Se realizarán cerca de 600 desfiles callejeros en todos los barrios de Río de Janeiro
Este año el Carnaval en la ciudad será intenso. Las calles de Río de Janeiro son patrulladas por 9000 militares para garantizar la seguridad pública contra protestas sociales y huelgas, pero de todas maneras, la fiesta continúa
La gran celebración, la que se ve en la tele es la del Sambódromo, donde desfilan doce escuelas de samba del Grupo Especial, previsto para las noches del domingo 26 y el lunes 27 de febrero y que se espera que más de 60.000 personas colmen las gradas de la avenida del Marquês de Sapucaí.
Las entradas para el templo de del samba, diseñado por Oscar Neimeyer y con una pasarela de 700 metros, oscilan entre los 70 y los 160 dólares por persona y noche en la grada; entre 1430 y 2500 dólares para un grupo de seis personas en primera fila y hasta los 40.000 dólares que puede costar un camarote (palco) con todo tipo de lujo para ver seis escuelas una de las dos noches.
Se puede chequear un remanente de entradas disponibles en www.carnavales-brasil.com. La mayoría de las entradas ya está agotada.
Quien no quiera pagar tanto, puede esperar al desfile de los campeones, que se celebra el sábado siguiente con la presencia de las seis primeras escuelas clasificadas.
Pero el Carnaval también se vive en las calles y es multitudinario. La Alcaldía de Río de Janeiro autorizó el desfile de 452 blocos (comparsas) y bandas en las calles de la ciudad, 53 menos que el año pasado, y que realizarán un total de 578 desfiles por todos los barrios cariocas.
Los visitantes se pueden sumar a las comparsas y bailar hasta que el cuerpo aguante, incluso disfrazarse para la ocasión. En la feria Saara, en el centro, se consiguen disfraces desde 15 dólares.
Hay blocos para todos los gustos y todas las edades, pero, el más popular es el "de la bola preta" (la pelota negra), que convoca cada año a cerca de un millón de personas en el centro de Río y que es también el desfile donde se registra más robos.
En Diario do Río publican la agenda con los desfiles barriales y horarios.
Además de los conflictos sociales y con la policía, el carnaval de este año viene marcado por varias polémicas, como la decisión de algunos blocos de vetar la interpretación de varias músicas habituales, como "Maria Sapatao" (Maria zapatona), "Cabeleira do Zezé" (La cabellera de Zezé), "Índio quer apito" (el Indio quiere pitar) o "O teu cabelo nao nega" (Tu cabello no lo niega), por considerarlas políticamente incorrectas y llenas de prejuicios.
El desfile de las escolas de samba tampoco ha podido huir de la polémica, esta vez causada por la escuela Emperatriz Leopoldinense, que eligió homenajear este año a los indios y criticar el agronegocio, lo que generó duras críticas por parte del sector.
La empresa municipal de Turismo, Riotur, calcula que 1,5 millones de turistas visitarán Río de Janeiro durante el carnaval, con lo que el público total, entre cariocas y foráneos, llegaría a 5 millones de personas, un 10 por ciento más que el año pasado. Según la Asociación Hotelera de Río de Janeiro, la tasa de ocupación durante la semana de carnaval sería del 80 por ciento.
Los visitantes gastarán en la ciudad unos 3000 millones de reales (unos 950 millones de dólares). Y todos, como corresponde, siguiendo una máxima carioca: "Lo que pasa en Carnaval, allí se queda".
Agencias EFE y AFP
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