Estos son los 7 lugares imperdibles de la Patagonia y por qué no deberías dejar de ir a conocerlos
Te invitamos a un roadtrip por la Ruta Azul de la Patagonia que lo tiene todo: playas, fauna marina salvaje y hasta la posibilidad de hacer surf o buceo.
15 de julio de 2024
rutaazul_principal.jpg - Créditos: Gentiliza de Maru Coppari y Gon Granja
Si hablamos de Patagonia, seguramente lo primero que se te venga a la cabeza sean los picos de montaña, la nieve, los lagos cristalinos, el esquí o snowboard. Pero yo tenía muchas ganas de mar. De respirar salado, de escuchar las olas cuando chocan, de perderme en playitas desoladas. Tenía ganas de andar descalza y, si bien la campera siempre está a mano en la Patagonia, poder tener menos capas de ropa y andar más liviana. Tenía ganas de los amaneceres en la playa tan sagrados. Tenía ganas de rodearme de gente que vive en y para el océano. Por eso, decidí emprender la aventura hacia la Ruta Azul, en la Patagonia, y ahí descubrir algunos paisajes que me sorprendieron y me fascinaron en partes iguales.
Nuestros 7 imperdibles de la Patagonia. - Créditos: Gentileza de Maru Coppari.
¿Dónde queda la Ruta Azul patagónica?
No puedo disimular mi fascinación porque exista una “ruta azul” en Argentina. Una ruta bien pegadita al océano Atlántico. Un camino que es poco explorado, lleno de contrastes entre las tonalidades cálidas y frías, lo desértico y lo húmedo. La costa patagónica me recuerda el gusto a lo salvaje, a lo vivo. Me transporta a que la felicidad viene con cielos de color rosa, muchas estrellas y sabor a sal. Esta es la Ruta 1, que transcurre en paralelo a la famosa Ruta 3, conectando los diferentes pueblos y bahías que van bordeando el mar. Son más de 450 km que unen las ciudades de Comodoro Rivadavia y Rawson, en la provincia de Chubut.
Antes de partir: hay que tener en cuenta que la ruta es de ripio y que por lo general está en buen estado, pero, por precaución, hay que informarse de su estado antes de ir.
Qué lugares deberías visitar si querés Patagonia + mar. - Créditos: Gentileza de Maru Coppari.
Los 7 highlights que vas a amar
1
ROCAS COLORADAS: un paisaje lunar
Rastros de historia, geoformas, acantilados con tonalidades de color tierra que bordean el mar para dar lugar a un paisaje extraordinario en Comodoro Rivadavia, Chubut.
La Ruta 1 pasa por esta área natural protegida, y permite visitar el Valle Lunar, el Monte de Meteoritos y un bosque petrificado, también hay un recorrido para hacer en 4x4 o en mountain bike. La excursión podés hacerla con Martín, un lugareño de la zona que, además, hace la mejor comida al disco con vista al mar (@patagoniasalvaje4x4).
Otra actividad que podés hacer en Comodoro es visitar Caleta Córdova, un pueblo pintoresco con puerto y pequeñas embarcaciones que ofrecen la feria Frutos del Mar; imperdible si sos fan de probar la comida local.
Más info: @rocas_coloradas_anp.
2
CAMARONES: Un viaje en el tiempo.
Camarones es un pueblito de película, muy chiquito. Es el lugar ideal para hacer base, por los hospedajes y por ser la zona que cuenta con más servicios. Llegar a Camarones se siente como bajar todas las revoluciones juntas. Levantarse temprano, llevarte un pícnic a la playa y cenar en un restaurante de la zona es la rutina-no-rutina que se usa en Patagonia Azul.
Además, tiene más de 60 islas, siendo la puerta para salir a navegar por Islas Blancas y realizar avistaje de los delfines patagónicos (toninas overas) y los lobos marinos. Para contratar excursiones náuticas, de buceo o snorkel y trekking, te recomendamos el team de @vientoazulexcursiones. Otro datazo: es también el lugar ideal para cargar combustible.
Más info: @camaronestur_ok.
