Jakub Jankto: "Soy homosexual y ya no quiero esconderme"

El posteo se viralizó en redes y fue noticia. No faltaron las palabras de afecto y, tampoco, las reflexiones respecto de que ya no debería ser necesario “salir del clóset”, dar cuenta de la sexualidad (sólo se habla de esto cuando se es gay), y en un video en el que el joven aclara que es profesional, serio y apasionado en lo que hace. Claro, pareciera que en el fútbol masculino sólo juegan varones heterosexuales. Eso no es así, y el gesto de Jakub Jankto, este joven de 27 años que juega en el Sparta Praga, se vuelve necesario (el anterior futbolista que había salido del clóset fue Josh Cavalho, en 2021).

Traemos esta historia porque cada 19 de febrero se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia en el Fútbol. ¿Por qué se conmemora hoy? Es para recordar al jugador inglés Justin Fanashu, considerado el primer futbolista reconocido en hablar públicamente de su homosexualidad. Terminó suicidándose en 1998, a los 37 años.

Pasaron muchos años, sin embargo, incluso en el último Mundial -Qatar 2022- el fútbol y la homosexualidad volvieron a tomar relevancia pública y a desnudar la discriminación.

Javier Elena, del equipo de Comunicación de Grow- género y trabajo, reflexiona sobre este tema y sostiene que el deporte puede ser un ámbito muy importante para la construcción de sociedades más justas e igualitarias. “Lamentablemente, esta fecha no ha perdido vigencia y la homosexualidad en el mundo del fútbol sigue siendo un tabú, salvo contadas excepciones”, dice.Según sostiene, el mundial de Qatar habilitó debates interesantes alrededor de este tema. “Desde el anuncio de la sede se publicaron denuncias que alertaban sobre la falta de libertades en el país anfitrión. Si bien válidas y necesarias, en un país con una normativa que penaliza -entre otras cosas- la homosexualidad, también deberíamos replantearnos el grado de libertad vivido por los futbolistas en el resto del mundo”, propone.

Elena analiza que, en nuestro país, esa homofobia se sostiene a partir de un supuesto folklore que excluye cualquier tipo de diversidad sexual. “Tanto dentro como fuera de la cancha se promueve una masculinidad con características como la fortaleza, la agresividad, el aguante, que no solo excluye, sino que condena cualquier desviación heteronormativa”, dice.

Hace un repaso por el cancionero de las hinchadas para sostener su reflexión. Tal vez eso explica por qué en el fútbol argentino, con casi 100 años de profesionalismo, no conocemos ni un futbolista homosexual. “¿Es que no ha habido ninguno?”, se pregunta, irónicamente, el experto.

Como dijo Jankto, tiene derecho de vivir libremente, de amar a quien quiera. No debería dar explicaciones a nadie por su orientación sexual.