Siete maneras refrescantes de redescubrir Miami
Navegar por la isla de los famosos, hacer safaris náuticos en busca de aligátores y hasta timonear una lancha, entre otras propuestas pasadas por agua y bien refrescantes
24 de diciembre de 2017
Paseos acuáticos imperdibles para vivir el destino y sus alrededores desde otra perspectiva - Créditos: Shutterstock
En Miami, sin dudas el agua es tan protagonista como los shoppings, las palmeras y las playas. En mar abierto, en la bahía de Biscayne o en los pantanos, el agua es un buen conductor para conocer otras facetas de la ciudad. Navegaciones tranquilas en busca de casas de famosos y puestas del sol memorables, propuestas más intrépidas para recorrer los pantanos en busca de aligátores y hasta sentirse una celebrity en una lancha propia.
En barco, por las casas de celebridades
Actores, cantantes, deportistas y otros millonarios se recluyen en islas con vistas al agua en South Beach. Por eso, estas mansiones se aprecian mejor desde un barco. Las compañías parten del centro comercial Bayside Marketplace y pasan por Fisher, Hibiscus y Star Island, como también la avenida de los millonarios (Millonaires Row) con anécdotas y datos curiosos sobre sus dueños. También se aprecia de cerca el Puerto de Miami con sus enormes cruceros, y se obtiene una vista panorámica del downtown y sus modernos rascacielos.
Island Queen Cruises hace diez salidas al día desde las 10:30. Los barcos tienen capacidad para 140 pasajeros, con asientos en la cabina con aire acondicionado o en la cubierta al exterior. El paseo de 90 minutos cuesta US$ 27 para adultos y US$ 19 los menores si se compra online. En el puerto cuesta US$ 3 más.
Hop on-hop off, en Fort Lauderdale
El recorrido empieza sobre el Riverwalk, un paseo costero sobre el río Tarpon que va paralelo a Las Olas Boulevard, la calle comercial de Fort Lauderdale. Se puede dejar el auto en Las Olas Riverfront Garage, adyacente a la parada 1 de water taxi. La ruta tiene 11 escalas numeradas, y es posible bajarse y subirse las veces que uno quiera durante el día. Hay muchos restaurantes, algunos sobre el agua. El barco atraviesa las penínsulas con forma de peine repletas de mansiones, entre las paradas 4 y 5. El paisaje simula una Venecia moderna donde viven muchos empresarios de marcas reconocidas. El barco hace dos escalas (8 y 9) muy cerca de la playa. Se puede bajar y llegar caminando. También recala en el Galleria Mall, el shopping de Fort Lauderdale con marcas como Apple, Victoria Secret y Macys. El último stop es un parque público donde se puede alquilar bicicletas, paddle board y kayaks. El paseo lleva todo el día.
Precio adultos US$ 26, y US$ 12 los menores de 5 a 11 años.
Puesta de sol en Key West
Key West convirtió el atardecer en una celebración. Cada tarde en esta pequeña islita, la más austral unida al país norteamericano, muchos ofrecen ver la puesta del sol desde el mar con opciones para públicos bien distintos. En el centro de Key West se pueden comparar las variantes que se exhiben al turista. Algunos barcos incluyen música, fiesta y venden bebidas alcohólicas; otros como la fragata Appledore ofrecen navegar apaciblemente esperando a que caiga el sol. El Jolly II Rover es un barco pirata, mientras otro con fondo de vidrio permite además mirar la vida submarina que habita estas aguas cristalinas. Los barcos pasan cerca de Sunset Key, exclusiva isla conocida por las casas multimillonarias de las celebrities. En general todos ofrecen aperitivos gratis. La excursión dura dos horas y hay que estar 30 minutos antes de la zarpada en el muelle. Tarifas van de US$ 40 a US$ 65 los adultos; entre US$ 29 y US$ 32 los menores.
Los Everglades en airboat
Las lanchas de piso chato propulsadas con un monstruoso ventilador en la popa son diferentes a cualquier paseo acuático convencional, y por su tipo, pueden circular con pocos centímetros de profundidad. Este tipo de embarcación llegó a la Florida en 1920 y ha sido un clásico desde entonces.
Los airboats se meten por los canales que entrecruzan los Everglades, el hogar por excelencia de los aligátores que habitan en este suelo. A toda velocidad, sintiendo el viento en la cara, se puede penetrar en los pantanos y comprobar por qué se les llama ríos de pasto. Se hacen algunas paradas para ver de cerca a los aligátores, que a veces parecen de plástico echados sobre la margen del canal, y otras asoman los ojos desde el agua con pausados movimientos. También hay muchos pájaros, víboras, tortugas, y mapaches, entre otros residentes.
