¿Cómo es Nollywood, la industria millonaria del “home video” de Nigeria?
25 de junio de 2018 • 15:43
El cine nigeriano genera entre 200.000 y 400.000 puestos de trabajo - Créditos: Reuters
Una maquinaria que nunca se detiene, que produce miles de películas por año y todas con éxito indiscutido. Así es Nollywood, la industria millonaria del cine nigeriano que actualmente compite cabeza a cabeza con monstruos del cine como Bollywood y Hollywood. No por nada es la segunda industria del cine más grande del mundo (ubicada detrás de Bollywood y por delante de Hollywood) y la segunda fuente de generación de empleo en Nigeria.
Hasta el momento, Nollywood era un término desconocido para los ojos de los lectores. Sin embargo, a 24 hs. del partido que disputará la Selección argentina frente a Nigeria, esta industria que encierra numerosas curiosidades comienza a escucharse de a poco y a hacerse más popular. Los interrogantes a su alrededor son varios: ¿cómo logra mantenerse a lo largo del tiempo con producciones de tan poca inversión? ¿Quiénes consumen estas películas? ¿Se puede trasladar este modelo a otros países de iguales características?
Entre tantas preguntas, también hay algunas certezas: su éxito es indiscutido y los números lo refuerzan. Sus costos de inversión son mínimos (cerca de 15.000 dólares por película), pero su nivel de producción es muy eficiente, se realizan 50 películas por semana, lo que da lugar a más de 2000 títulos al año. Una vez finalizadas, se venden en los mercadillos como pan caliente, a algo así como 5 dólares cada una. Este circulo de realización, además, genera entre 200.000 y 400.000 puestos de trabajo. Asimismo, los tiempos de producción también son mucho más cortos: en dos meses un equipo logra resolver todos los temas referidos a la elección del reparto y la distribución, algo que en otros países puede llevar años. En resumen, según el diario El País el cine nigeriano recauda unos 500 millones de dólares al año, lo que representa el 1,42 % del producto interno bruto del país. Un segmento que no para de generar ganancias para el país africano.
Si bien sus inicios datan de los años 50, las primeras películas digitales surgieron en los 90, más precisamente cuando la Autoridad Nigeriana Televisiva (NTA), el organismo estatal encargado de la radiodifusión de televisión en ese país, dejó de producir contenido y tuvo que dejar en la calle a miles de trabajadores. A esto se le sumó la llegada innumerable de los primeros reproductores de videos digitales, que, como no significaban un éxito comercial, empezaron a venderlos en combo junto con películas de Estados Unidos y la India. Otro factor clave en el auge del cine nigeriano fue la violencia que se vivía en las calles de este país. La situación económico-social empujó también a los habitantes a no poder circular por la ciudad y a tener que quedarse encerrados en sus casas mirando la televisión.
Se producen 50 películas por semana, lo que da lugar a más de 2000 títulos al año - Créditos: Reuters
El primer éxito nollywoodense vino de la mano de Living in Bondage, la película más recordada que parió esta industria y que fue craneada por el director Chris Obi Rapu. Su trama era bastante alejada a la fórmula del éxito del cine Hollywoodense y giraba en torno a un hombre que no podía escapar de una secta religiosa. Temas más que comunes en los guiones del cine nigeriano, ya que todos hablan de costumbres y cuestiones más locales, como la religión, la brujería, la moralidad y la venganza. Con muy poca inversión encima y filmada en lengua igbo (el idioma que hablan cerca de 18 millones de personas, proveniente de la etnia igbo), este film sigue cosechando glorias.
Eso sí, a la hora de los premios, Nollywood no tiene red carpet, paparazzis agolpados detrás de las vallas ni tampoco celebridades desfilando con los vestidos de los diseñadores internacionales más costosos del mundo de la moda. Es que estos largometrajes que están filmados con cámaras digitales que cualquier hijo de vecino puede llegar a tener en sus casas nunca llegan a proyectarse en las megapantallas de cine. Por un lado, debido a que las salas fueron cerradas por el peligro que se corría en las calles nigerianas y por su bajo nivel de distribución, obviamente muchísimo menor a la de Estados Unidos y Europa. Rara vez se proyectan en algún teatro reconocido.
Con todas estas carencias de producción y con algunos puntos a favor con relación a sus numerosas ventas y su posterior recaudación, Nollywood sigue siendo un fenómeno en periodo de ebullición. Los expertos en cine aseguran que esta industria seguirá en crecimiento y que en un futuro funcionará como un nexo de unión entre el público local, amante del séptimo arte, y el público internacional.
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