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Volver al trabajo después de un duelo: las claves para atravesarlo

Conversamos con Violeta Vázquez, terapeuta y tanatóloga, acerca de cómo facilitar la adaptación al trabajo tras un duelo y por qué es fundamental visibilizar el proceso y sus múltiples emociones.


Los tiempos de duelo son muy personales: dependerá de las herramientas psicológicas y la historia personal de cada persona

Los tiempos de duelo son muy personales: dependerá de las herramientas psicológicas y la historia personal de cada persona  - Créditos: Getty Images



Hay que admitir que hablar de la muerte nos incomoda y nos llena de preguntas existenciales de difícil de respuesta, especialmente en la cultura occidental donde se opta por silenciarla o pasarla por alto “lo más rápido posible”. Pero el duelo es sano y necesario, por eso buscamos visibilizar de qué se trata, cuáles son las herramientas para transitarlos de la mejor forma posible e incluso cómo poder aprovecharlos para nuestro crecimiento personal. En muchos casos, el contacto con la finitud, con eso que se termina de forma a, abrupta hace replantearnos prioridades y actualizar necesidades.  

Como dice Violeta Vázquez, tanatóloga, puericultora, escritora y creadora del método Biorizoma, los duelos no se sanan ni superan, se transitan: “son procesos fisiológicos de adaptación a una realidad adversa que requieren mucha de nuestra energía disponible para elaborar y conectar con el dolor, y luego poder conectar con la aceptación”.

 

Tampoco son procesos lineales y siempre están condicionados por la historia de vida de cada persona y por el tipo de herramientas de apego adquiridas en la infancia (si esa persona se sintió querida, segura y respetada, por ejemplo).  

 

“Lo primero que hay que saber es que hay tantos duelos como personas ya que no se manifiesta igual en cada una las mismas experiencias y emociones. Sabemos que el duelo tiene diferentes estrategias para adaptarse a una nueva realidad dolorosa. Esas estrategias tienen que ver con nuestra infancia, los apegos seguros que tuvimos en esa etapa, con la capacidad que tuvimos para gestionar duelos anteriores”, cuenta a OHLALÁ y advierte algo que muchas veces perdemos de vista: “Cuando hablamos de duelos, no necesariamente se refiere a la muerte de un ser querido, también se puede estar atravesando un duelo por la ruptura de un vínculo amoroso o la ruptura de una amistad, por el fallecimiento de una mascota o una perdida gestacional o, incluso, por la pérdida de un espacio laboral”.

Cuando un compañero/a de trabajo regresa tras un duelo, es más saludable preguntar y poner en palabras el dolor que invisibilizarlo.

Cuando un compañero/a de trabajo regresa tras un duelo, es más saludable preguntar y poner en palabras el dolor que invisibilizarlo. - Créditos: Getty Images

Estrategias de adaptación al duelo y emociones comunes

De acuerdo a Violeta, las estrategias de adaptación y ajuste a momentos de realidades dolorosas dependen de los duelos que muchas veces quedaron suspendidos y también de las herramientas psicológicas que tenemos para gestionar momentos difíciles.

Entre las emociones que aparecen y que son esperables se encuentra la ira, la culpa y la negación, que son “mascaras del dolor”. También se encuentra la profunda tristeza y la necesidad de conectar hacia adentro con la soledad. Va a depender de cada persona y de cada tipo de duelo. Violeta lo detalla:

Algunas personas atraviesan emociones como la ira, la culpa, o la negación como mecanismo de evitación al contacto con el dolor. También hay otras personas que buscan conectar constantemente con el dolor (al menos en una primera etapa del duelo), y que buscan dialogar con el mundo interior a través de la tristeza y del dolor propiamente dicho. En este contexto, las personas nos descubrimos en duelo teniendo necesidades muy diversas y estrategias adaptativas también variadas: por momento necesitamos el contacto con la red de apoyo, por otros necesitamos la soledad.

En general, no tenemos un buen apoyo del entorno, dice, porque la sociedad no mira la perdida, la muerte, y por eso cuesta tanto como sociedad contar con las estrategias para apoyar a una persona en estas circunstancias.

