Luján Haeder, la revelación de BAFWEEK: "Sumarte a una tendencia es acallar tu propia voz interna"

En tu historia, ¿cuál fue el primer contacto con el diseño? 

El oficio de la costura es mi historia de vida. Soy la cuarta de seis hermanos y la primera nacida en la Patagonia, donde mi mamá, separada de mi papá, nos crió sola con el oficio de la costura, con el oficio del diseño y nos sacó adelante reciclando cosas. Con una bolsita de plástico sabía hacer un disfraz con el que luego competíamos en los carnavales locales y ganábamos premios de disfraces. Además, hacía ropa de teatro y la contrataban para hacer los disfraces del jardín, y así salimos adelante. Todo era hecho con residuos, desde pedazos de plástico hasta pedazos de tela. De mi madre aprendí todo eso, el diseño es la historia de mi vida.

¿Cómo nace Hæder®?

Header es el apellido de mi madre, sustantivo que se traduce del danés como ‘honor, respeto, estima, gloria y reconocimiento’ y que es el punto cero del proyecto, donde el respeto por el ambiente, la estima por nuestras comunidades, el reconocimiento de nuestra cultura y nuestro propósito rigen todo lo que hacemos. 

La epifanía la tuve en 2015 cuando estaba trabajando en un relleno sanitario y vi como desde un camión se empezaban a disponer toneladas de tela modal rosa como descarte. Eso me tocó una fibra muy grande, porque cuando nosotros éramos chicos pasamos mucha necesidad y al haber sido criada por mi madre, que todo lo reciclaba, veía esa cantidad de tela y pensaba que eso que estaba viendo podía convertirse en sábanas, acolchados, bufandas, sacos. Podía ser lo que sea, pero no estar ahí. 

En el momento pensé que tenía que hacer algo con eso, pero no sabía bien qué. Ya me había empezado a ir bien como abogada, porque fue lo que estudié cuando vine a Buenos Aires y ejercí durante muchos años, y no quería diseñar porque lo asociaba con la carencia. Previo a Hæder® tuve dos proyectos, uno con una amiga en donde compramos un lote de sastrería en el Ejército de Salvación y luego en el 2018 una marca propia que me hizo comenzar a trabajar con textiles naturales. Tiempo después, me fui a estudiar a Italia, en donde aprendí de sastrería veneciana y ahí entendí lo que quería hacer. 

Estuve 6 meses en Venecia, el epicentro del respeto al paso del tiempo y de cuidar la antigüedad, la historia, la artesanía, y de la importancia de proteger el acervo hereditario y cultural. Allí empecé a curar textiles y recuperé el amor por el diseño y por mi historia, e hice la primera cápsula de Hæder®, sin formalizar demasiado. Cuando volví a Buenos Aires, terminé de definir cómo lo iba a hacer y lancé la marca en agosto de 2023.

A tus clientes los llamás agentes de cambio, ¿qué significa esto?

Considero que uno, como marca, tiene que tener la responsabilidad de brindarle herramientas al consumidor para que revaloricen la pieza que se llevan. Cada vez que viene un nuevo cliente, se van transformados  porque es una hora de conversación en donde les cuento el impacto positivo que está teniendo su compra. Al hacerlos partícipes dejan de ser solo clientes para convertirse en agentes de cambio.

¿Cómo te llevas con un mundo tan regido por el fast fashion y las micro tendencias? 

Mal. Permanencia mata tendencia, es así. Hay varias cosas que pasan con las tendencias, pero para mí hay una que es terrible, que es que la tendencia apaga la luz propia, la voz personal. Cuando vos te sumás a una a una tendencia, te acoplás, acallás tu voz interna y dejás de ser vos para sumarte a la voz de otro. Estás replicando un mensaje que ni siquiera es tuyo y no hay nada menos sostenible que ser el eco de la voz de otro. Si queremos generar un cambio tenemos que hacerlo desde adentro, desde nuestra propia voz e idealmente llegar a la mayor cantidad de personas posibles. Lo que te ponés está hablando de vos o diciendo algo que consciente o inconscientemente querés decir. No se trata solamente del diseño, sino de quien lo lleva y su mensaje, que se complementa con la prenda. Si nos quedamos solo con el diseño sin tener en cuenta quién lo lleva y qué tiene para decir, se convierte en un mensaje vacío. 

