Test visual psicológico: elegí un animal y descubrí el lado más positivo de tu personalidad

¿Y cómo funciona esta prueba? La clave es mirar rápidamente una imagen que cuenta con cierta ilusión óptica e intentar detectar un animal, que será el responsable de definir qué parte de la personalidad de quien hace el test es la que lo define de manera positiva.

Además de ser una buena manera de trabajar el autoconocimiento, estos test –que, cabe destacar, no cuentan con ningún respaldo científico- son una forma lúdica de vincularse con otros, comparar resultados con amigos y generar charlas interesantes con colegas.

Para poder participar de esta prueba solo hace falta mirar la ilustración a continuación. Una vez definido el animal, basta con buscar el resultado que estará desarrollado más abajo.

Si lo primero que viste es un pato, sos una persona definida por su optimismo y alegría y seguramente poseas el gran don de encontrarle el lado positivo a cada situación a la que te enfrentes. Gracias a tu creatividad logras ver las posibilidades que se esconden detrás de cada dificultad y, cuando un desafío aparece en tu camino, lo enfrentás con determinación y seguridad, sin dejar que este cambie tu mirada de la vida o tu actitud alegre.

Si lo primero que viste es un conejo, de seguro te destacás por tu carisma y tu pensamiento racional. A su vez, te caracterizás por ser un excelente planificador, que logra cumplir sus metas a fuerza de trabajo en equipo, cooperación y orden de prioridades. Gracias a tu afilada lógica sos capaz de tomar decisiones bajo presión, enfrentando los desafíos del día a día con seguridad y ganándote así la confianza de quienes te rodean.

Si viste ambos animales, tenés el don del equilibrio. En vos coexisten lo mejor de la creatividad y del realismo, lo que te permite adaptarte a las diversas situaciones que surgen en el día a día ya sea aplicando una visión más idealista o una lógica y pragmática. Pero, quizás lo más destacable sea tu capacidad de cuidar tu paz interior y mantener la calma en momentos tormentosos sin perder el contacto con tu sensibilidad nata.