La experiencia única de nadar con rayas
A una hora de Miami, las Islas Caymán son muy conocidas por su bancos y beneficios fiscales, pero se destacan igualmente por sus fantásticas playas de postal
2 de diciembre de 2012 • 01:39
GRAN CAIMÁN.– Ni bancos ni caimanes. De las dos cosas que uno puede imaginar que encontrará cuando llegue a esta isla caribeña, ninguna aparece a simple vista.
En el caso de los primeros, sí se pueden ver algunos en Georgetown, el downtown de esta colonia británica. Sin embargo, no son muchos ni se diferencian tanto de los que hay en un lugar céntrico de cualquier ciudad. Que las entidades financieras no sean tan visibles no quiere decir que no estén ahí: son el primer sustento económico de este paraíso fiscal.
A los caimanes, por su parte, no se los puede encontrar: fueron extintos y ahora el emblema del país pasó a ser la tortuga. De hecho, con el nombre de ese animal bautizó Cristóbal Colón a este lugar en 1503, cuando realizó su cuarto viaje a América.
A pesar de que hoy las islas Caimán hoy son un territorio dependiente de la corona, es difícil identificar el ADN cultural de los que viven aquí: entre los 50 mil habitantes hay magnates de diferentes nacionalidades mezclados con locales y trabajadores llegados de otros países de la región.
Ver Islas Caymán en un mapa ampliado
Por más exótico que parezca a priori el destino, quien aterrice en el aeropuerto Owen Roberts se dará cuenta rápidamente que está en pleno Caribe al ver las espectaculares playas, el agua transparente y las cálidas temperaturas, que son inamovibles durante todo el año.
A una hora de Miami, las islas Caimán (son tres, pero la más importante y más habitada es la Gran Caimán) se ubican a menos de 300 kilómetros de Cuba o de Jamaica. A diferencia de otros centros turísticos como la Riviera Maya o Isla Margarita aquí no hay grandes resorts all inclusive, por la escasa superficie. Es que los 35 kilómetros de la isla se pueden recorrer en apenas unas horas. Los 197 kilómetros cuadrados de la Gran Caimán obligan a los pobladores a exprimir al máximo el espacio disponible. Por ejemplo, con sólo transitar la avenida West Bay Road por unos minutos, una postal surrealista sorprende a los visitantes: un cementerio, en el que sólo yacen nativos por cuestiones de espacio, se instaló en una increíble playa de arena blanca.
La historia que explica por qué este lugar fue privilegiado por la corona británica con la exención de pago de tributos se remonta a 1788. En ese año, diez barcos que volvían a Gran Bretaña procedentes de Jamaica naufragaron en las costas y fueron rescatados por los nativos. A modo de agradecimiento, el rey Jorge III del Reino Unido los eximió del pago de impuestos.
Playas paradisíacas
La más famosa y visitada, Playa de las Siete Millas es el destino obligado para los recién llegados. En la costa oeste, se puede recorrer completamente ya que todos los balnearios son públicos. Sobre este lado de la isla se encuentran los hoteles más importantes como el Ritz Carlton o el Westin Causarina.
Para quienes busquen una playa como las que aparecen en los pósters de las agencias de turismo, con agua transparente, palmeras y un muelle como de película, el lugar para conocer es Rum Point. Allí se puede comer en un pequeño restaurante de platos rápidos con precios accesibles (algo que no ocurre tan frecuentemente en el resto de la isla).
Quienes pretendan alternar el mar por otro tipo de atracción, los dos lugares para visitar son el jardín botánico y la granja de tortugas. El Queen Elizabeth Botanic Park es ideal para recorrer en días nublados (el calor, si no, puede ser agobiante) y observar las famosas iguanas azules, que estuvieron a punto de quedar extintas a comienzos de este siglo. Además de plantas y animales, la isla cuenta con más actividades para cambiar la rutina de la playa. Se puede admirar, por ejemplo, el increíble paisaje en un vuelo en helicóptero (que sale diariamente desde el centro) u optar por un paseo en un auténtico submarino con ventanas para observar la diversidad marina.
A pesar de que los beneficios fiscales podrían presuponer buenos precios en el momento de salir de compras, lo cierto es que es difícil encontrar ofertas. Perfumes, joyas y relojería son los rubros más buscados por los miles de turistas que desembarcan diariamente en el puerto de Georgetown, pero el valor de estos productos es similar o más caro que en un duty free de cualquier aeropuerto.
Si a pesar de todo queremos volver a casa con un suvenir, las opciones más económicas son la Tortuga Rum Cake (hecha a base de vainillas, ron y almendras) o una botella de salsa picante autóctona.
Sin caimanes a la vista, pero con rayas de lo más amistosas
Stingray city: la excursión obligatoria para los viajen a Caymán - Créditos: Paula Teller
De todas las actividades que hay en las islas Caimán hay una que es casi obligatoria, al menos para quien se atreva: Stingray City. Por unos 40 dólares (es una las excursiones más baratas), un pequeño barco nos lleva a una bahía donde el agua totalmente cristalina apenas nos sobrepasa la cintura.
Una vez afuera de la embarcación sube la adrenalina: varias decenas de mantarrayas se aproximan al grupo esperando recibir algo de comida. Y no son tímidas: se acercan, nos chocan y casi que se nos suben encima esperando algún bocado.A pesar del recuerdo que inevitablemente se nos viene a la cabeza del cazador de cocodrilos que desafió a uno de estos animales y no le fue nada bien, los guías intentan tranquilizar a los turistas. Cuentan que las rayas se acostumbraron a tratar con humanos hace décadas, cuando los pescadores lograron domesticarlas. Ya es tarde para lamentos: estamos en el agua junto a ellas.
Luego de media hora en la que nos pasan por al lado golpeándonos sin timidez, el capitán avisa que tenemos que irnos. Justo cuando nos estábamos haciendo amigos.
DATOS ÚTILES
Cómo llegar
- Desde Miami salen vuelos diarios de Cayman Airlines y American. Desde Buenos Aires, con American desde US$ 1500.
Imperdibles
- Excursión a Stingray City. Nadar con rayas y snorkel en aguas cristalinas. Desde US$ 40 por persona. Sun Rays Tours y Captain Mavin’s. Salidas por la mañana y por la tarde.
- Otras actividades: granja de tortugas (US$ 45 para adultos), nado con delfines (desde US$ 99), jardín botánico Queen Elizabeth II (US$ 10), submarino (US$ 90) y vuelo en helicóptero (120 dólares).
Dónde comprar
- La mayoría de los comercios está en Georgetown, el downtown de la isla. Otro lugar para conocer es el Camana Bay, un shopping a cielo abierto.
Dónde dormir
- El hotel Westin Casuarina, con una de las mejores playas en las que se puede ver el atardecer (desde 200 dólares).