3
PARQUE PATAGONIA AZUL: una experiencia salvaje
A pocos kilómetros de Camarones, se encuentra la Estancia El Sauce, en el Parque Patagonia Azul, creado por la Fundación Rewilding. Es parte de la Reserva de Biosfera Patagonia Azul, declarada por la UNESCO. Si cerrás los ojos y visualizás un paisaje donde los amaneceres son como una bola de fuego que sale desde el océano, ¿podés escuchar los sonidos de las olas chocando contra las formaciones rocosas? Así es una pizca de lo que se siente estar ahí. Hay diferentes tipos de ballenas, toninas, delfines, pingüinos, lobos marinos.
Algo que llama la atención es que antiguamente a todos estos lugares no se podía acceder porque eran campos privados. Los propios lugareños no conocían las costas. Y te prometemos que vas a flashear con este ecosistema marino.
Más info: @parquepatagoniaazul.
4
ISLA LEONES Y CALETA HORNOS: para un plan aventurero.
Visitar la Ruta Azul es un plan en sí mismo, pero si además vas a navegar a Isla Leones y Caleta Hornos, te eleva la experiencia. No solo hay un mundo abajo del mar, sino que también... ¡hay un mundo de islas por descubrir! Trekking, acampe, expediciones en bicicleta, visita a playas y faros, paseos en lancha acompañados de toda la fauna marina que te puedas imaginar es solo un poco de lo que te vas a encontrar, además de un viaje en el tiempo.
En esta navegación pude observar las ballenas sei, y aprendí que no todas las ballenas hacen las piruetas que estamos acostumbrados a ver, sino que hay algunas “más pasivas” y silenciosas, pero igual de importantes e imponentes. La excursión la podés contratar en Camarones, y además te recomiendo que cuando estés navegando y llegues al lugar de destino, abras Google Maps para entender dónde estás..., ¡no lo vas a poder creer!
5
CABO DOS BAHÍAS: entre pingüinos y playas
Cada lugar de esta ruta es como un mimo a los sentidos. Ninguno se parece al otro. Rocas coloradas, islas e islotes en un mar azul, es el hogar de los pingüinos de Magallanes, a tan solo 28 km de Camarones. ¿El mejor itinerario? Visitar la colonia de pingüinos y después tirarte al mar en cualquiera de las playas costeras que están al lado de esta área natural protegida. Y llevarte un pícnic, claro.
6
CABO RASO: un paso por la tierra de surfistas
Estos lugares se sienten como un retiro con una misma en el que, al estar tan aislada, la conexión es con lo salvaje y la calma es con todos los sentidos. A 80 km de Camarones, encontramos Cabo Raso, muy buscado por sus grandes olas. Este caserío costero se funda a raíz de que era un lugar de paso a las grandes localidades de la zona; después de crearse la Ruta 3 de asfalto, el asentamiento quedó aislado y se convirtió en tierra de surfistas.
Hoy es un pueblo restaurado por una pareja de emprendedores: una hostería hippie chic con habitaciones, cabañas y campings que ofrece experiencias como eventos de luna llena, puntos de surf, una lobería y un barco encallado. Lo ideal sería quedarse al menos dos noches.
7
BAHÍA BUSTAMANTE: un chapuzón en el Caribe patagónico
A tan solo 88 km de Camarones, existe un paraíso en la Patagonia que se asemeja al Caribe por sus playas de aguas turquesas y cristalinas. Por mucho tiempo, este fue un lugar que estaba en mi wishlist, y cuando lo visité fue mucho más que todo lo que esperaba. Por la biodiversidad que existe sobre el mar, esta bahía también forma parte del Parque Nacional marino llamado Patagonia Austral y la reserva de la biosfera de la UNESCO, además de tratarse de un AICA (área de importancia para la conservación de aves). La historia cuenta que, antiguamente, este fue el único pueblo del país dedicado a la recolección de algas marinas y cría de mejillones. Le llamaban la “Bahía Podrida”, justamente por la acumulación. Tiempo después, debido a un derrame, no se volvió a regenerar la misma cantidad de alga, por lo que quedó un pueblo abandonado.
Actualmente, solo queda como un lugar turístico, siendo la Bahía Bustamante un proyecto familiar, donde hay un ecolodge con 11 cabañas rodeadas de naturaleza, para hospedarte con vista al mar o a la estepa patagónica, donde sus anfitriones te proponen compartir un santuario natural con huéspedes de todas partes del mundo, procurando promover la conservación y conciencia ambiental del ecosistema patagónico, practicando un turismo responsable.
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