El Parque Nacional Everglades tiene un ingreso sobre la ruta 41, llamada Old Tamiami Trail. Las empresas de airboats están antes y después del parque, en las cercanías al acceso. Algunos operadores son Cooperstown Airboats y Tigertail Airboats. Precios van de US$ 20 a US$ 40 para adultos.
Algunas opciones de empresas son: coopertownairboats.com y www.tigertailairboattours.com
Alquile su propia lancha
Hay muchos atractivos en la zona cuando uno va al volante o en este caso al timón. El Haulover Park tiene una concesión de alquiler de lanchas (no es requisito tener carnet de timonel). El área es ideal para salir a pispear sitios cercanos desconocidos para el automovilista. El banco de arena de Haulover, entre Bal Harbour y Sunny Isles, reúne los fines de semana cientos de lanchas, pero está casi vacío entresemana. Se puede descender con el agua al tobillo en el banco de arena en la mitad de una enorme bahía, con los rascacielos de Sunny Isles y Aventura de fondo. De yapa tal vez pueda ver alguna manta raya que suelen deambular por el banco. Siguiendo la navegación hacia el sur está la isla de Indian Creek Country Club, donde se asientan algunas de las casas más caras de todo el estado. El precio arranca en los US$ 125 la hora, o US$ 400 por 4 horas para una embarcación de 19 pies.
En Cayo Largo, el primero de los cayos que se desprenden al sur del continente, también se puede alquilar lancha, en el parque estatal Pennekamp. En este caso el mayor atractivo no es ver la ciudad desde el agua sino debajo de ella. Es ideal para hacer snorkel, ya que los corales atraen todo tipo de peces tropicales. Es la única barrera de coral viviente en los Estados Unidos. El precio por cuatro horas es de US$ 210, o US$ 359 para todo el día.
Alternativas como para levantar vuelo
Después del agua, nada como ir al cielo... ¡En hidroavión! Esta excursión parte desde Key Biscayne, apenas se cruza el puente que ingresa a dicha isla. El tour conocido como Miami y playas (US$ 225) es el más popular y dura una hora, incluyendo una vista panorámica de los rascacielos y South Beach. Se sobrevuela Key West pasando por su faro y las casas sobre pilotes salpicadas en la bahía de Biscayne, conocidas como Stiltsville. Al pegar la vuelta hacia el norte pasa por arriba de Coconut Grove, su Museo Vizcaya y sus jardines. El vuelo se vuelve bajo y lento sobre aguas cristalinas. El piloto hará lo posible para que alcance a ver la exótica vida marina con manta rayas, delfines, manatíes y tiburones.
Hay otros tours más cortos y menos costosos como South Beach (US$ 135 por persona, 15 minutos); Miami Skyline (US$ 160, 30 minutos). La reserva debe hacerse online como mínimo dos horas antes del vuelo, pero preferentemente con entre 5 y 24 horas de anticipación.
Lo ideal es llevar ojotas o zapatos para el agua. Si bien tiene un pequeño muellecito, a veces hay que mojarse los pies por arriba de los tobillos.
También es posible sobrevolar los cayos de la Florida en un planeador, conocido localmente como glider. Los viajes son sólo para una persona más el piloto y las tarifas arrancan desde los US$ 120, por 20 minutos a 600 metros de altura, hasta US$ 200, por un viaje de 45 minutos a 1400 metros del suelo. La opción más completa arroja una vista completa de la bahía de Biscayne, pasando por los Everglades, las islas que componen los cayos y el golfo de México.
Los turistas se sientan en la butaca delantera de estos aviones sin motor, disfrutando de la vista y el confort de un vuelo silencioso. Los vuelos parten del aeropuerto de Homestead, ubicado al sur de la península, a 80 minutos del aeropuerto de Miami.
Parasail, para valientes
Observar la costa a la distancia, desde lo alto, en este caso no es para cualquiera. El parasail es un paracaídas tomado a una lancha que circula despacio. El intrépido cliente parte parado desde la lancha, pero su soga se va soltando para tomar vuelo y admirar la costa y el mar turquesa como si fuera un pájaro.
Se puede volar de a dos y de a tres personas a la vez, en tiempos que van de 12 a 15 minutos. En Miami Beach, detrás del hotel Lowes está Miami Beach Parasail (US$ 85 por persona). Las salidas de las 9.30, 10.15 y 11 tienen un descuento de US$ 15. Unos kilómetros más al norte está Hollywood Parasail (US$ 65 a las 10 y las 11, y US$ 75 resto del día).
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