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Estudio moda, fui a mi primer BAFWEEK y descubrí 6 cosas que no son como esperaba

Constanza Berra tiene 20 años y durante toda la semana de la moda fue a los desfiles BAFWEEK. Nos cuenta su experiencia de primeriza.


El desfile de Helena Dakak fue en Galpón LABA: bajo la mirada de Constanza.

El desfile de Helena Dakak fue en Galpón LABA: bajo la mirada de Constanza. - Créditos: Gentileza BAFWEEK



Soy estudiante de Diseño y Gestión de Estéticas para la Moda (UADE). Esta semana fui a la Buenos Aires Fashion Week, más conocida como la BAFWEEK, donde se presentaron las colecciones de Otoño-Invierno para este 2024. 

Aunque antes había ido de forma ocasional, esta fue la primera vez que viví el vértigo de una semana llena de desfiles: todos los días fui a uno por lo menos. Una experiencia intensa en la que 6 cosas me sorprendieron.
 

Mi primer BAFWEEK: 6 cosas me sorprendieron

Blue Sheep presentó su nueva colección en el Hotel de los Inmigrantes.

Blue Sheep presentó su nueva colección en el Hotel de los Inmigrantes. - Créditos: Gentileza BAFWEEK

1. NO TODO ES LA PRIMERA FILA

Pude sentarme en primera fila en varias ocasiones porque la mamá de mi novio es periodista y fui su +1. Sí, jugué con esta ventaja, lo reconozco. Cuando ella pasa, dice “soy invitada de prensa” y la llevan a la codiciada first row a la que muchas veces (no todas) también me dieron acceso a mí. Es una ubicación premium, que te pone en contacto directo con la pasarela, donde nadie te da la espalda, estás cómodamente sentada y compartís espacio con personas “vip”.

Más allá del estatus y reconocimiento que la primera fila presupone, estar cara a cara con el/la modelo, ver el estreno de nuevas prendas y apreciar en primer plano todos los detalles en el estilismo, no tiene precio. Creo que todo cobra más sentido cuando me acuerdo de que soy una simple estudiante y que me encuentro rodeada de personas que saben mucho de la moda y el diseño, que es lo que me apasiona.  

Sin embargo, cuando no estás en la primera fila, está buenísimo igual y hasta puede llegar a ser más enriquecedor. Es una experiencia más descontracturada, elegís vos en ángulo desde el cual querés ver el desfile, podés incluso tener otras perspectivas: desde más lejos, desde otra altura. El movimiento y el contacto con los demás te hace sentir parte, es menos frío.

Por otra parte hay personas que no tienen una ubicación preferencial porque están trabajando. Es el caso de quienes hacen pasantías por ejemplo y, si bien no ven la pasarela en primer plano, tienen acceso al backstage y a conocer toda la dinámica del desfile, un espectáculo aparte.

Poder mirar en primer plano la escena es tener una ubicación de privilegio, pero no es la única

Poder mirar en primer plano la escena es tener una ubicación de privilegio, pero no es la única - Créditos: Gentileza BAFWEEK

2. EL ¿QUÉ ME PONGO? ES COMO PARA IR A LA CANCHA

Vestirte para ir a un desfile es más de lo que creía: puede ser un entretenido desafío de ser parte sin dejar de ser vos. En todas las ocasiones me detuve un día antes a intentar descifrar el concepto de la marca. Siempre me mantuve fiel a mi estilo (porque de eso se trata) pero lo adapté a la mirada de la etiqueta y así fui eligiendo entre colores vivos o neutros, looks más clásicos o más descontracturados, etc. Muchas veces mis papás me preguntaron por qué hacía esto y les dije: “a la cancha se va con los colores del equipo, y en el mejor de los casos con la camiseta”. 

Hay muchas marcas que fomentan un sólo estilo y hay otras que son más libres en ese sentido. Creo que el vestir de los invitados también suma en la construcción de la historia que narra la firma y por eso hay tanta dedicación. Por supuesto los neutros o más clásicos como el total black nunca faltan y nunca fallan. Se vio mucho el auge de los stilettos, las medias de colores, la vuelta del rojo y el animal print, y una gran presencia de accesorios.
 

