Lady Di: 8 looks que revolucionaron la moda

La primera foto de Diana y Carlos recorrió el planeta y llevó un tejido peruano artesanal a todas las portadas. La futura princesa visitó una casa llamada “Inca, The Peruvian Shop”, ubicada en Londres, en la que se vendían prendas hechas a mano. Dicen que la prenda que fue replicada por un centenar de marcas alrededor del mundo, le costó en aquel entonces (1981) 5,75 libras esterlinas. 

El día que anunciaron su compromiso Diana puso de moda 3 ítems en un solo acto: el conjunto azul con hombreras, el cinturón que sigue siendo un must sobre todo con polleras midi y la blusa pussy blow que todavía es un rotundo sí.

En 1989, cuando ya estaba clarísima su pasión por la moda, eligió un look que ella misma nombró Elvis, en honor al rey del rock, firmado por Catherine Walker. Perlas, chaqueta y cuello elevado fue lo que eligió Diana para asistir a los British Fashion Awards.

John Travolta bailó con las más lindas: con Lady Di. En 1985 la princesa le regaló a los fotógrafos una icónica imagen bailando junto a la estrella de Hollywood luciendo un vestido de una pieza de terciopelo azul de Victor Edelstein. La cola de sirena y los hombros al aire se convirtieron pronto en un ícono de la moda contemporánea.

Si viste The Crown vas a recordar la escena: en medio de una gran crisis matrimonial Diana decidió dejar su palco en la ópera de Londres para subirse al escenario. Durante meses ensayó junto al bailarín Wayne Sleep una versión de Uptown Girl de Billy Joel, el hit de la época. Por supuesto que a Carlos y a la realeza entera el gesto los indignó. Pero la imagen de la princesa que desafió todas las reglas en un vestido blanco, lánguido y que dejaba ver su hermosa figura, dio vuelta al mundo y al mundo le pareció por demás simpática.

Si la moda comunica, este vestido inventó un lenguaje propio.  En 1994, horas después de que Carlos hubiese confesado en cadena nacional que le había sido infiel, la princesa se decidió a aparece públicamente en la fiesta de la Serpentine Gallery enfundada en un pequeño vestido negro de Christina Stambolian. Con el corazón roto pero la cabeza en alto, consiguió que la mirada de los paparazzis se concentraran en su look y no en su marido: las tapas de los diarios ingleses amanecieron con un titular sobre el Carlos desleal y una foto inolvidable de Diana hecha una diosa.

Cuando por fin el divorcio fue un hecho, en 1996, Diana acudió por primera y única vez a la MET Gala. Esa vez fue suficiente para pasar a la historia con un vestido de seda azul con detalles de encaje negro de la primera colección de Dior hecha por John Galliano.

Finalmente, si algo nos dejó a todas es la premisa de que la moda puede ser cómoda. Buzos, suéters, pantalones hogados, jeans, chatas: todo lo que te haga sentir bien puede ser la próxima tendencia. Desde oversizes hasta tote bags para llevar lo que de verdad necesitás, Diana impulsó todo.  Las mujeres del mundo pudieron identificarse con ella cada vez que en un partido de polo lejos de vestir como una señora pacata, se sacó los disfraces y fue ella misma. Eso fue lo que trascendió y lo que hoy recordamos.