Quiet luxury o el "lujo silencioso": así es la moda que impuso Succession

Porque el lujo silencioso es justamente eso, sigiloso y sutil, gira alrededor nuestro buscando pasar desapercibido, para convertirse en algo que es mucho más que en una tendencia, porque es también, podríamos decir, un estilo de vida.

Es básicamente una especie de minimalismo renovado, y se lo llama lujo silencioso porque es una tendencia que nace de la idea preconcebida que tenemos de cómo se vestiría una persona con un estatus económico muy alto, esa clase social que vive rodeada de lujos desde la cuna, y que por eso no tiene necesidad de alardear o llamar la atención. Es, en esencia, el verdadero lujo.

Un ejemplo perfecto de la estética que está en boca de todos es el vestuario de los personajes de Succession, la serie fenómeno que estrenó su temporada 4 hace pocas semanas. Porque aunque no sea una serie sobre moda, los Roy, la familia protagonista de la historia, representan a los “viejos ricos” (en contraposición a los llamados new rich o nuevos ricos) cuyos estilismos están pensados de pies a cabeza y se acercan más que ninguna otra serie a la realidad de este subtipo de clase alta. Una clase cuyo poder adquisitivo es tan alto, que no tienen la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos, y que se funda, sobre todo, en detalles mínimos, como un reloj de alta gama o una cartera de edición limitada. Es un código estético que apuesta por invertir en piezas y prendas de ropa que serán para toda la vida.

El personaje de Shiv Roy, la única hermana mujer de esta familia, es la representación ideal de todo lo que conlleva el quiet luxury. Sus outfits se despliegan de manera sutil, pero firme, demostrando que se puede ostentar poder sin tener que dar evidencia de marcas, logos o monogramas reconocibles. ¿Los colores? Siempre dentro de la gama de los neutros, es decir que predominan los negros, blancos, camel y beiges. Las piezas de su guardarropa son atemporales, pero juegan a ser básicos, y los tejidos y texturas son del más alto nivel, tanto, que su calidad traspasa la pantalla. Abrigos de cuero o sweaters del cashemere más fino, sus prendas son la viva imagen del lujo en todo su esplendor. Así es como la ropa y los accesorios, en esta serie, actúan al servicio de la trama.

El fanatismo y la obsesión que Succession despierta alrededor de la moda es tanta que existen cuentas de Instagram que se dedican especialmente a analizar y comentar los looks de cada personaje de pies a cabeza, como @successionfashion, donde es posible detenerse a admirar los distintos outfits.

Sin ir más lejos, otra caracterización perfecta de lo que es el lujo silencioso, quizás pionera del estilo, fue la serie Anatomía de un escándalo, que se estrenó el año pasado, y donde la actriz Sienna Miller encarnaba a Sophie Whitehouse, una mujer de la clase alta londinense que se vestía también de manera lujosa, pero discreta y con un estilo net.

Volviendo a la vida real, la actriz de Hollywood Gwyneth Paltrow se convirtió en los últimos días un icono del quiet luxury. Es que a raíz de la semana que debió pasar en la corte de un tribunal de Utah, Estados Unidos, por una disputa por un accidente de esquí, sus looks ultra sobrios y elegantes dieron la vuelta al mundo y pusieron la tendencia “quiet luxury” en primer plano. Sin un solo logo que delatara su procedencia, era visible que sus looks neutros, que consistían en pantalones de cuero o sastreros y sacos largos tipo tapados, eran de marcas de alta costura como Prada o Celine.

Esta tendencia se acerca mucho al estilo que siempre conocimos como clásico y elegante; son al fin y al cabo básicos bien hechos. Entonces, ¿cómo armar un look al estilo quiet luxury? En esencia se trata de combinar un abrigo elegante, como puede ser un tapado largo color crema, con unos jeans vintage, o incluso de animarse a usar múltiples tonos beige en un mismo look. Siempre prima la calidad sobre la cantidad, y en especial la actitud de llevar el outfit confiando que si es de una marca premium -que hoy los podés conseguir en buenos locales vintage o second-hand-, la prenda hablará por sí sola.

La moda que se avecina es la de una línea de vestir simple y atemporal, para nada ostentosa y a tono con los tiempos que corren. Quizás estemos diciéndole adiós definitivamente al fast-fashion y a la locura de la logomanía, y dándole lugar a una nueva etapa en los modos de comprar y lucir la moda: una era donde adquirir prendas sea una inversión a largo plazo, sabiendo que por su calidad podrían durar toda una vida. Son tiempos donde la austeridad y la sencillez parecen ser la mejor carta de presentación. Las últimas tendencias ya lo venían anunciando: menos es más.