Elegir el look adecuado para cada presentación, es parte del juego. Espacios Estrella fue la locación para Prüne, allí están los talleres de la marca.

Elegir el look adecuado para cada presentación, es parte del juego. Espacios Estrella fue la locación para Prüne, allí están los talleres de la marca.

3. EL ANTES Y EL DESPUÉS DURAN MÁS QUE EL DESFILE

En la previa se encuentran todos los personajes que hacen a un desfile: desde los invitados, como los famosos y la prensa, algunos trabajadores de los locales de las marcas, maquilladores, productores, familia y amigos de las y los modelos, y muchos otros. Compartir espacio con personas que admiro fue mágico y me hizo sentir que estaba un poco más cerca de a donde quiero llegar con mi carrera

La previa a un desfile es como un cóctel de emoción, intriga y sentir que sos parte de algo especial. Hay un murmullo incesante pero muy interesante, generado por las charlas entre quienes se apasionan por el mundo de la moda y el diseño. Los organizadores empiezan a pedir que la gente vuelva a su lugar ya que el show está por comenzar. De un momento a otro hay un cambio en la atmósfera: la música o las luces se apagan y el murmullo termina. Salen los y las modelos y todos los celulares empiezan a grabar. 

Los desfiles se hacen en lugares especialmente pensados y duran unos pocos minutos, a veces, menos de diez. 

Prüne armó una pasarela entre los cueros y máquinas de su fábrica, y REVOLVER hizo una cena-desfile en el Restaurante Español.

Mi preferido en este sentido fue el desfile de Helena Dakak: se ambientó un galpón con un piso verde, pintado especialmente para la ocasión, y asientos cubo, también verdes, que estaban a tono con el arco del que salían las modelos. La iluminación y la música acompañaban a las protagonistas que recorrían el lugar dejando atrás la forma de recta de pasarela. La sensación con la que me quedé es que estaba en una cajita de música, esas que tenían una bailarina y sonaban cuando las abrías. 

En el post desfile, me encanta pasar desapercibida y así ir escuchando las impresiones de los invitados. Cada uno de ellos elige, fiel a su estilo, un lugar y una pose para sacarse una foto post show que luego va directo al feed.

Las largas filas como la del show de Sadaels y el after, son momentos que le suman al espectáculo.

Las largas filas como la del show de Sadaels y el after, son momentos que le suman al espectáculo. - Créditos: Gentileza BAFWEEK

4. LO QUE PASA EN REDES ES PARTE DEL SHOW

El contenido creado por algunos/as influencers suele ser fascinante. Cada uno presencia el desfile desde un lugar único, con distintas intensidades de luz y proximidades a los modelos. Lo más significativo para mí es que cada creador de contenido tiene algo exclusivo para resaltar: algunos se centran en los zapatos, otros en los accesorios y algunos más en la cautivadora ambientación, entre otros detalles.

Este diverso enfoque da riqueza a la experiencia, destacando la variedad de perspectivas y apreciaciones de la moda.

El desfile no termina cuando finaliza, sigue en los posteos. Tanto es los que mirás en otras cuentas (y te llevan a conocer otras perspectivas de lo mismo que vos viste) como en las propias redes.

Volver de un desfile era repasar en el carrete las imágenes para detectar cuáles podían contar mejor lo que había visto y compartirlo en mis stories de IG inmediatamente. Los Tik Tok me llevaron más tiempo para editarlos con elementos como música y transiciones.

Recibí un montón de mensajes de amigos que opinaban sobre el desfile según lo que veían por mis redes y eso me pareció genial. Sentí que acortaba la distancia entre mis followers.

