Barbie sigue grabada en nuestro inconsciente

Soñé ser Barbie. De chica, a falta de una, tenía una casa con muchas muñecas. En cada espacio, hacía que intercambien entre ellas, que jueguen a tomar el té, que cocinen y se cambien de ropa. No imaginé que jugar con Barbies podía tener consecuencias no tan divertidas.

La marca de muñecas nació en 1959 fabricada por la empresa Mattel. Ruth Handler, en los años 50, se dio cuenta de que su hija prefería jugar con muñecas adultas. Le propuso a su esposo crear una muñeca con las características de una mujer. La inspiración de Barbie fue una muñeca erótica que se llamaba Bild Lilli, se vendía en Alemania a hombres y, más adelante, se empezó a ofrecer a las niñas para que jueguen.

Una de las líneas "Barbie Baby-Sits" venía con un libro sobre "Cómo bajar de peso", que en el dorso daba el consejo: "No coma" (1963). Este libro también venía en otra línea que se llamaba "Slumber Party" que, a su vez, traía una balanza que marcaba el peso de 110 libras (50 kg), peso que está muy por debajo del esperado para una persona con 1,75 m de altura. Según una investigación realizada por el Hospital Universitario Central de Helsinki, Finlandia, carecería del porcentaje de grasa corporal del 17% al 22% necesario para que una mujer tenga la menstruación.