Según los críticos, estas son las 7 series argentinas que no deberías perderte

- Dramedy costumbrista

- Una sola temporada

Uno de los éxitos más grandes de 2023, Nada está protagonizada por Luis Brandoni y contó con la participación especial del mismísimo Robert De Niro. Jugando con algunos de los aspectos más icónicos y divertidos de la argentinidad, el personaje principal es un crítico gastronómico que vive algo aislado de la realidad ya que su ama de llaves se encarga de absolutamente todo. Después de que muere repentinamente, él se ve obligado a hacerse cargo de muchísimas cosas y una joven empleada doméstica va a ser clave para que lo logre.

- Drama basado en hechos reales

- Una sola temporada que estrena el 8 de noviembre

Quizá uno de los estrenos más fuertes y poderosos de este año, esta nueva ficción de Prime Video está basada en la tragedia de Cromañón que ocurrió en 2004 después de que —durante un recital de la banda argentina Callejeros— se incendiara el lugar y como consecuencia cientos de chicos perdieran la vida. Narrando la historia ficcional de un grupo de amigos fanáticos de la banda, la serie está inspirada en muchísimas casos reales y muestra el "antes-durante-después" de la masacre.

- Fantasía

- Dos temporadas

Con Leo Sbaraglia como el gran protagonista, esta serie de 2017 fue un gran ejemplo de la capacidad narrativa que la televisión argentina tiene a la hora de construir fantasía. Basada en la novela gráfica de Pablo De Santis y Juan Sáenz Valiente, la ficción nos lleva a un mundo onírico y nos presenta a este hipnotizador que desde hace años sufre de insomnio debido a una maldición ejecutada por su gran enemigo, Darek. A medida que va conociendo diferentes personajes que le piden ayuda para resolver sus problemas, él mismo tendrá que enfrentar a su antagonista para poder volver a dormir.

- Comedia

- Dos temporadas

La gran serie de Martín Piroyansky que ya se convirtió en una ficción de culto, Porno y helado es otra de las comedias que tiene el sello de la argentinidad al 100%. La ficción nos presenta a este grupo de amigos (dos de ellos, que tienen como principal plan de fin de semana ver porno y comer helado), que después de crear una falsa banda para conquistar a una chica, ven cómo la mentira se hace más grande de lo que pueden manejar y hasta terminan tocando en uno de sus antros favoritos. Con una segunda temporada que se va a una estructura más procedimental en donde cada episodio es una minihistoria, vas a llorar de la risa con cada una de las situaciones.

- Thriller criminal

- Tres temporadas

- Sin lugar a dudas uno de los grandes éxitos de la pantalla chica argentina y una de las series más vistas de Disney + (acá, las novedades de la cuarta temporada), Guillermo Francella brilla en este personaje medio dexteriano. Encargado de un pituco edificio de Belgrano, Eliseo ha construido una red de pequeña corrupción en donde siempre está buscando sacar una buena tajada y beneficios. Mientras que en la primera temporada debe luchar contra la posibilidad de que lo rajen porque quieren instalar una pileta en la terraza, la segunda algunos inquilinos buscan desenmascararlo y en la tercera se vuelve emprendedor enfrentando al mismísimo sindicato de los porteros.

- Dramedy

- 2 temporadas

Una de las comfort series más divertidas de la pantalla argentina, esta ficción está muy en mood de la tendencia norteamericana en donde grandes comediantes dan vida a versiones ficcionales de ellos (desde One Mississippi hasta Better Things). Sebastián Wainraich interpreta a este conductor de radio que se divorcia y que mientras navega los dramas diarios —laborales, amorosos, de la paternidad, etc—, todo será tamizado con su mirada cínica y descreída de la vida.

- Drama criminal

- 3 temporadas

- Basada en la novela de Gustavo Malajovich y protagonizada por Joaquín Furriel, Jardín de bronce es un atrapante drama criminal a la altura de las producciones norteamericanas. Durante la primera temporada acompañamos a Fabián Danubio en la lucha por encontrar a su hija, quien desapareció del cumpleaños de un amigo sin dejar ningún tipo de rastro. Mezclando elementos clásicos de los dramas familiares y criminales, la ficción también combinó con maestría cierto misticismo y elementos de cultos espirituales.