Cari,
Al leer tu relato de la semana pasada, no pude evitar largar unas lágrimas... Y no son las hormonas del embarazo! Realmente no pude frenar la emoción que me generó, que vino cargada de una sensación agridulce. Porque desde ya que no puedo dejar de sentir una enorme tristeza de no haber podido estar ahí, de vivir ese reencuentro tan esperado y único. Sin dudas un momento histórico en nuestra familia.
Pero ¿sabés qué, Cari? Me lo contaste de una forma que me hizo sentir que de alguna manera estuve presente; me ayudaste a sentirme parte. Porque aunque no los conozco a ellos, te conozco a vos y al resto de la familia, los lugares donde se juntaron y me puedo imaginar ahí, puedo imaginar las conversaciones. Con tu relato me regalaste aunque sea unos minutos de lo que fue. Me hiciste partícipe de esta historia. Nuestra historia de familia.
Esas son algunas de las cosas que uno sacrifica cuando toma la decisión de mudarse a otro país, de estar lejos. Aunque yo esta vez me fui por unos meses nomás, no puedo evitar sentir que esto es como una prueba para mí, llegado el caso de tomar la decisión a largo plazo. ¡Son cosas a tener en cuenta!
Pero por otro lado, tomar ese importante paso hacia lo desconocido, a pesar de los sacrificios, puede traer a su vez cosas increíbles, ¡sucesos mágicos!
Uno de ellos ocurrió este sábado 25 de julio.
Como te había anticipado hace unas semanas, la fundación Rhino Art realizó un evento de caridad, para juntar fondos con el propósito de ayudar a combatir la caza furtiva del rinoceronte en Sudáfrica, mediante la educación de los chicos.
Fue una noche muy divertida, llena de música, juegos, premios, rifas ¡y muchas risas! Fue un evento verdaderamente lindo en el que se respiraba dulzura, desinterés, sensibilidad y generosidad.
Y por mi parte no pude evitar sentir una felicidad y un honor increíbles (y un poquito de nervios, por qué no...) al ver uno de mis cuadros expuesto ahí, junto a los de otros artistas, a punto de ser subastado para la causa.
Al finalizar la noche nos informaron que con los fondos recaudados va a ser posible llegar a 25.000 personas a través de la educación y concientización de los más chicos y sus familias!
Pero no sólo el sábado fue acontecido... ¡el domingo también fue más que interesante!
Después de una semana de pura lluvia acá en Port Elizabeth, al fin ayer salió el sol y pudimos disfrutar de la playa, una linda caminata, un pescadito frente al mar ¡y Alex hasta se metió al agua! Pero como últimamente pasa acá en PE, la tranquilidad y "normalidad" de lo cotidiano no dura mucho... ¡pronto tuvimos visitantes acuáticos inesperados!
Primero se hizo presente una familia muy numerosa de delfines!!
¡Pasaron justo por detrás de los surfistas! No puedo imaginar lo que debe ser estar en el agua y que te naden a metros decenas de estos hermosos animales, ¡¡increíble!! ¡Hasta barrenaban las olas!
Es por eso que Alex no lo dudó y pegamos la vuelta para que se pueda poner el traje y agarrar la tabla de barrenar que tiene acá. Lamentablemente no tuvo suerte con los delfines, que aparecieron nuevamente recién una vez que ya estaba fuera del agua y nos sentamos a almorzar! Mala suerte!!
Pero cuando todavía estaba adentro del agua y yo le estaba sacando algunas fotos, apareció otro visitante marino, pero este no era bienvenido... Era un tiburón!!!! Antes de que te asustes, aclaro que estaba bastante lejos y no parecía muy grande, pero ¿qué importa no? Era un tiburón!! Y mi marido en el agua!!!
Recién pude darme cuenta de lo que era cuando vi la foto que había sacado del bicho dando un gran salto (probablemente estaba cazando una gaviota)!
Por supuesto que lo primero que hice fue hacerle señas a Alex para que salga ya del agua!! Pero él no estaba solo, había un montón de otra gente en el mar, porque transcurría un torneíto de surf (sí, otro) y estaban todavía más cerca de donde había saltado el tiburón! Por miedo a que no lo hayan visto fui a avisar a los organizadores, a lo que me responden "Ah, sí! Ya lo vimos, yo también le saqué una foto, mirá! No pasa nada!!" y siguió mirando la competencia...
Bueno, que estos sudafricanos locos hagan lo que quieran, nosotros nos fuimos, bien lejos del agua!
Como ves, Cari, a nuestros domingos en Sudáfrica no les falta condimento!! Espero que a la baby en mi panza no le molesten tantos sobresaltos!! Ya desde el vientre viviendo aventuras!
Ella y yo te mandamos todo el cariño del mundo!!
Te queremos mucho!
Sofi
En esta nota: