Año Nuevo en Chile: qué ciudades eligieron los argentinos y por qué

Se espera que de aquí a marzo más de dos millones de turistas crucen al país vecino y que a ellos se sume al menos medio millón más para la visita del Papa Francisco, a mediados de enero.

En el paso fronterizo Los Libertadores, por ejemplo, la espera el viernes era de cuatro horas y la fila superaba los 350 autos, según información del complejo chileno. Pese a que se reforzaron los controles de Aduanas y los trámites migratorios con el doble y hasta triple de personas y con casetas extra, se escucharon los reclamos de muchos viajeros ansiosos por llegar pronto a la playa.

Laila Batista es de San Juan y siempre elige vacacionar en Chile, ya sea en La Serena o Viña, “pero este año en particular viajamos a La Serena para pasar Año Nuevo allá, porque se dio la casualidad de poder pasar la fiesta en familia: mi cuñada y mi suegra viajaban en esta fecha y mi marido y yo conseguimos las vacaciones en la misma fecha. Ese es el motivo fundamental y, obvio, por las playas que son preciosas a mi parecer y también para poder ir de compras”, dijo a LA NACIÓN mientras se acercaba a su destino y agregó que también aprovecharon para escapar del calor sofocante de San Juan en esta época que a veces supera los 42 grados.

Trinidad Sabao administra la fan page en Facebook “Tips viajando a Chile” (con 11000 seguidores) y contó a LA NACIÓN que “lo que hace el argentino es ir de compras y pasar primero a Santiago o La Serena. Lo que más preguntan en la página con respecto al Año Nuevo es el tema de la cena e información turística, porque es muy poco lo que hay en Internet”.

Debi Valenti, de Distrito Federal, llegó a Santiago a esperar el 2018 y preguntó en el foro de Trinidad quién se animaba a un panorama (fiesta, cena o el plan que surja). Mientras esperaba a que le respondieran, recomendó a otros veraneantes llegar antes del 31 de diciembre a Viña del Mar o Valparaíso. En esta ciudad, a una hora y media de Santiago en bus, se celebra la mejor fiesta pública de Año Nuevo.

La tarde del 31, el centro de Valparaíso queda prácticamente cerrada a los vehículos y las calles se llenan de gente que improvisa alguna cena y espera el show pirotécnico llamado “Año Nuevo en el Mar”, uno de los más populares y grandes del mundo. Después, se desata un carnaval en la calle, en las discotecas y en la Plaza Sotomayor, frente al Muelle Barón, donde se instala un gran escenario y suena cumbia en vivo hasta la madrugada.

Los espectáculos de fuegos artificiales tienen similar condición en La Serena, muy cerca del tradicional faro, y en Santiago se cierra la avenida principal, la Alameda, para el show de la Torre Entel, donde también hay música en vivo y llegan cientos de miles de personas a bailar. Además, el subte funcionará este año hasta las dos de la mañana.

Otras comunas que tienen buena pirotecnia y espectáculo (hay once shows autorizados) son Ñuñoa (en avenida Campo de Deportes) y Las Condes (en el pueblito Los Dominicos). Los hoteles ofrecen cenas de Año Nuevo que se pueden buscar por internet y los puntos más altos de la ciudad, como los miradores de los cerros, también son opción para cenar o pagar por alguna cena con fiesta posterior. Una que era muy popular entre los argentinos se realizaba en el Hipódromo Chile, pero este año fue cancelada.

Los fuegos de artificio de Valparaíso suelen colapsar la ciudad temprano y también el acceso desde Santiago. Se recomienda viajar el día anterior. Es bueno ubicarse en los cerros, para ver toda la bahía, pero también son buenas opciones Viña del Mar y Concón. Están además más cerca de la playa. Iván Acuña, un gestor inmobiliario chileno que tiene doce departamentos de distintos propietarios en alquiler, dijo que el 40% de sus huéspedes en esta fecha son argentinos. “En años anteriores se quedaban más en Santiago, atraídos un poco por las compras, pero ahora llegan a Valparaíso, Viña, Concón e incluso Quilpué (interior), porque la ubicación es lo que más les interesa. Está la playa donde van a pasar las vacaciones y los precios de alojamiento son más baratos, porque ahora hay mucha más oferta que demanda”, explicó a la NACIÓN Iván, a quien solamente le quedaba un departamento disponible para la noche de Año Nuevo.