Las claves de la "revolución invisible": así es el libro sobre las hormonas femeninas que es un boom
A partir de los 40 años, nuestras hormonas nos llenan de confusión. Charlamos con Marta León, autora de "La revolución invisible", el libro que es un boom en España y que nos da las claves para aprender más sobre los movimientos internos que tienen impacto en la llegada del climaterio.
7 de noviembre de 2023
hormonas_principal.jpg - Créditos: Getty Images
Se habla poco de la menopausia, ¿no? Con el paso de los años, logramos sacarle el tabú al sexo, a la menstruación, incluso a la salud mental. Sin embargo, pareciera que a la menopausia todavía no le llegó la hora. No sabemos casi nada de esta etapa en profundidad y es hasta complicado encontrar información. Por eso, para poner el tema sobre la mesa, aclarar dudas e ir un poco más a fondo, charlamos con Marta León, psiconeuroinmunoendocrinóloga especializada en salud hormonal femenina y autora del libro La revolución invisible. Le pedimos que nos explicara qué pasa con las hormonas después de los 40 años y qué cambios aparecen en nuestro cuerpo y en nuestras emociones. Nos metemos, de su mano, de lleno en este universo que es tan silencioso como apasionante.
Digámosle chau al tabú
Aunque pareciera algo antiguo, aún vivimos en una sociedad en la que las mujeres valemos más mientras seamos jóvenes y fértiles. Esto, en el fondo, es un vestigio de la época victoriana, de la Edad Media, cuando una reina, por ejemplo, no podía reinar si no lograba tener hijos. Más allá de que hoy la sociedad ha cambiado mucho, de alguna manera queda esta energía en suspensión.
Lo seguimos percibiendo y lo vemos hasta en el cine y en las series: a partir de los 40 años (o sea, mucho antes de dejar de menstruar), la presencia de la mujer empieza a verse disminuida, cambian los roles y los papeles que interpretan. Y como a nadie le gusta pararse en ese lugar, se genera esta sensación de tabú: no conocemos mucho sobre esta etapa y tampoco se nos invita a informarnos más. Sin embargo, de a poquito, la menopausia está abriéndose paso en las charlas cotidianas. Actrices como Naomi Watts o Julia Roberts hablan abiertamente de esto, incluso Drew Barrymore tuvo un sofoco en directo en la televisión estadounidense y, lejos de esconderse, bromeó sobre el suceso.
Todas estas mujeres con mucha presencia pública están hablando de la menopausia, de los pos-40, y eso ayuda a que cambiemos nuestra mirada y hagamos esta revolución invisible. Hablar es el primer paso para conocernos más y abrazar este periodo.
¿Climaterio = menopausia?
Acá aparece la primera gran confusión. Climaterio y menopausia no son sinónimos. La menopausia, en realidad, es el año que transcurre después de la última menstruación. Si durante 365 días no aparece ningún sangrado, diríamos que estamos en menopausia, pero ese estado dura solamente un año. Sin embargo, todos los cambios hormonales, físicos y psicoemocionales empiezan a suceder un poquito antes y un poquito después de dejar de menstruar. De hecho, ese poquito es prácticamente una década; 10 años de transición, en la que se desata toda esta revolución: esto es el climaterio.
En el climaterio pasamos, al comienzo, por cambios más sutiles y luego aparecen otros más manifiestos (sequedad, sofocos, cambios de peso, etc.). Al igual que en la pubertad, nuestro cuerpo se prepara para ingresar en una nueva etapa y aparece, por ejemplo, la madurez, que implica más sabiduría y discernimiento. Las alteraciones son las protagonistas de esta incipiente realidad y nos cuesta entender qué nos está pasando. Acá, es clave saber que las hormonas juegan un papel fundamental en este momento de la vida, y conocer sus procesos nos puede ayudar a comprender los cambios que vamos a atravesar.
La danza de las hormonas: ¿cuáles son los cambios de cada una?
Las protagonistas de la danza: estrógenos, progesterona y testosterona
ESTRÓGENOS
A partir de los 40 o 45, empezamos a percibir descenso en la fabricación de estrógenos ováricos. Los ovarios se vuelven menos eficientes y esto dificulta la comunicación que hay entre ellos y el cerebro. Los neurotransmisores, que son los mensajeros que transitan entre un sistema y otro, van a intentar compensar esto hasta que ya no se pueda y, en consecuencia, dejemos de menstruar.
Qué pasa a nivel físico: cuando nuestro cuerpo no puede producir tantos estrógenos ováricos, reclama más cantidad de hormonas a las otras fábricas de estrógenos, como los depósitos de grasa. ¿Qué ocurre aquí? Empezamos a subir un poquito de peso, y se nota, sobre todo, en la zona abdominal. Debido a estas alteraciones, también podemos notar sequedad en ojos y boca y hasta es posible que estemos un poco más despistadas.
