Quien visite alguno de los principales shoppings de Tailandia en estos días probablemente se encontrará con un argentino. O mejor dicho con sus creaciones, porque detrás de la monumental decoración navideña en nada menos que 30 centros comerciales del país asiático está el ilustrador argentino Javier González Burgos.
Este artista, de 44 años, nació en Rosario pero se trasladó a Buenos Aires para estudiar Diseño Gráfico y Realización Audiovisual en la UBA. Sus ilustraciones se publicaron y exhibieron en México, España, Chile, Francia, Canadá, Alemania, Reino Unidos, China, entre otros; y aparecen reproducidas en publicidades, parte de la colección permanente de Fratelli Branca, imanes, folletos, revistas, carteles, entre otros. Sus ilustraciones suelen aparecer también en La Nación.
Por estos días, cabezas de Papá Noel, duendes y renos revestidos de vidrio pintados con aerógrafo son algunas de sus criaturas que adornan en los centros comerciales de Tailandia.
“La campaña se comenzó a gestar el año pasado, pero a raíz del fallecimiento del rey, el 13 de octubre de 2016, todo quedó en pausa. En Tailandia es inconstitucional no respetar el duelo de no menos de un año. De ahí que durante la Navidad pasada el país se vistió de luto. Por suerte este año volvieron a llamarme para decirme que ahora más que nunca la Navidad debía desbordar de colores en señal de que el luto ya concluyó”, explica Javier sobre su trabajo para los motivos y la ambientación festiva en las tiendas de la cadena CPM.
Más allá de esta temática navideña, las creaciones de González Burgos tienen puntos de encuentro en objetos de la infancia, animales y la naturaleza. En varias publicaciones supo decir que todo lo que lo inspira “pertenece al mundo imaginario”.
Sus trabajos se realizan directamente en digital y sin bocetos previos. En el caso de que las ilustraciones se transformen en objetos decorativos, Javier los envía a talleres en donde se esculpen a mano sobre diferentes materiales como tergopol.
Gracias a su virtuosismo y simpatía, sus ilustraciones también han aparecido en más de 120 libros y marcas como Nike, Rexona, Coca Cola, Puma y Cynar han utilizado diseños para productos especializados. Además, la marca de indumentaria de niños Cheeky, utilizó ejemplares de sus personajes para adornar sus vidrieras.
Una de sus series más reconocidas es Disney distort, una seguidilla de caricaturas que toman a Goofy, Mickey y Donald y los transforman en personajes misteriosos y un poco deformes.
Gracias a la popularidad que han adquirido algunos de sus trabajos, Javier ha podido viajar por el mundo e inspirarse en otras culturas.
"Las muestras son para mi una manera de "exportar" parte de nuestra cultura, de nuestro arte ocal, a otras culturas muy distantes. En cada viaje que hago, trato de recorrer sitios que quizás no son comercialmente turísticos, pero que me generan "algo". Me atrae más observar los lugares pintorescos, de gente común de allí, y ver qué me cuentan", concluye el artista.
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