Anteúltimo finde largo del año: 5 escapadas para desconectar antes de despedir al 2023

Ideal para: tomarte un respiro y disfrutar de la mejor gastronomía.

Qué hacer: el circuito de aguas del spa, en pleno corazón de la capital cordobesa, son un plan en sí mismo, viajan de todas partes del país para conocer esta experiencia acuática enmarcada en una arquitectura que simula ser una catatumba jesuítica, invitando al silencio y la contemplación. ¿De qué se trata? Es un circuito de doce pasos ($24.000 por persona) que invita a hacer una desintoxicación profunda a través de cambios de temperatura y una interacción lúdica con el agua. Además, en la casa de té del hotel se puede vivir la ceremonia del té japonesa o coreana, con tés cosechados en la Argentina, donde el interés creciente por estas plantaciones milenarias está logrando poner en valor la producción local. Se acompaña con un maridaje sublime, guiado con amorosidad y sencillez por Elina Butto, una de sus creadoras.

Dónde comer: podés cenar en Bruma, el restó del hotel, con una buena propuesta veggie (imperdibles los ñoquis); pero una cita especial puede ser conocer El Papagayo (@elpapagayo69), liderado por Javier Rodríguez, con un menú de pasos, para disfrutar una cena de lujo. 

Dónde dormir: cuenta con habitaciones variadas, algunas tipo departamentitos para organizar un viaje de amigas, pero si estás en plan romántico, rompé el chanchito para disfrutar de la Suite Azur, con hidromasaje y patio propio, en un cuarto íntimo y sexy. Hay a partir de $44.500 por persona en base doble.

Más info: azurrealhotel.com.
 

Ideal para: experimentar el espíritu de Indonesia en el Tigre. Llegar a Minahasa es un planazo para aislarte literalmente de la ciudad y disfrutar de un par de días en plena conexión con la naturaleza, lo salvaje del río y sentir el pulso asiático en cada rincón del lugar, ya que la historia del complejo cuenta que sus tres dueños vivieron en Indonesia durante cuatro años y trajeron todo el mobiliario y las estructuras desde ahí. 

Qué hacer: además de tirarte a leer en los sillones que dan al río, también podés hacer paseos en canoa, caminatas por el arroyo Esperita y hacerte un baño de bosque, podés tomar un masaje thai ($3000 la hora) o tomar alguna clase de yoga y meditación (aprox. $2000); todo eso lo podés coordinar con Luli, la cálida y amorosa anfitriona del lugar. Otro planazo puede ser darte una vuelta por el Puerto de Frutos de Tigre antes de tomarte la lancha taxi (te recomendamos a Germán, de @lancha.taxi.guri).  

Dónde comer: el complejo está equipado para que puedas cocinar o también hay caterings isleños que te la llevan; pero si querés salir, no dejes de probar el fabuloso thali de Daksha (@dakshacocina). Otro plan es la pulpería de los hermanos López May (@lopezmaypulperia). 
Dónde dormir: hay 4 cabañas (para 6 o 9 personas). Las tarifas en base doble arrancan en $41.000 por una noche, $58.000 por dos noches y $73.000 por tres noches. Menores de 10, no pagan.

Más info: @somosminahasa.
 

Ideal para: desconectarte y sumergirte en otro ritmo, a menos de dos horas de la capital. Aunque ya sabemos que quizás agarrar la Ruta 2 en las vísperas de un finde largo no es el mejor plan del mundo, la buena noticia es que Chascomús está lo suficientemente cerca como para que, al ver el cartel de llegada, todavía mantengas el entusiasmo arriba. Con la laguna como atractivo principal –cuya extensión ocupa unos 30 km2– y toda su costanera llena de bares y puestos gastronómicos, esta ciudad es ideal para una escapada de pocos días que te permita conectarte con el ritmo más pausado, las horas silenciosas de la religiosa siesta y los atardeceres anaranjados sobre la laguna.

Qué hacer: esta ciudad tiene más de 40.000 habitantes, pero todavía se maneja con aires de pueblo, entonces la propuesta tampoco te exige un ritmo muy vertiginoso ni hacer un maratón de planes. Mi plan favorito fue salir a caminar por la Costanera España, improvisar un pícnic y recorrer su casco histórico, que está repleto de casas emblemáticas.