Ya mencionamos que la progesterona influye en la serotonina. Bueno, ¡los estrógenos también! Cuando estos comienzan a disminuir, se produce otra bajada en la producción de serotonina, por lo tanto, viene una nueva oportunidad para buscar espacios de soledad, pasar tiempo al aire libre y revisar nuestros niveles de vitamina D.
Qué pasa a nivel emocional: la irritabilidad puede ser mayor. Notamos cambios emocionales en la concentración y nos vamos hacia adentro, para conectarnos con nosotras mismas.
TESTOSTERONA
Se suele decir que la testosterona es una hormona masculina, pero simplemente porque ellos tienen más. Las mujeres también la fabricamos, de hecho, es la hormona que nos ayuda a despertarnos cada mañana y resolver la cantidad de tareas diarias. Cuando dejamos de menstruar, ésta sube de posición gracias al descenso de las hormonas que antes le ganaban el puesto en el podio.
Qué pasa a nivel físico: empezamos a notar pelitos en el mentón, por ejemplo, y a acumular más grasa en abdomen.
Qué pasa a nivel emocional: la testosterona es una hormona de la acción; por eso, al dejar de menstruar, podemos animarnos a invertir tiempo en lo que antes no nos permitíamos. Esta hormona ayuda a concretar acciones o sueños sin culpa.
PROGESTERONA
Es la primera que abandona la fiesta. La progesterona empieza a disminuir antes de entrar al climaterio, a partir de los 35 años.
Qué pasa a nivel físico: es una hormona que nos ayuda a dormir bien, porque está relacionada con la melatonina, otra hormona vinculada al descanso. Algunas mujeres observan que duermen peor y esto se debe a que el descenso de la progesterona también altera el equilibrio de la melatonina. Además, podemos experimentar variaciones en nuestras menstruaciones y en el propio sangrado.
Qué pasa a nivel emocional: al producir menos progesterona, puede que estemos más irritables y que experimentemos una sensación similar a la que tenemos en la fase premenstrual. La progesterona, además, está intrínsecamente relacionada con el mecanismo de la serotonina, una hormona muy conocida por su influencia en el estado de ánimo. Cuando la progesterona desciende, el cuerpo nos pide espacios de soledad para estar con nosotras mismas, recargar pilas y descansar.
El impacto en la salud ósea
Para tener una buena estructura ósea, necesitamos que haya más calcio en los depósitos de los huesos que calcio circulante. Lo que sucede después de los 40 es que los estrógenos -encargados de mediar la capacidad de fijación de calcio en los huesos o la capacidad de eliminación de ese calcio de los huesos al torrente sanguíneo- empiezan a descender y por ello es probable que los huesos pierdan densidad. Esto es muy lento y es lo que se llama osteoporosis, una enfermedad silenciosa, que no tiene dolor y no causa inflamación.Pero tranquila, esto no es una sentencia. Si bien todas vamos a bajar la producción de estrógenos y eso va a implicar que la capacidad de fijación de calcio en huesos se vea disminuida, podemos prevenirlo. ¿Cómo?
1) Mantené una buena hidratación: beber agua e ingerir alimentos frescos es clave, porque una deshidratación física lleva también a una deshidratación ósea, que puede ser el principio de una osteoporosis.
2) Consumí alimentos ricos en calcio: pueden ser hojas verdes, legumbres o semillas (las de sésamo, por ejemplo, son de las más ricas en calcio de la naturaleza y además es un calcio de fácil absorción).
3) Revisá cómo están tus niveles de vitamina D: es la vitamina que determina que la parathormona funcione bien. La parathormona se encarga de vigilar que no perdamos hueso en demasía. Por eso esta hormona tiene que estar muy bien protegida, y de eso se encarga justamente la vitamina D, nuestra aliada para mantener una salud ósea fuerte.
La revolución invisible: el libro
Un libro imprescindible para mujeres de 40 años en adelante que quieran entenderse y cuidarse bien. - Créditos: Gentileza Ed. Planeta
Este libro es una hoja de ruta muy clara para poder cuidarte. En él vas a encontrar información sobre el climaterio, la menopausia, te vas a enterar de qué ocurre antes de dejar de menstruar y vas a aprender recetas de alimentos valiosos para esta etapa de tu vida. Dice su autora: “La idea es que construyamos ahora la longevidad del futuro. Nos va a dar un conocimiento no solo para nosotras, sino también para nuestro entorno. Lo recomiendo a todas las mujeres, porque tenemos que cuidarnos y aprender cómo, de manera sencilla y práctica, abordar este autocuidado”. Es de Lunwerg Editores y lo conseguís en e-book por $3000.
En esta nota: