Producción Julieta Mortati/ Recomendaciones de Santiago Valcarcel*
Shelly Beach Walk
La caminata que une la playa de Manly y Shelly Beach es una reserva de biodiversidad nativa que se hace en no más de media hora y es una cita obligada para los habitantes de las Northern Beaches. Entre el océano y las piedras, el camino se disfruta rodeado de múltiples esculturas de diversos autores, gotitas de olas que se desprenden en la rompiente, viento de mar, ocasionales cangrejos y numerosos lagartos (Seadragons), defendidos por carteles que dictan una amenazante multa de hasta US$ 11.000 australianos a aquel que se atreva a perturbar su reptiliana parsimonia. Si te animás, también podés cruzar de una playa a otra por las piedras sintiendo las olas romper en las plantas de los pies (altamente recomendado).
El final del camino es Shelly Beach, bastión de argentinos, chilenos y brasileños. Se trata de una pequeña bahía despojada de olas y con un agua sumamente cristalina, rodeada de selva en altura y en la que se arman unas lindas fiestas nocturnas (DATO: el "nocturno" en Australia suele terminar a las 22). También, a disposición del público, hay parrillas a gas para llevar comida y hacer un memorable día en la playa con amigos, en familia, en pareja, de primera cita, e incluso solo.
The Corso
Básicamente, la jodita. The Corso es la peatonal principal de Manly, nace en el Wharf (puerto de los Ferries) y su breve longitud –ocho cuadras– desemboca directo en la playa de Manly. Cumple con numerosos negocios de comida al paso, restaurantes, pequeños shoppings, bancos y, su elemento nutricio de vida, hostels y hoteles.
Si vivís en Manly, en El Corso es donde te vas a cruzar con gente que conociste en la playa el día anterior, y donde sin falta te vas a cruzar con la persona que te gusta, seguramente acompañado (o acompañada) de alguien que no sos vos. Pasa.
Es el lugar sin arena más concurrido del suburbio y el primero en concentración de veinte y treintañeros. Lugar multilingüe, donde se anda de a grupos, punto de reunión y encuentro rápido y claro: "Corso and the beach". Los bares duran hasta un poco más tarde.
The Dam - Créditos: www.northernbeaches.nsw.gov.au
The Dam
¿Ya te cansaste del agua salada y del viento del mar? Nunca; pero cada tanto, meter un poco de agua dulce en la vida está bien. Para eso está el Dam. Lago artificial producido por una represa, es un lugar de recreo rodeado de campings y espacios para pasar un lindo día, con más onda familiar o para seguir consolidando tu grupete; y como ya no tenés veinte años, tenés auto y tenés ganas de tirar una carne a la parrilla (DATO: hay parrillones para usar carbón y leña, herramientas que escasean ampliamente por estos lugares), juntás seis o siete amigos y se van para allá.
Avistamiento de aves, pesca, deportes acuáticos, chapuzones con agua sustancialmente más tibia que en el mar y, nuevamente, el olor del carbón (de verdad es algo que se extraña) se van a encargar de hacerte la velada. Hay menos interacción con desconocidos, ya que cada parrilla está separada de las demás por manchones de bosque, pero igual ya lo sabés porque por algo fuiste al Dam y no a la playa, ¿no?
*Santiago Valcarcel (periodista, fotógrafo y adicto a la naturaleza).
"Vine a Australia en octubre de 2017 con la Working Holiday Visa. El motivo fue principalmente salir de la rutina autoconstruida y masoquizante y conocer un poco del mundo por este lado. Ni hablar de conectar con los canguros y toda la fauna que habita por acá".
Santiago Valcarcel
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