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Somos agua: ¿cómo fluir para conectarnos con nuestro "yo" más acuático?

El agua es nuestro primer hogar y un símbolo de nuestro mundo emocional. ¿Cómo fluir para ganar bienestar?


¿Cómo fluir para conectarnos con nuestro "yo" más acuático?

¿Cómo fluir para conectarnos con nuestro "yo" más acuático? - Créditos: Getty



Sé agua, amigo mío”, quizá sea una de las frases más célebres de Bruce Lee. El ícono del cine de acción y maestro del kung fu quería dar, con estas palabras, un consejo sobre cómo afrontar la vida: ser flexible ante las circunstancias, no establecerse en una forma, adaptarse, moldearse. Como el agua.  

El agua tiene una presencia muy poderosa en el ser humano. Para empezar, es nuestro primer medio. Flotamos en líquido antes de nacer. Además, un gran porcentaje de nuestro peso corporal está compuesto por dicho elemento. Pero también los pensamientos, los sentimientos y hasta el mundo onírico tienen una tendencia muy acuática. Fluyen, suben, bajan, se desbordan, se cuelan entre recovecos. 

 

En la doctrina hinduista, el segundo chakra –ubicado en la parte inferior del abdomen– simboliza el agua. Representa el espacio propio, el encuentro personal con nosotros mismos. El agua aparece como el centro de supervivencia, el lugar donde diseñamos nuestras armas para la vida. 

Entonces, ¿cómo logramos amoldarnos ante las situaciones diarias? ¿Cómo ser flexibles frente a las contingencias? ¿Cómo podemos ser como el agua?
¿Y cómo podemos, entonces, aplicar esto que nos decía tan sabiamente Bruce Lee? ¿Cómo logramos amoldarnos ante las situaciones diarias? ¿Cómo ser flexibles frente a las contingencias? ¿Cómo podemos ser como el agua?

El poder del agua: fluir a un "yo" más acuático

El poder del agua nos invita a conectarnos con las actividades más simples. Acá, te dejamos un repaso con algunas que podemos implementar en nuestro día a día para ayudarnos a fluir y conectarnos con nuestro “yo” más acuático. 

Fluir para conectarnos con nuestro "yo" acuático.

Fluir para conectarnos con nuestro "yo" acuático. - Créditos: Getty

  • Respiración consciente. El proceso de la respiración podría entenderse también como un proceso acuático. El aire entra y sale de nuestro cuerpo en un vaivén rítmico, fluido como el oleaje del mar. Por eso, a la hora de empezar a buscar esa flexibilidad para enfrentar nuestra rutina, un buen ejercicio puede ser hallar un momento para hacer una respiración consciente. Sencillamente encontrar un lugar tranquilo para estar a solas y conectarnos con ese proceso tan básico y esencial para nuestra vida: sentir cómo el aire entra y sale de nuestro cuerpo. También podemos recostarnos con las manos sobre la pelvis o sobre el pecho y respirar unas 20 veces. Nos va a ayudar a bajar los decibeles y a ganar calma, importantísima para la toma de decisiones. 

  • Mover el cuerpo. El movimiento y el sudor nos ayudan a expandir y remover las aguas dentro del cuerpo, a sacudir nuestras emociones. Para poder ser flexibles ante las situaciones difíciles de la vida, es importante que nuestro cuerpo también sea flexible. Bailar, practicar algún deporte, salir a caminar. Todo lo que nos permita movernos y sudar va a ayudar también a que nuestros sentimientos se muevan y se liberen.

  • Cambiar la energía. ¿Nunca te pasó que estás trabada con algo que no te sale y mientras más te empecinás en lograrlo, menos éxito tenés? En esos momentos, no hay nada más útil que cambiar la energía. Dejar de intentar eso que no te sale y salir a caminar, darte un baño de inmersión o poner esa canción que te encanta y bailar. Involucrar al cuerpo permite que esa energía cambie, que el agua interior se mueva.   

