Flow japonés: estos son los 3 pasos claves para alcanzar la felicidad absoluta
Los tres pasos que marcan el camino para sentir el flow japonés.
20 de septiembre de 2023
Qué es el flow japonés y cómo lograr la felicidad en 3 pasos. - Créditos: Getty
Pareciera ser que los japoneses de la isla de Okinawa encontraron el camino hacia la longevidad: es la isla en la que más habitantes superan los cien años. Pero su fórmula no queda encerrada por el mar y trasciende fronteras y culturas. El libro "Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz", de Francesc Miralles y Héctor García, nos revela una perspectiva que nos invita a reflexionar sobre nuestra calidad de vida y desarrollo personal.
Imaginá vivir sin estrés ni ansiedad, encontrando satisfacción en cada momento del día. ¿Será posible alcanzar esa plenitud que parece reservada para unos pocos afortunados?
La respuesta nos lleva a descubrir el poder de la "felicidad de estar ocupado". Es un concepto simple pero profundo que nos reta a enfocarnos en aquello que nos apasiona, incluso en nuestros ratos libres.
El arte del "flow", ese estado mental de máxima motivación y concentración, es clave para desvanecer las preocupaciones que a menudo nos embargan. ¿Cómo lograrlo?
Estos tres pasos indican el camino:
1- Tener un objetivo claro y expectativas realistas
Imaginá que tu vida es como un lienzo en blanco, listo para ser pintado con los colores de tus sueños y aspiraciones. El primer paso hacia el Ikigai es definir un objetivo claro y significativo. Ahí reside la importancia de trazar metas que se ajusten a nuestra realidad y potencialidades. Es crucial evitar la frustración que surge cuando nuestras expectativas son inalcanzables y alejadas de la verdad que somos.
Tomate un momento para reflexionar sobre lo que realmente anhelás en la vida. ¿Cuáles son tus sueños más profundos y auténticos? A través de la autoexploración y la escucha interior, se puede descubrir objetivos que resuenen con nuestra esencia. Una vez definidos, estos propósitos se convierten en guías que orientan nuestras acciones y nos acercan a la plenitud.
2- Concentrarse en la actividad
El ritmo frenético de la vida moderna puede dispersar nuestra atención, llevándonos a vivir en un estado de distracción constante. Sin embargo, la clave para experimentar el flow y despejar la mente de las preocupaciones es la concentración plena en la actividad presente.
Si estamos preparando una comida, permitámonos sumergirnos en cada paso del proceso culinario. Observemos cómo los ingredientes se mezclan y cómo los sabores se entrelazan en una danza armoniosa. Al centrarnos en el aquí y ahora, cultivamos una conexión más profunda con lo que hacemos y nos alejamos del ruido mental que nos agobia.
3- Sentirse motivado
La motivación es el combustible que nos impulsa a avanzar con entusiasmo y determinación. Para encontrar nuestro flow, debemos identificar aquellas actividades que nos inspiran y nos llenan de vitalidad. La auténtica motivación surge cuando estamos alineados con nuestros valores y pasiones.
Descubrir lo que realmente nos emociona puede requerir un viaje de autoexploración y autoconocimiento. A veces, nuestros intereses genuinos pueden estar ocultos bajo las capas de responsabilidades y presiones externas. Sin embargo, cuando nos permitimos explorar y redescubrir nuestras inclinaciones naturales, nos abrimos a un mundo de posibilidades.
La motivación nos brinda el impulso para perseverar en nuestros esfuerzos y superar los obstáculos que surgen en el camino. Es un faro que nos guía hacia una vida más significativa y enriquecedora.
Tres pasos fundamentales en la búsqueda del Ikigai. Al tener un objetivo claro, concentrarnos en cada actividad y sentirnos auténticamente motivados, desplegamos hacia una existencia plena y consciente.
En esta travesía, recordemos que el desarrollo personal y la felicidad no son destinos finales, sino un viaje enriquecedor que se despliega con cada elección que hacemos en el presente. Conectemos con nuestra esencia más profunda, abracemos el flow de la vida y permitámonos disfrutar de cada momento en esta danza mágica llamada existencia.