Cómo saber si quiere algo más que amistad: así te podés dar cuenta

La primera vez que salimos a tomar un vino, charlamos un montón. Ambos éramos conscientes de la buena onda que habíamos pegado. Y en más de una oportunidad me dijo que era re linda, que seguro tengo muchos pretendientes y cosas así. Pero, en líneas generales, muy buena onda y muy buena charla entre los dos.

Cuando nos fuimos del bar porque yo ya tenía que volver a mi casa, me acompañó a tomarme un taxi unas cuatro cuadras y, en medio de la breve caminata, me cubrió los hombros con su campera porque yo tenía frío (un caballero y un lindo gesto). Cuando llegamos a la esquina donde iba a esperar el taxi, justo venía uno vacío. Lo frenó, me dijo: “Bueno, la pasé re bien, gracias por la linda charla, sos una genia”. Abrazo, me subí al taxi y me fui. Me quedé TIESA. Como pensando: ¿Y mi chape?

Ya sé… no todas las citas tienen que terminar con un chape y, además, quizás al flaco le gusta ir lento. Pero, amiga, ya vamos 3 citas y no pasa nada. Y no es no hay onda. Hay una RE onda, y encima durante semana hablamos un montón, y nos contamos nuestras cosas.

También existe la posibilidad de que el flaco sólo me quiera de amiga.. ¿No? Nunca hablamos expresamente de qué busca cada uno; en primer lugar, porque no es necesario y, segundo, porque tampoco se dio una charla en la que podríamos tocar ese tema. Así que, por lo pronto, es todo una incógnita.

Hace dos semanas conté en mis historias de Instagram que se me había roto mi pava eléctrica y él, como es técnico, me escribió al toque para decirme que la pasaba a buscar por casa y se la llevaba para arreglármela. Coordinamos para que pase un día de semana antes de que yo saliera a mi trabajo y se la llevara para repararla.

Ese día estuvimos como media hora charlando de todo en la puerta de casa. Y no recuerdo bien en qué contexto de la charla fue que me hizo un comentario tipo: “Si yo no avancé con vos por ese lado es porque sentí que había una barrera”… Entonces yo ahí me quedé pensando: ¿Le gusto, pero no se anima a avanzar? ¿O no le gusto y me quiere de amiga?

Hay muchas personas que buscan nuevas amistades. Incluso hay aplicaciones que ofrecen esta opción. Cada vez son más las personas que hacen match para ser amigos y tener alguien con quien ir al cine, tomar una copa de vino, cosas así.

¿Será el caso de Pablo pero de manera analógica?

No sé… Pero lo que sí sé es que hoy nos vemos para que me devuelva mi pava eléctrica con un vino de por medio. Quizás mañana tenga más respuestas, o no. En mi próxima columna les cuento.