Ni Necochea ni Monte Hermoso: este es el balneario escondido más tranquilo de la costa

Ubicado en el partido de Coronel Dorrego, este balneario está a unos 554 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Su acceso es sencillo y el trayecto en auto es una aventura en sí misma, atravesando pueblos pintorescos y variaciones de paisaje que anticipan la belleza del destino final.

Desde CABA, se toma la Autopista Riccheri y luego la Ezeiza-Cañuelas. Al finalizar este tramo, se sigue por la Ruta Nacional 3 hasta el kilómetro 531, donde el Camino Provincial 108-08 conduce directamente al paraíso costero.

Marisol ofrece playas amplias, de arenas finas y blancas, enmarcadas por dunas y una flora marítima que le otorga un encanto especial. El mar, de aguas celestes y tranquilas, invita al descanso y a la contemplación, convirtiéndolo en un destino ideal para familias y amantes de la naturaleza.

En el corazón de la pequeña localidad de Oriente, como también se conoce a la zona, se respira un aire rural. Sus casas bajas, el trazado urbano rodeado de seis plazas y plazoletas -destacándose la plaza Juan Maciel con más de 390 árboles-, y su estación de tren detenida en el tiempo, le otorgan un encanto nostálgico y acogedor. Además, su pintoresca parroquia de estilo gótico y otros edificios históricos completan el atractivo del lugar.

Marisol es mucho más que playas paradisíacas. Tal como se ofrece en la página de Turismo de Coronel Dorrego, la zona ofrece diversas actividades al aire libre: cabalgatas por la costa, travesías en cuatriciclos o 4x4 por las dunas, safaris fotográficos para capturar la esencia del paisaje y hasta deportes como fútbol y vóley en sus pequeños paseos costeros.

Para los amantes del agua, las posibilidades son amplias. Se puede practicar natación, surf y kayak, entre otras actividades náuticas. Además, la región es famosa por su excelente pique para la pesca deportiva, atrayendo a aficionados de todas partes.

Uno de los mayores tesoros de la zona es el Río Quequén Salado, que desemboca en el mar y regala postales inigualables. La cascada Mulpunleufú, con su caída de aguas cristalinas, es un verdadero santuario natural donde se puede disfrutar del sonido relajante del agua y la posibilidad de realizar actividades como kayak.

Otro punto de interés es la Cueva del Tigre, un sitio envuelto en misterio y belleza, ideal para exploradores. El Puente Viejo, considerado un monumento histórico y natural, también forma parte del circuito imperdible de la región.

La belleza prácticamente virgen de Marisol se mantiene gracias a la reserva natural-marítima establecida en la zona, que protege su ecosistema y evita el impacto de grandes construcciones. Así, este refugio sigue siendo un paraíso de tranquilidad y contacto puro con la naturaleza.