Meraki, la filosofía que te hará más feliz
Meraki es una palabra griega que designa una formar de afrontar la vida, especialmente las actividades más rutinarias, poniendo lo mejor de uno mismo: creatividad, alma y corazón. Te contamos por qué adoptar esta actitud puede traerte felicidad.
10 de enero de 2024
Meraki, la filosofía que te hará más feliz. - Créditos: Getty
Hay palabras o expresiones que no tienen una traducción literal, directa en otros idiomas. Tal es el caso del vocablo ilunga, de la lengua tshiluba, que en la República del Congo describe a una persona dispuesta a perdonar cualquier transgresión una primera vez, a tolerarla una segunda vez, pero la tercera… ¡agarrate Catalina! ¿A quién no le ha ocurrido quedarse en blanco en una charla y solo tener una contestación ingeniosa luego, cuando ya no viene a cuento? En francés, le llaman l’esprit de l’escalier cuando la ocurrencia llega -mal que pese- demasiado tarde. Abundan, en fin, ejemplos de esta índole, pero uno en particular viene ganando terreno en el último tiempo, cada vez más pronunciado en Occidente.
Hablamos de meraki (μεράκι), una palabra que griegos modernos utilizan para referirse a ponerle el alma y el corazón a lo que se hace, por más nimio que parezca. A grandes rasgos, significa disfrutar de la labor que se lleva adelante al afrontarla con alegría y orgullo, con cuidado y cariño, con dedicación y esmero, poniendo especial atención al detalle.
Por supuesto, es aplicable a todos los ámbitos de la vida, sea el deporte, el trabajo o la cultura, en tanto meraki resulta una manera de encarar el día a día, una actitud aconsejada para abordar incluso las tareas cotidianas. La idea es resignificarlas y recordarnos el aspecto lúdico y creativo de -por ejemplo- participar de una reunión laboral, poner la mesa, o bien, hacer de la carencia, virtud en los fogones y preparar un rico platillo con los ingredientes con los que se disponga.
Sobre su raíz etimológica, el término meraki es un préstamo del vocablo turco merak, que a su vez deriva del árabe maraq, que significa estilo, elegancia. Los griegos tomaron la palabra y la hicieron suya, dándole un sentido diferente y complejo, con sus matices, asociado -dicho está- a una actividad, ocupación o pasatiempo que se realiza con pasión, gusto y diligencia. Sin más, merakia -en plural- habla de las sensaciones placenteras que sienten quienes la pasan de perlas.
Según voces en tema, fomentar esta perspectiva redunda en más energía y en más bienestar, además de ofrecer esa incomparable sensación de estar haciendo algo con valor trascendente. También, al asumir compromiso hacia la tarea, no solo le damos importancia al resultado sino al proceso y, de este modo, conectamos a otro nivel, abstrayéndonos por un ratito de los intríngulis de la vida, que no viene nada mal, por cierto.