  • Escuchar tus sentimientos. ¿Sos consciente de cómo están tus aguas interiores? ¿Te permitís liberar tus emociones o te avergüenza expresar lo que sentís? El mundo del agua es también el mundo de lo emocional. Para dejarte atravesar por eso que te está pasando, un buen ejercicio es tomarte unos minutos al día y pensar en cómo te sentís. ¿Estás contenta, triste, angustiada, ansiosa? Podés ir anotando en un cuaderno esas sensaciones y, así, al final de la semana, evaluar cómo te venís sintiendo en estos últimos días, por qué te pasa y qué podés hacer para potenciarlo o cambiarlo.

Observar el mundo emocional: ¿cómo están tus aguas?

Astrológicamente, el agua simboliza el lenguaje de las emociones. Es el elemento que nos da acceso al mundo de la intuición, la aceptación, la empatía, el amor, la compasión y el perdón. Es la transformación emocional, el poder de sanar heridas, y es a través del elemento del agua que podemos dar y recibir amor.

El agua y el alma comparten una conexión profunda: ambas son impredecibles e indefinibles. Reflexionemos sobre la notable capacidad de este elemento para adaptarse a diversos recipientes: a pesar de su materialidad y presencia, se amolda a la forma de su contenedor.

Si bien en astrología hay signos específicamente de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis), este elemento está presente en todas nosotras en mayor o menor medida.

Te contamos las diferencias si estás conectada con el agua o si tenés exceso o déficit de ella en tu mundo astral: 

  • Si estás conectada con el agua o tenés un correcto balance de este elemento: es probable que tengas mayor facilidad para gestionar tus emociones. El concepto de “inteligencia emocional” está muy ligado al equilibrio de este elemento.

  • Si tenés un exceso de energía de  agua: puede que, en cambio, te sientas desbordada. Lo que sentís te pasa por arriba y te arrolla. Tener control sobre este elemento significa también no dejar que las emociones nos dominen. 

  • Si tenés un déficit de energía de agua: es probable que los demás te perciban como fría o distante, y que vos misma sientas una disociación o desconexión con tu mundo emocional. Una especie de escudo que te impide empatizar al 100% con los demás y entender sus sentimientos. 

Tres experiencias para potenciar tu lado acuático

  1. 1

    Flotario

    La terapia de flotación busca aprovechar el agua como medio para relajarte, aquietar el sistema nervioso y combatir el estrés y las tensiones. Consiste en acostarse en una pileta individual con agua a temperatura corporal y altísima concentración en sal de Epsom en un espacio totalmente insonorizado y con luz tenue. Ideal para relajar.
    ¿Dónde? Zero Gravité (Bucarelli 1658, CABA).
    ¿Cuánto? $14.500 la sesión de 60 minutos.
    Más info: @flotariozerogravite.

  2. 2

    Wakeboard

    El wakeboard o esquí acuático es una actividad deportiva divertida y desafiante. En Hudson, a 30 minutos de Buenos Aires, está HWC, un parque de wakeboard donde podés iniciarte en la práctica. Hay clases con profesor o libres (si ya sabés andar). Además, tiene un restaurante y una playita ideal para pasar la tarde en familia. 
    ¿Dónde? Hudson Wakeboard Club 
    ¿Cuánto? Hay promo de clase + alquiler de equipo por $12.000.
    Más info: @hudsonwakeboardclub.

  3. 3

    Ceremonia acuática

    Se trata de una práctica guiada que fusiona el movimiento, la vibración y la flotación en agua templada, pensada para la gestión del estrés, la relajación y la flexibilidad, entre otros beneficios. Se puede hacer de forma individual, en parejas o en grupos.
    ¿Dónde? Awak Ceremonias.
    ¿Cuánto? $12.000 la sesión individual de una hora.
    Más info: @awakceremonias.

Ilustraciones de @Flori.rodri.

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