Redes: el video de la niñera norteamericana que se hizo viral

Chelsea, una nena de 12 años menudita y aparentemente tímida, se sube al auto de Jackie ‘Jax’ Miskanic, su niñera. 

Jax, sonrisa grande, rodete desprolijo, le canta una canción que compuso especialmente para levantarle el ánimo luego de que una compañera le dijera que se veía “chata y gorda” cuando se probó un traje de baño para ir a una fiesta en una pileta. 

Y lo ve el mundo. 

Además del mensaje body positive, que no es algo nuevo y que ya escuchamos mil veces, hay algo en la irreverencia, en la frescura y en el humor con el que Jax canta mirando a la cámara, y las bromas que comparte con Chelsea, que hace que nos sintamos cerca, muy cerca, de ellas. 

Jax era desconocida para nosotros, de este lado del mundo, pero formó parte del exitoso reality American Idol y tiene en su cuenta en TikTok más de 11 millones de seguidores. Un lindo numerito, piensen que en la República Argentina somos aprox. 45 millones. 

Volvamos, apenas en un par de días empezamos a tararear “Victoria´s Secret”, algunas personas le sumaron subtítulos y varios la compartimos. También empezamos a ver a Jax hasta en la sopa y los medios masivos levantaron el video cuando ya era viral. Hoy, solo en las cuentas de la niñera, tiene más de 39 millones de reproducciones en TikTok, más de 3 en Youtube y más de 1 millón en Instagram, y contando. 

La canción, además, trepó al número uno de la lista Billboard, un sitio al que no llegan muchos músicos ni con el respaldo de discográficas poderosas. 

Es que a Jax la llevó “la gente” hasta ahí.

Nosotros.

No sabemos bien por qué algo se hace viral. Hay infinidad de análisis posteriores pero no hay una receta previa. Pero, como dije antes, lo que vimos nos acercó a Jax. La sentimos honesta.

La canción es pegadiza y la crítica es pertinente y sin filtros. Además, lo cuenta desde su propia experiencia, desde un lugar de dolor pero sin victimizarse.

Entonces, es posible que nos hayamos sentido un poco ella, sufridas por la angustia de los cuerpos únicos e inalcanzables, metidas en algún probador metiendo panza, y es posible también que hayamos visto en Chelsea no solo a la niña que fuimos, sino también a nuestras hijas, a nuestras alumnas y a nuestras sobrinas. Para sumar, hay algo de esperanza en esta canción: Una chica que cuida a una nena, desde su auto, puede hacer que una empresa gigante tenga que salir a dar explicaciones.

Y como elegimos creer que pidió permiso para publicar la cara de Chelsea, las madres, además, pensamos de dónde corno sacamos a una niñera como Jax. ¿No sería genial?

Como me gusta volver a mirar, y en esta columna estamos para eso, me la pasé preguntándole a todo el mundo en dónde había visto el video en cuestión. 

Todas las respuestas, en TikTok, en Instagram, me lo mandaron por WhatsApp, en la cuenta de un diario en internet, etc., apuntan a un solo lugar: las redes sociales. 

Más allá de que es un contenido que nació para redes, te pregunto: ¿algo de esto hubiera sido posible sin las redes sociales? 

Y la respuesta es obvia: "No, o hubiera sido muy, pero muy, difícil y hubiera llevado mucho, pero mucho, más tiempo".

Ni el impulso de la carrera musical de Jax, ni la propagación tremendamente viral del mensaje positivo, ni las charlas que despertó en consecuencia, ni que la marca tuviera que salir a responder, ni que vos o yo lo hayamos visto y estemos, ahora mismo, conversando sobre el tema… nada de eso hubiera pasado sin la existencia de las redes sociales.

¿Es esta columna una defensa de las redes? Puede ser,  pero sobre todo es un recordatorio de que somos nosotros los que decimos qué compartimos, qué consumimos y qué amplificamos.

Como en este caso, bien por Jax, por vos y por mí, que con las redes hicimos red.