Hay ciclos pequeños como el de la respiración y grandes ciclos como las estaciones. El ciclo de la mujer tiene cuatro fases, como la Luna. La luna está directamente vinculada al movimiento de nuestras aguas internas y de nuestra energía. Conocer esas fases nos permite optimizar nuestra energía natural.
Fase Menstrual
La medicina toma como primer fase del ciclo la Fase Menstrual (es una convención ya que el ciclo fluye continuamente, no comienza ni termina) durante el que nuestra energía interna es igual a la que posee la Luna Nueva. La luna está oculta y no se deja ver, así estamos nosotras, con ganas de ir hacia adentro. En este momento nuestro canal intuitivo está completamente abierto, es por eso que estamos mucho más sensibles que en otro momento del ciclo. Para aprovechar esta energía intuitiva lo que hacemos es sembrar (en el campo se siembra siempre en luna nueva).
Para realizar una siembra consciente lo ideal es meditar, luego realizar la lista de intenciones concretas para el ciclo que comienza (qué cosas quiero, que cosas ya no quiero), tener esta lista a la vista o en tu altar durante el ciclo. Si querés ir más profundo podés recolectar un poquito de sangre menstrual y con estas intenciones en mente llevar tu sangre de vuelta a la tierra. La sangre menstrual es la única sangre que sale del cuerpo humano sin violencia, por eso es sangre de vida y se considera sagrada (en las culturas tradicionales las mujeres aún menstrúan directamente en la tierra y en su mayoría en los campos sembrados).
La sangre tiene nuestra información energética y biológica, la tierra interpreta esos códigos y comienza a actuar junto a nuestras intenciones, es la manera más rápida de volver a entablar un vínculo consciente con la tierra y con toda la naturaleza, disolviendo esa ilusión de separación. (Se puede realizar un oráculo donde podemos leer la información que esta sangre nos trae del ciclo vivido y también de nuestro linaje). Ya con las intenciones listas, estamos preparadas para impulsar la acción.
Fase Estrogénica
La fase que sigue se llama Estrogénica o pre-ovulatoria. En el cuerpo físico se está estimulando la maduración del ovocito. Y, energéticamente estamos preparadas para poner en marcha todas las intenciones de nuestra siembra. La energía interna es como la energía de la luna en su fase Creciente, significa que hay energía en ascenso, si estamos equilibradas sentimos el impulso de la acción, la liviandad física mental y emocional de una niña, avanzar y jugar, es momento de experimentar, planificar estrategias y probarlas.
Fase Ovulatoria
Esta energía "hacia afuera" llega a su punto máximo en la Fase Ovulatoria, en este momento nuestra energía interna es como la que tiene la luna cuando está Llena. Brilla, se manifiesta, atrae todas las miradas. Entonces, si estamos en equilibrio, es un momento ideal para manifestar, concretar todas las cosas que venimos elaborando, nos sentimos poderosas, la libido aumenta. Tenemos el poder de "dar vida" a eso que queremos.
Fase Luthea
La fase que sigue (si no hay fecundación) se llama Luthea por la hormona que actúa, más conocida como pre-menstrual. La energía que alcanzó el punto máximo de expansión comienza ahora a decrecer, a ir hacia adentro, como la luna Menguante. Esta etapa tiene dos aspectos: por un lado es un "duelo" estamos llegando al fin del ciclo, despidiendo todas las cosas que no se manifestaron, haciendo consciente y aceptando eso que no pudo ser. Por otro lado, como no hay gestación nuestro sistema interpreta que puede dedicarse al cuidado personal, y sobre todo a darse placer, a disfrutar. Si comezás a observarte es muy posible que sea en este período que vas a la pelu, te hacés las uñas, sacás lo que ya no querés del guardarropas, cambiás de lugar las cosas de tu casa. Es momento de prepararse para un nuevo comienzo. Es momento de dar fin, limpiar, reorganizar. Te preparas para recibir tu ciclo y realizar una nueva siembra. Todo vuelve a comenzar.
Encauzar las energías
Comprendernos como parte de la naturaleza ciclando en constante transformación nos da la posibilidad de alinearnos y fluir en un ritmo natural, disolviendo las incomodidades acumuladas en el cuerpo físico, mental y emocional.
- Cuando la mujer no menstrua (por embarazo, plenipausia, disfunción hormonal) su ciclo se acompasa con el ciclo lunar.
- Aunque físicamente una mujer no posea su matriz (útero) el centro energético sigue estando y es necesario reconocerlo y sanarlo.
- Se puede acompañar el ciclo desde la práctica de yoga (asanas, pranayamas, mudras, meditación, bandhas), la alimentación consciente, plantas medicinales, sahumo, masajes.
- Realizar reloj menstrual, registro escrito del ciclo en un diagrama a través del cual descubrimos patrones y disfunciones que según la fase en la que se manifiesten nos dan información precisa para trabajar y sanar.
- Realizar Oráculo, tintura madre, crema y cristales con nuestra sangre.
Por Flor Beber, Co-creadora de Chaco Yoga Matriz, Instructora de Hatha Yoga, especializada en Yogaterapia y Eutonía y en Yoga para embarazadas. Terapeuta Menstrual Madretierra.
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