Sólo 48 horas. Es ley. Si yo tuviera un jefe de esos que están esperando a que pise el palito para hacérmelo notar, debería haber vuelto al trabajo dos días después de haber sido papá. Dos días, ¿se entiende, no? La Ley 20744 (de contrato de trabajo) considera a la llegada de un hijo como un trámite más en un mundo paternalista, en el que el padre trabaja y provee dinero, y la madre es la responsable de la crianza y de atender el hogar. Algunas conquistas sociales actuales me hubieran hecho creer que esta ley ya no existía, pero para mi sorpresa sigue tan vigente como en la década del ‘50. Cuando en octubre hice un punteo de los temas que quería tocar en esta sección, el tema de las licencias por nacimiento estuvo desde el principio, pero por distintas razones de agenda se fue postergando hasta hoy, día en que voy a contarles sobre mi charla con la senadora María Laura Leguizamón (FPV), autora de un proyecto de ley que propone actualizar las licencias a períodos menos ridículos y anacrónicos.
"La ausencia no se reemplaza, y el calor que vos le das a tu bebé recién nacido es diferente al que le da la mamá", arranca Leguizamón, como para fundamentar uno de los motivos que la llevaron a presentar esta modificación a la ley actual. "La mamá está unida desde el principio con el bebé, y el padre tiene que construir un vínculo, y eso se hace desde la presencia. Hay estudios que demuestran qué es lo que sucede en la temprana edad cuando hay ausencia parental, que es muy distinto a lo que pasa cuando el padre es parte activa en la crianza", agrega.
En varios países de Europa la licencia por maternidad es de 6 meses, y en Noruega, desde 1993, los padres tienen 4 semanas completas para estar con su familia después del nacimiento. Mucho más cerca, algunas provincias ya extendieron sus licencias por maternidad para las empleadas públicas, y ya hay peticiones para que se extienda hacia las trabajadoras del sector privado.
Entre las modificaciones propuestas por Leguizamón está la de otorgar 10 días corridos por nacimiento de un hijo (en los casos de nacimientos múltiples corresponderá al trabajador el mismo plazo por cada hijo, a partir del segundo inclusive); y la misma cantidad por la obtención de guarda con fines de adopción, situación no contemplada en la ley vigente. Además se incluye el artículo 177 bis, que habla de los derechos de la trabajadora adoptante, quien gozará de una licencia de 90 días a partir de la obtención de la guarda con fines de adopción. "Creo que es un proyecto de ley que tiene buenas probabilidades de salir", se esperanza Leguizamón. "Mi tarea es convencer a mis colegas de darle prioridad a este proyecto, y notas como ésta son las que demuestran la importancia de que los bebés puedan estar con sus papás".
¿Pero quiénes son los que pueden estar en contra de esta ley? En principio pareciera que los principales perjudicados serían los empleadores, obligados a conceder más licencias a sus trabajadores hombres o mujeres, ya no sólo por nacimiento, también por adopción. "Quizás a algún sector no le caiga en simpatía esto porque va en contra de sus intereses, pero la Argentina está en una etapa en la que los derechos y las obligaciones están más claras. Una de las leyes laborales que voté fue la regularización de las empleadas domésticas, y hoy en día es vergonzante tener una empleada en negro", ejemplifica. "En algún momento la sociedad va a tener que entender que no está bueno que haya papás esperando a sus hijos y que sólo tengan 2 días de licencia".
Si bien hay y hubo decenas de proyectos en la misma línea (Héctor Recalde es uno de los legisladores que más trabajó en este tema), ninguno de ellos prosperó en el Congreso. En paralelo, la petición online presentada por Carolina Rubio ya tiene más de 62 mil firmas. Hacia el final de nuestra charla, le pregunté a María Laura qué se podía hacer desde nuestro lugar de ciudadanos para que este proyecto sea tratado en el Congreso: "Esto. Hay que hablar del tema. Yo voy a comentarle a mis colegas que hoy hice una nota con un papá periodista interesado en estar más con su bebé, que se interesó en dar a conocer más este tema". Y muchas veces, ya se sabe, los cambios arrancan cuando se empieza a presionar desde afuera.
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