

Los componentes de la felicidad: cuáles son y cómo alcanzarlos. - Créditos: Getty
Eb su libro El cerebro optimista (Urano), el neurocientífico Mikel Alonso López, se pregunta: ¿Qué es eso de la felicidad?
Y empieza a encontrar respuestas en torno de esto que nos desvela como seres humanos. En científico, en uno de los capítulos del libro, relata que en 1972 el rey de Bután Jigme Singye Wangchuck propuso un término diferenciado del producto interno bruto (PIB), la Felicidad Nacional Bruta (FNB), en el que se incluían las necesidades espirituales, materiales, físicas y sociales de la población. Este concepto se aplicaba a las peculiaridades de la economía de Bután, cuya cultura estaba basada principalmente en el budismo.
´Más allá de la sigla, Alonso López señala que la ciencia ha estudiado el concepto de felicidad intensamente y desde diversos puntos de vista: neurocientífico, genético, psicológico.
"Aunque resulte muy apetitoso abrazar el punto de vista genético, dado que así podemos culpar a nuestros padres y abuelos de nuestra falta de felicidad, la realidad es que actualmente tiene un peso muy reducido en lo relativo a su importancia en el cómputo total de nuestra satisfacción vital. Si algo caracteriza a nuestro cerebro es la plasticidad, es decir, la capacidad para cambiar", explica. "Incluso somos capaces de cambiar nuestros propios genes (es lo que se llama epigenética)".
Con lo cual, hay que enfocarnos en poder ir hacia la felicidad o construirla. El experto cita distintas investigaciones sobre la felicidad para dejar en claro algunos de sus componentes principales, que se pueden convertir en guías para los seres humanos.
Componentes de la felicidad: hacia adónde deberíamos ir
Cultivar relaciones y amistades. El contacto con otras personas, principalmente con aquellas que consideramos amigas, influye de forma determinante en el bienestar psicológico.
Los países con mayor felicidad son tradicionalmente aquellos cuyos habitantes tienen más relaciones humanas con su entorno. Dinamarca es desde hace muchos años uno de los países con mayor felicidad nacional bruta, y también el que tiene un mayor porcentaje de personas que realizan actividades colectivas, un 92%, lo que se traduce en una disminución de las personas solas y un aumento de las amistades.
Salir de la rutina. Adquirir nuevas experiencias vitales, observar a personas que piensan distinto, ir a lugares diferentes o salir de la zona de confort. Todas estas actividades suponen un estímulo para el cerebro y comportan un incremento importante de la sensación de felicidad.
Tener objetivos vitales. Trabajar con entusiasmo para alcanzar una meta marcada incrementa las emociones positivas y ahuyenta las negativas. Experimentar el placer a través de las tareas que hacen que perdamos la noción del tiempo. Esta situación surge cuando dedicamos nuestra vida a hacer cosas que nos apasionan.
Prestar atención al presente. Podemos llamarlo meditar, mindfulness, o de diversas formas. Dejar de divagar sobre el pasado y el futuro y centrar la atención consciente en el presente resulta ser un mecanismo natural del cerebro para procurar felicidad.
Generosidad con los demás. Ser compasivos y generosos con los demás incrementa el bienestar en todos los ámbitos de la vida. El altruismo activa las regiones cerebrales que provocan placer, y reduce la ansiedad y la depresión. Un estudio de la Escuela de Negocios Harvard observó que donar dinero a otra persona aumenta la felicidad más que gastarlo en uno mismo.
Buscar el amor. Querer a otras personas supone para el ser humano un incremento de emociones positivas como ningún otro. La conclusión a la que llegó uno de los grandes experimentos sociológicos del pasado siglo, que se desarrolló a lo largo de siete décadas, el macroestudio Grant Study, fue literalmente que "la felicidad es el amor, ni más, ni menos". Amor, en todas sus formas.
Según cita en su libro El cerebro optimista, otros aspectos que se encuentran en los diversos estudios son: sonreír frecuentemente, realizar actividades al aire libre en la naturaleza, hacer ejercicio físico, jugar, bailar, hacer el amor, dormir, escuchar música y ser agradecido.
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