Si querés sumarle un plus, te recomendamos alojarte en Casa Laurel, un nuevo hotel boutique, sofisticado y moderno, que fue emplazado en la casa donde residió el ex presidente Raúl Alfonsín desde fines de los 50 hasta 1976. En la misma casa funcionaba su estudio jurídico, así que también ahí podés visitar su despacho de abogado, que hoy funciona como un pequeño museo con varios de sus objetos y pertenencias. Este jueves 5 de octubre es la inauguración oficial de este hotel, con la proyección de una serie documental inédita de cortos sobre el ex presidente. El evento contará con la participación especial de la dupla vanguardista de artistas Martin Churba y Jessica Trosman, quienes realizaron el montaje de la obra FENIX, 2022 confeccionada con materiales reciclados y que se encuentra en exhibición en las instalaciones del hotel.

Dónde comer: además de la alta gastronomía del hotel, si querés comer o tomar un cafecito con vista a la laguna, el spot ideal es Café Mulé (@mulecafe); si preferís respirar algo de vida campestre, el lugar es Estancia La Alameda (@estancialaalamedaok), un remanso que también ofrece la posibilidad de pasar un día de campo, con actividades como cabalgatas y paseos en kayak por la laguna, planazo si vas con chicos o en familia.

Dónde dormir: los findes largos hay una promoción especial; si reservás 3 noches, la tercera tiene 50% off. Las habitaciones arrancan en $50.000 en base doble (con desayuno incluido) y la Suite Presidente, desde $57.500. En Lavalle 227.

Más info: @casalaurelhotel.
 

Ideal para: disfrutar de la cadencia pueblerina, las esquinas con ochavas, las siestas, el canto de los pajaritos.

Qué hacer: recorrer y picar algo en los típicos boliches tradicionales, como El Botará, famoso por las picadas campestres y donde podés comprar unos quesos para llevar a casa, y el Bessonart (@boliche_de_bessonart), un bar antiguo que es el punto de encuentro obligado cuando cae el sol. La visita guiada por los Bares Históricos es un tour a pie que dura más o menos una hora y media, es gratis y sale todos los sábados a las 18 hs de la Dirección de Turismo (Zerboni y Arellano), excepto que llueva. Lo ideal es reservar antes por mail a turismo@areco.gob.ar, o a través de las redes sociales. 

Dónde comer: Almacén de Ramos Generales (ramosgeneralesareco.com.ar) es un bodegón con pastas y postres clásicos. Lo mejor es reservar por teléfono antes de ir. La Olla de Cobre (@laolladecobreoficial) es una chocolatería tradicional, famosa por sus bombones y alfajores. 

Dónde dormir: Posada de la Plaza, una casona antigua frente a la Plaza Güemes, ideal para moverse caminando. Habitación doble desde $ 46.800, con desayuno de campo casero, wifi y estacionamiento descubierto, sujeto a disponibilidad. 

Más info: @posadadelaplaza.

Ideal para: un plan foodie + wellness. Es el destino perfecto para unos días de puro placer en cualquier momento del año. El lujo está siempre a mano en un amanecer en el mar, una caminata por la playa con los pies en el agua y en la arena, animarse a practicar una actividad nueva y descubrirse en modo aprendiz, probar delicias en los cafecitos, panaderías y pastelerías que están poblando la ciudad, volver a los lugares de la infancia. Y el mar, que limpia todo y recarga el shot de energía necesario para terminar el año.

Qué hacer: Nati Coste dicta clases de stand up paddle para todos los niveles en la playa del Cabo Corrientes (@bajadadelcabo), y se puede practicar todos los días que el clima acompañe. Incluye el equipo completo –tabla, remo y traje de neoprene–, estacionamiento y ducha. Después de entrenar, pasate por No Coffee No Prana (@no_coffee_no_prana), la primera cafetería de especialidad de la ciudad, con huerta agroecológica y pastelería 100% plant based. Vive dentro de Luleå MDQ (@luleayogastudio), un espacio que nuclea un estudio de yoga y una tienda de ropa. Podés tomar clases o participar de alguna actividad especial, como el taller de huerta urbana del finde largo de octubre. 

Dónde comer: Trattoria Napolitana Vespoli (@latrattorianapolitana), la primera sorrentinería del país y un clásico de Mardel. En temporada alta o finde largo, reservá con tiempo. Little Ofelia (@littleofelia), una pastelería artesanal para tomar café ahí mismo o armar una caja de manjares para un pícnic frente al mar. Imperdibles los eclairs y las variedades de cheesecake.

Dónde dormir: Posada Güemes, un hotel boutique encantador atendido por sus dueños, atentos a que la experiencia de cada huésped sea inolvidable. Queda en el corazón de la zona comercial y a pocas cuadras de la playa. Habitación doble desde $36.100, incluye desayuno a la carta (que se adapta a dietas especiales), wifi, Netflix y amenities de tocador. 

Más info: @posadaguemesmdq.