Cada pasada está meditadamente pensada y preparada para que los desfiles salgan bien

Cada pasada está meditadamente pensada y preparada para que los desfiles salgan bien - Créditos: Gentileza BAFWEEK

5. HABLEMOS DE "EXCLUSIVIDAD": ¿ES TAN ASÍ? Y ¿POR QUÉ?

Vi en distintas redes como TikTok e Instagram un enojo generalizado sobre la exclusividad que tiene la BAFWEEK. Alguna vez estudié en sociología de la moda que esta industria perpetúa la distinción social, y así es. Es una realidad que la moda no es del todo democrática y no es para todos, ni mucho menos para todos igual.

El acceso a las fashion weeks a nivel mundial se considera un privilegio y eso es lo que las hace tan deseables. Creo que siempre está bueno darle la oportunidad a nuevos personajes de que entren en la escena y, si bien no podría hablar de otros años, esta semana hubo muchas puertas abiertas para nosotros; es decir, los estudiantes y/o apasionados que no tenemos un lugar reservado a fines comerciales. 

Desde pasantías en cursos de producción de moda hasta ser invitados por la propia marca porque, aunque no se regalen entradas masivamente, en general hay un cupo para nosotros los estudiantes e interesados en este mundo.

Kosiuko hace algunos años pone a disposición de sus seguidores algunas entradas para poder acceder al desfile y me parece espectacular. Es una realidad que hay algunas marcas más chicas que no tienen la posibilidad tanto física como económica para hacer eventos donde puedan invitar mucha gente. A pesar de esto, creo que es un gran logro que en Buenos Aires haya una fashion week que fomente la cultura de la moda (y la cultura, en general) y entusiasme a los nuevos diseñadores a animarse, jugarse y mandarse. 

 

Además de ir como “+1”, participé en algunos sorteos por entradas para los desfiles y también le hablé a algunas marcas preguntando si podía ir. Finalmente pude ir al de Blue Sheep y Gusmán por mi cuenta.

En cuanto llegué al Museo de la Inmigración (donde Blue Sheep presentaba su colección), me ofrecieron sentarme en primera fila incluso sin preguntarme mi nombre. Me brillaban los ojos de la emoción, me había ganado mi primer lugar solita. Tuvieron un gran detalle con todos sus invitados: entregaron una tote bag estampada y un abanico con el nombre de la marca.

Me di cuenta de que hay muchas maneras de acceder a los desfiles.

Hay que tomar la iniciativa: contactar por instagram, completar los formularios que muchas marcas suben. Hay que mandarse.

En el backstage de cada desfile, la movida sigue.

En el backstage de cada desfile, la movida sigue. - Créditos: Gentileza BAFWEEK

6. LA CLAVE ES SER PARTE Y NO PERDER LA CAPACIDAD DE ASOMBRO

Vivir una fashion week es una experiencia tan intensa como inspiradora. Y hay una cuestión de actitud. En mi caso, esta experiencia me mostró cuánto me motiva ser parte: desde lo que miro hasta lo que hago, cómo me visto, cómo llego y de qué manera me veo a mí en esa gran escena en la que hasta el público tiene su rol, y es muy importante.

Un desfile tras otro es mágico pero también requiere una gran movilización y de mucha más gente de la que uno imaginaría. Incluso habiendo estado allí me quedaría corta enumerando. BAFWEEK es posible gracias a muchos personajes que no aparecen ni en la pasarela ni en las fotos de backstage.

La magia reside allí, en la organización y dedicación de muchas personas que quieren contar una historia de la mejor manera posible y a través de la moda.

Como estudiante de Diseño y Gestión de Estéticas para la Moda podría hablar de las narrativas de los desfiles, pero como fan de esta movida solo me queda decir que me voy a dormir con una sonrisa de oreja a oreja y que espero nunca acostumbrarme ni dejar de impresionarme. Hoy tengo un paso más adentro en el mundo de la moda y estoy cada vez más convencida de lo maravilloso que es.

La BAFWEEK superó mis expectativas. 

 

Pasarela de Rapsodia, en La Rural.

Pasarela de Rapsodia, en La Rural. - Créditos: Gentileza BAFWEEK

Por Constanza Berra. Gentileza para OHLALÁ!

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