Consejos para acompañar a alguien en duelo

  • Hay frases que son poco eficaces y suelen ser frecuentes: “llamame si me necesitas” se suele decir a la persona que está en duelo, pero esa persona muchas veces no sabe lo que necesita, suele estar “congelada”. Una manera de ayudar es aportar con actividades concretas: ofrecer ayuda con la casa, los chicos, con las compras en supermercado o diversos trámites.

  • En el trabajo hay que prestar atención a una situación común: Cuando la persona se reinserta en sus actividades se suele intentar que nadie haga alusión a la muerte, porque se presupone que se puede entristecer. Pero es un error, en cambio siente que es se invisibiliza su dolor.

    “Cuanto más funcional y conectada con sus tareas habituales se observa a la persona en duelo, menos se habla y, en realidad, es al revés, porque cuando van pasando las semanas y los meses las personas se acostumbran a enfrentar las tareas de todos los días, pero también el dolor se vuelve mas profundo y la tristeza aparece con más facilidad. Cuando mas necesitamos que se ponga palabra al dolor, el entorno menos lo hace porque no quiere sacer el tema obviamente por la falta de herramientas”, aclara Violeta.

  • Otro factor determinante, el tipo de vínculo que se tiene con ese espacio laboral a donde se regresa: No es lo mismo volver a las tareas laborales luego de un año de estar acompañando a un ser amado en un proceso de enfermedad y sentir que vuelvo a tener el tiempo para encargarme de mis cosas, y más aún si el trabajo era de tu agrado. En este caso hasta puede resultar aliviador. En cambio, volver al trabajo luego de una pérdida inesperada, y si agregamos que es a un espacio laboral poco querido, el proceso de duelo será totalmente distinto. En ese caso suele aparecer la sensación de vacío o de “para qué” seguir.

Sugerencias para las personas en duelo

  1. 1

    Hablar de lo que siento

  2. 2

    Saber que está bien no tener fuerzas ni ganas, ni la misma concentración que antes

  3. 3

    Aceptar que no "rendimos" como antes

  4. 4

    Es prioridad cuidarnos como cuando eramos bebes y dependíamos de la mirada de un adulto: es un periodo en el que esta bueno estar atentos a alimentarnos bien, a hidratarnos, a cuidar de nuestra salud física y atender al cuerpo en sus necesidades básicas

  5. 5

    Priorizar actividades de expresión. El arte como canal.

  6. 6

    Aprender a decir “ahora no puedo”. Respetar nuestro cansancio y necesidad de silencio.

  7. 7

    No pretender ser las mismas personas al volver al trabajo porque tenemos nuevas necesidades y estamos en transformación: hay que aprender a conocernos en la nueva versión de nosotros mismos

  8. 8

    Un duelo es un buen momento para hacer cambios: por ejemplo, pedir un cambio dentro del trabajo (de tareas o de espacio físico) y aprovechar la revolución interna para hacer una limpieza general en las distintas áreas de mi vida.

¿El tiempo es importante en el duelo?

El tiempo no es importante en sí mismo, dice la experta consultada; en cambio, el foco debería estar puesto en el proceso y en la posibilidad de alternar entre la conexión plena con el dolor y la conexión con la transformación y reconstrucción de la nueva realidad.

Sin embargo, algo es seguro: el duelo no termina luego de las licencias laborales y hay que reinsertarse en pleno proceso. “En algunas oportunidades, los espacios laborales nos pueden conectar con el disfrute cuando se trata de trabajos que nos entusiasman, y es entonces cuando también puede aparecer el sentimiento de culpa por tener una sensación de satisfacción. Aunque la culpa es una máscara más del dolor, también está bueno recordar que tenemos derecho a seguir viviendo y que es muy provechoso conectar con momentos de placer, siempre que sea posible.

Licencias por duelo: De acuerdo a la Resolución 214/2016, un trabajador/a tiene derecho a 5 días de licencia por fallecimiento de padres, esposa e hijos, 3 días por fallecimiento de hermanos y 1 día por fallecimiento de nietos, abuelos y familiar político de primer grado.

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