La microminifalda de Miu Miu que Nicole Kidman usó en su portada de Vanity Fair y se viralizó en redes

Ahora, ¿qué tenés que saber sobre este look marcado por lo “micro”?

Miu Miu es la segunda línea de Prada y se trata de una marca que construyó su identidad alrededor de una estética adolescente, jóven y disruptiva. Fuer durante París Fashion Week que esta microminifalda tuvo su debut y lo hizo bajo el ala de la modelo Rianne Van Rompaey. Con muchísimos comentarios y un gran debate alrededor de esta nueva tendencia, esta fue la manera en que la marca anticipó el revival de la moda a lo Britney. Es decir, prendas groseramente cortadas, tiro bajo, cinturones de cadenas y top o sweater corto.

Sin embargo, fue la portada de Nicole Kidman para Vanity Fair la que dio el puntapié inicial de una tendencia que -al día de hoy- combina la alta moda (en donde modelos como Yugo Takano, Hunter Schafer, Lim Yoon-a, Lara Ston ya compartieron sus looks) con la creatividad de los internautas y la generación de cientos de memes. Tan popular llega a ser esta prenda, que hasta se creó una cuenta de Instagram que reúne todos los contenidos generados a su alrededor.

Después de muchos años en donde diferentes influencers y voceras de la positivdad del cuerpo pusieron sobre la mesa la importancia de la diversidad, del factor de la comodidad dentro de la moda y de que -en definitiva- hay un valor especial en tomar las tendencias y crear la propia; este nuevo look reabre el debate sobre si esta vuelta de conjuntos tan extremos como el de Miu Miu no supone un paso atrás para una industria que demoró décadas en abrirse y aceptar otros tipos de belleza.

Sin embargo, lo que es fundamental es saber que se ha dado (y sigue en proceso) un fuerte cambio cultural dentro de nuestra sociedad y -más allá de la pasarela parisina- este look fue apropiado una gran diversidad de modelos. Entre ellas, Paloma Elsesser, modelo estadounidense plus size y activista que optó por posar con la falda en la portada de I-D para visibilizar cuerpos reales, desobedientes, libres.

Entonces, si bien todavía existe un enorme trabajo por realizar y debates que requieren de cientos de voces, también es cierto que si bien los ítems de los ‘00 pueden volver, lo que no debería tener un come back son los cánones de belleza que aquella moda nos había impuesto. Es hora de permitirnos vivir nuestro cuerpo aunque se vea y sienta diferente al resto, sin las bajadas de línea constantes con las que nos instruyen cómo vestirnos, maquillarnos, depilarnos y cuánto debemos pesar.