Síndrome de Wendy: ¿qué es y cómo podría afectar tu liderazgo?
¿Sabés qué es el síndrome de Wendy? Sí, el personaje de Peter Pan es la figura cuidadora por excelencia, pero... ¿qué pasa cuando ese cuidado extremo se traslada a tu forma de liderazgo y te pone en riesgo a vos misma? Algunas claves para saber si sos una Wendy-líder y cómo equilibrar esa energía para que juegue a tu favor.
27 de septiembre de 2022
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¿Hacés todo lo posible para evitar que tu equipo se desmotive? ¿Te cuesta delegar al punto que hacés tareas que en realidad debería hacer tu equipo? ¿Te sentís “mamá gallina” de la gente que trabaja con vos? Bueno, si alguna -o todas- las respuestas son un "sí", probablemente seas una líder-Wendy. ¿Sabés de qué se trata? El síndrome de Wendy es un término que describe a aquellas personas, principalmente mujeres, que actúan en una forma maternal con aquellos que más estiman, como su pareja, hijos/as o amistades, al punto de olvidarse de sus propias necesidades. Y si somos Wendy en casa: ¿podemos también serlo en los equipos de trabajo que lideramos?
¿Qué es el síndrome de Wendy?
Este término acuñado en el año 1983 por el psicólogo americano Dan Kiley -tomando como arquetipo el personaje de Wendy en Peter Pan- explica que las personas que lo padecen, usualmente tienen un conjunto de estas características:
Priorizan las necesidades de los demás sobre las propias.
Tienden a evitar el conflicto.
Son sobreprotectoras.
Asumen responsabilidades ajenas como propias.
Tienen una visión de “sacrificio” respecto al amor.
Les hace muy feliz hacer felices a los demás.
Entre algunas de las causas escondidas detrás del síndrome, se encuentran:
- Baja autoestima.
- Miedo al rechazo o al abandono.
- Influencias culturales y experiencias de la niñez.
Ser Wendy puede ser un resultado de estar intentando sobrecompensar una desprotección sufrida de niño (asumiendo el rol que deberían haber tenido tus padres), buscar la aceptación y el reconocimiento del otro para evitar sentir rechazo, o esperar del afuera el reconocimiento que vos misma no te das, entre otras explicaciones.
¿Y por la ofi, cómo andamos?: 5 alertas para prestar atención
Si llegaste hasta acá, probablemente te hayas dado cuenta de que es muy fácil ser Wendy en el trabajo. Y es algo que no solo puede perjudicar nuestro propio crecimiento y desarrollo profesional, sino que también limita las posibilidades para las personas que trabajan en nuestro equipo. Acá te damos 5 situaciones de alerta para que puedas observar si estás en modo Wendy a la hora de liderar a tu equipo:
1
No poder decir "NO" a nuevas tareas o responsabilidades, aun cuando debería hacerlas otra persona.
2
No poder establecer límites para cuidar tu balance personal-laboral.
3
Necesitar el reconocimiento y validación de tu jefe/a, colegas o colaboradores después de completar alguna actividad importante.
4
“Filtrar” los mensajes negativos a nuestro equipo.
5
Dificultad para tener conversaciones difíciles con nuestros colegas, jefe/a, colaboradores.
Lo más confuso de ser Líder Wendy es que solemos pensar que estamos haciendo lo correcto, y muchas veces nuestros razonamientos suenan superlógicos:
- “No es necesario que el equipo se entere de esto. Los va a desmotivar, y ellos no pueden hacer nada para resolverlo”
- “Mejor lo hago yo porque Fulanito/a está con mucho trabajo”
- “¿Para qué voy a decirle a mi jefa que esta tarea no me corresponde si puedo hacerla en 5 minutos?” (Spoiler alert: ¡nunca son 5 minutos!)
- “Es mejor no llevar a mi equipo a la reunión; es un ambiente muy complejo y negativo para ellos”
Claves para observar tu estilo de liderazgo: ¿estás con el síndrome de Wendy? - Créditos: Getty Images
Las consecuencias negativas de ser una Wendy-líder
Para vos: sentirte constantemente sobrepasada (tu agenda está siempre a full), no poder hacer foco en las tareas que son realmente importantes como líder, bajo bienestar / balance / calidad de vida, sentimiento de desmotivación en lo laboral.
Para tu equipo: pérdida de oportunidades para crecer y desarrollarse, baja exposición a temas de mayor complejidad, baja responsabilidad (si saben que lo vas a terminar resolviendo vos, baja su motivación para resolverlo ellos mismos).
3 prácticas de liderazgo para controlar a tu Wendy
¡La buena noticia es que del Síndrome de Wendy se sale! Debajo encontrarás algunas ideas que podés poner a prueba hoy para ser una líder efectiva, centrada y en balance. Te invito a probar al menos una de estas estrategias y observar cómo tomás mayor control de tu vida profesional.
1
DELEGACIÓN: todo lo que puedas, siempre. Ante cualquier nueva actividad, hacete esta pregunta: "¿esto lo puede hacer alguien de mi equipo?" Si la respuesta es Sí, aunque haya un pero, delegá. “Pero es más rápido si lo hago yo”. Probablemente, pero el tiempo que invertís hoy en enseñar lo vas a recuperar con creces a futuro.
2
EXPOSICIÓN: tu equipo no debe trabajar en una burbuja. Ellos necesitan entender y aprender a navegar las complejidades, dificultades y adversidades del día a día para poder crecer. Exponelos a reuniones, proyectos, actividades o eventos cada vez que sea posible. Verte a vos en acción como líder en entornos difíciles es también aprendizaje para ellos.
3
LÍMITES: probablemente lo más difícil en esta lista, pero te desafío a ver los límites no como confrontación, sino como una herramienta para construir relaciones saludables con los que te rodean. Algunas acciones que pueden ayudarte a empezar a definir tus límites hoy:
- Decirle "No" a tareas que no son de tu responsabilidad.
- Definir tu lista de prioridades y compartirla frecuentemente con tu jefe/a.
- Tomar control de tu agenda; reservá bloques semanales para tus actividades estratégicas (ideación, planificación, presupuesto, etc) y respetalos.
- Animarte a tener una conversación difícil que estás posponiendo.
Nuestra autora
Laura Guolo es experta en talento y liderazgo - Coach de Líderes. IG: @staminaleadership
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/lauraguolo/