de lo que uno espera o desea), término introducido por Héctor García en su libro Ikigai, secretos de Japón para una vida larga y feliz.
Además de fomentar la conexión entre propósitos y valores, es importante analizar las prácticas organizacionales que fomenten el equilibrio de carga de trabajo y la integración entre la realidad personal y laboral. Una acción de alto impacto tiene que ver con la orientación clara hacia los objetivos organizacionales y personales. Lo que, a la vez se conecta con la utilización de de OKRs a nivel estratégico, táctico y personal, esta metodología conecta lo motivacional con los indicadores clave para lograrlos. Definir para qué se hace lo que se hace, cómo se mide, en qué impacta permite a la persona comprender su aporte y prioridades.
Otra acción que conecta la prevención con la atención de los casos de burnout es la medición periódica de la percepción de carga de trabajo.
El World Economic Forum fomenta estas prácticas y recomienda, por ejemplo, la Medida de conciencia de Muir. Un ejemplo adaptado a la cultura argentina es el desarrollado por Ingenia en el que mide todos los viernes el Índice Under/Overtime.
Pero este indicador cobra mayor importancia en la medida que fomenta conversaciones con las personas que perciben sobrecarga laboral de la mano del rol de Personal Care. Lo conversado permite construir planes de acción dinámicos que incluye la reasignación en proyectos y/o prioridades que son acompañados por toda la organización.
Hoy la frase “Alerta Experience” ya es utilizada como una herramienta por toda la organización cuando la experiencia de las personas tiene algún riesgo. Esto no es una moda, sino que es clave para la construcción de una mejor experiencia con los clientes.
En síntesis, un enfoque integral, sistémico y dinámico permite generar salud en las personas y en toda la organización, comprendiendo que las señales siempre están, solo hay que generar prácticas para visualizarlas y atenderlas.
Por Natalia Castro, People Experience Expert de Ingenia. Gentileza para OHLALÁ!