De Finlandia a Chile, cinco destinos de esquí récord
La pista negra más larga, el centro de esquí más antiguo, el que abre también en verano, la estación que invita a esquiar bajo aureolas boreales y el resort más alto, son algunos de los destinos más exóticos para practicar deportes de nieve
15 de julio de 2017
1. Francia. La pista negra más larga
En todas las estaciones del mundo, el color negro identifica a las pistas más difíciles. Pero ninguna lo es tanto como la Sarenne, en el Alpe-d'Huez. Se la considera a la vez como la más larga (una sola traza y no un combinado de varias) y la de mayor dificultad del mundo. Hay que tener un excelente dominio o mucha confianza en las propias capacidades para animársele. Es una sola bajada de 16 kilómetros de largo con un desnivel de casi dos kilómetros (1820 metros). Arranca a unos 3300 metros en la cumbre del Pico Blanco, en el corazón de Saboya, y se llega a bordo de un teleférico hasta una plataforma panorámica con una vista a 360°. En algunos tramos, la Sarenne tiene paredes de nieve y hielo muy abruptas, que las máquinas pisanieves nunca alcanzan a preparar.
2. Suiza. La estación más antigua
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St. Moritz es una pequeña ciudad de los Grisones, en el este de Suiza , un concentrado de lujos y sofisticaciones en medio de la nieve que se reinventa cada temporada. Se promociona como el lugar donde se inventó el turismo invernal: los hoteleros invitaban a sus clientes ingleses a fines del siglo XIX y les prometían más diversión en la nieve que durante el verano, caso contrario les devolvían el costo de la estadía. Así nació St. Moritz, el primer centro de esquí del mundo. El primero también en equiparse con electricidad y teléfono cuando eso era todavía un lujo impensado en medio de las montañas. La historia no termina ahí: St. Moritz inventó varios deportes de nieve, como el skeleton y el bobsleigh, y realizó por primera vez torneos de polo en una cancha de hielo. Por si faltara más, es el centro más soleado de los Alpes, con un promedio de 320 días de buen tiempo al año. Y tiene varias yapas: aguas termales, una estación adonde llegan los trenes más emblemáticos de Suiza, como el Glacier Express (el expreso más lento del mundo), y pistas que fueron diseñadas y mejoradas para recibir los JO de 1928 y los campeonatos del mundo de 1934, 1948, 1974, 2003 y 2017. En cuanto al esquí propiamente dicho, se totalizan nada menos que 350 kilómetros de bajadas.
3. Francia II. Abierto todo el año
En los Alpes varios centros proponen esquiar en contratemporada: cada verano, sus glaciares les permiten seguir abiertos. Esta actividad tiene un futuro incierto, porque el calentamiento global está achicando año tras años los hielos residuales alpinos, sea en Austria, en Suiza, en Italia o en Francia. En este último país es donde más se practica todavía el esquí de verano, como es el caso en Les Deux Alpes. Luego de la temporada invernal, los medios de elevación y las pistas más altas vuelven a abrir entre junio y septiembre, mientras el mountain bike copa las trazas más bajas, convertidas en meros senderos de montaña. La estación es una de las mecas de esta actividad y organiza una competencia mundial cada verano. Es también una etapa regular del Tour de France y del Giro de Italia, las dos competencias ciclísticas más prestigiosas del mundo.
4. Finlandia. Esquí bajo las auroras boreales
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Papá Noel tiene su pueblo de renos y de elfos y su parque de atracción en Rovaniemi, la principal ciudad del norte de Finlandia. Del otro lado del círculo polar, más de 200 kilómetros hacia el norte, está la pequeña estación de Ylläs. Es una de las tantas que hay en Escandinavia, con nieve abundante asegurada. En este caso, el touch de exotismo está asegurado por los vecinos samis (lapones) y sus rebaños de renos. Y sobre todo por las auroras boreales que iluminan la larga -muy larga noche de invierno. Entre diciembre y febrero el sol es apenas un recuerdo a esas latitudes y los reflejos verdosos y azulados son las únicas luces que se ven en el cielo. Para admirarlas mejor, el pueblo apaga todas las luces públicas a partir de cierta hora. El paisaje uniformemente blanco se convierte en un juego de volúmenes y matices bajo las telas verdes que parecen flotar en el firmamento.
5. Chile. Entre los más altos del planeta
Históricamente el centro de esquí más alto del mundo estaba en Bolivia, sobre el glaciar del cerro Chacaltaya, a más de 5000 metros. Pero el recalentamiento global lo hizo desaparecer y terminó así con el único centro que tenía nuestro vecino andino. Hay que bajar hacia el sur para encontrar el actual resort más alto. Se trata de Valle Nevado, en Chile . Este moderno centro está a apenas una hora de Santiago de Chile y año tras año crece en pistas, infraestructuras y hotelería. Sin embargo hay un lugar donde se puede hacer deportes de invierno por encima de los 3670 metros de la cota máxima de Valle Nevado: es en Hawai, donde se practica fuera de pista sobre las nieves del volcán Mauna Kea, a más de 4000 metros. De diciembre a febrero, se puede pasar en hora y media de la playa y la malla a la nieve y la campera térmica. Mientras tanto, en otro rincón del planeta, cerca de Teherán, el centro de Dizin también se promociona como el más alto del mundo. Sin embargo, su medio de elevación más alto llega sólo hasta 3630 metros, algunos menos que en Valle Nevado.