Según Harvard, el timeboxing es el método más efectivo para la productividad: de qué se trata
Te explicamos qué es el timeboxing, el truco de productividad más efectivo que existe según Harvard.
5 de diciembre de 2023 • 14:24
Qué es el timeboxing, el truco de productividad de Harvard. - Créditos: Getty.
Después de compartirte los 10 hábitos japoneses para tener una vida larga y plena, viajamos al otro lado del mundo para traerte una de las máximas en productividad y efectividad de la Universidad de Harvard: el timeboxing. Te contamos qué es, cómo se lleva a cabo y todo lo que tenes que saber para sumar este truco a tu día a día, y así, optimizar tu gestión del tiempo.
Timebloxing: así es el truco de productividad de Harvard
Timebloxing: así es el truco de productividad de Harvard. - Créditos: Getty
En una era en la que nos sobran las tareas y nos falta el tiempo, Harvard Business Review nos propone un truco de efectividad que podría convertirse en la ansiada solución: “Quizás la habilidad práctica más importante que puedas desarrollar como profesional hoy en día”. Se trata del timeboxing, una estrategia efectiva de gestión del tiempo que todos los días gana más adeptos. ¿Cómo se hace? A través de la asignación de bloques de duración específica a distintas tareas.
Según el timeboxing, lo más efectivo en términos de productividad no solo es establecer franjas de tiempo realistas, sino que también hay que asignar un horario diario para organizar las tareas de forma eficiente. Y, por sobre todo, cumplir con lo pactado y no caer en excusas que excedan la duración determinada.
Además, este truco de productividad hace que establezcamos una estructura eficiente y respetable de las tareas, aliándose con el cerebro que -contrariamente a lo que podríamos pensar- no está diseñado para la multitarea o multitasking. Este último fenómeno solo logra un deterioro en la concentración y la productividad.
Timeboxing: cómo hacerlo en 3 pasos
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Volcado cerebral: lo primero es hacer una lista de todas las tareas del día. La organización previa a comenzar a trabajar es clave.
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Establecer prioridades: el segundo paso es, ya con todas las tareas anotadas, determinar qué es prioritario en el día. Dos cuestiones a tener en cuenta: qué tareas deben completarse durante esa jornada laboral, y cómo asignar las mismas en las horas más productivas, y convenientes, del día, según tu reloj biológico y actividades extras.
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Planificación diaria: por último, con las tareas ya organizadas, hay que calcular el tiempo necesario para cada una. Este punto se va a ir perfeccionando con la práctica, ya que con el ejercicio diario afinamos la cantidad de tiempo dedicado y, a la vez, reducimos el tiempo destinado al timeboxing.