Yo creo que la moda puede seguir siendo moda, siempre y cuando no pongas solamente el foco en la experiencia del usuario, sino en la experiencia del entorno, entendiendo al usuario como parte del mismo. Es de esa manera que uno puede diseñar algo que no va a hacer daño.

Centrándonos en la cápsula “Trepadoras” que presentaste en BAFWEEK, ¿de dónde surgió la inspiración?

Fue una construcción de muchas cosas con un disparador común, la escalada. Yo había hecho escalada cuando era chica en Caleta, de donde soy, y me habían quedado elementos, como los mosquetones, el arnés, etc. que usé luego en los diseños. Partiendo de la escalada y en la acción de escalar, tuve una inspiración muy fuerte y empezó a resonar en mí la palabra ´trepar´. Inmediatamente, la busqué en el diccionario de la RAE, que la define como 'ascender a un lugar de difícil acceso' y esto último, - el difícil acceso-, me tocó una fibra. Dije, hay algo acá que me está doliendo. Que es mío y que también resuena con otras mujeres y con su recorrido en todos los aspectos de sus vidas. A mis 35 años ya tengo amigas madres que están separadas y que pelean la cuota alimentaría y tengo amigas que están en el mundo corporativo remando en puestos de trabajo porque compañeros de la misma posición ascienden profesionalmente más rápido por una cuestión netamente de género. 

A esto se le suma la connotación de la palabra "trepadora". Vos fijate qué curioso que, desde lo lingüístico, nadie usa el término ´trepador´, sino ´trepador-a´ y tiene una carga negativa que alude al género femenino. Haciendo un paralelismo con la naturaleza, cuando los bebés nacen trepan, las plantas trepan, los insectos trepan. Entonces... ¿Por qué para toda la naturaleza es normal y es inherente trepar y cuando se lo trata desde el accionar de una mujer es negativo?

Además, la escalada me dejó una enseñanza que es que a la cima no se llega sola. En este deporte tenés dos posiciones, la de base y la puntera. Una no puede accionar sin la otra. Es necesario construir en equipo, armar red, ayudarnos entre nosotras.

En este sentido, viendo el equipo de mujeres que desfilaron en la pasarela, la idea de red colaborativa es súper importante en la marca, ¿o no?

Totalmente, el arte de revalorizar siempre se construye con el otro, en este caso, la otra. Por este motivo y por el hecho de que el mensaje de quien lo lleva es fundamental y complementa al diseño, fue de suma importancia para mí que las personas que llevaran las piezas en el desfile fueran mujeres con su historia y cosas para decir.

¿Qué significa para vos ser parte de BAFWEEK?

Siéndote 100% honesta, yo era muy crítica del BAFWEEK. Me encanta que me hayan convocado a mí porque significa que enfrentan el problema. El tiempo de la sostenibilidad no es el tiempo de la moda rápida y más allá de cómo pueda repercutir el BAFWEEK en Hæder® como proyecto, creo que como señal de cambio está buenísimo. El hecho de que Hæder® haya abierto la semana de la moda junto a proyectos como Pucheta Paz, que trabajó con algodones del Chaco, no es menor. El que sean dos proyectos que revalorizan el sentido de la argentinidad, del producto nacional y de lo cultural es súper importante. Más allá de solamente lo sostenible, el hecho de que BAFWEEK decida apoyar un proyecto nacional es un gran paso.

En este momento de la charla, se sumó a la conversación Sol Abadi, Fundadora y Directora de la empresa B Corp Sunshine Lab, que trabajó en conjunto con Hæder® en la organización y difusión del desfile y agregó: 

Para apoyar este camino de mejora continua, desde Sunshine Lab estamos trabajando para BAFWEEK, para que el evento pueda tener cada vez un mejor impacto. Desde la temporada pasada se está trabajando en la organización interna del evento, curando la huella de carbono y contamos con un manual de buenas prácticas que hicimos en conjunto con BAFWEEK que se está siguiendo como hoja de ruta. Sabemos que falta camino, pero se está recorriendo. 

¿Qué consejo les darías a quienes están emprendiendo en el mundo de la moda?

Que no sigan ninguna tendencia, que no hay nada más valioso que ser uno mismo. Cuando te escondés en lo que otro dice estás privando al mundo todo lo que le podes dar. Lo mejor es ser vos.