Dulce negocio. Crearon el primer club de alfajores artesanales del país
28 de octubre de 2020 • 18:49
Anabela Borrego (32) y Rodrigo Ortes González (31) son pareja y este año lanzaron La Alfajorería, un emprendimiento bajo el modelo de suscripción que entrega todos los meses distintas variedades de alfajores artesanales a domicilio. Te contamos cómo nació y crece su club, en medio de la pandemia.
Negro, blanco, con nueces, simple, triple, bañado. Las opciones son infinitas cuando se trata de este ícono nacional. Si bien el alfajor tiene un origen árabe (¿quién lo hubiera pensado?), nuestro país peca de goloso ante tanta oferta y sabores. Y es que cada segundo se consumen setenta de estas golosinas, es decir, seis millones de alfajores por día.
Fanático como pocos, Rodrigo encontró en estos tiempos inciertos un consuelo dulce que lo llevó a emprender, junto a su novia Anabela, un club de lo más tentador. "En plena pandemia, Rodri no paraba de comer alfajores artesanales y, a su vez, tenemos una amiga que los hace y nos comentaba las limitaciones que tenía para crecer, llegar a otros públicos en cuanto a la distribución y producción", cuenta Anabela. Investigaron el mercado y descubrieron una oportunidad: "Formar un club donde todos los fanáticos de los alfajores pudieran probar diferentes marcas y sabores todos los meses y, a su vez, ayudar a los emprendedores a darse a conocer en otros lugares que por su ubicación quizá no llegaban", describen.
Fue así como diseñaron un modelo de suscripción a partir del cual cada miembro recibe en su domicilio una caja de seis o doce alfajores artesanales por mes con la promesa de degustar nuevos sabores. La caja más chica trae tres tipos de alfajores distintos, mientras que la grande incluye cuatro.
Desafíos en plena pandemia
En un contexto marcado por cambios constantes e impredecibles, Rodrigo y Anabela tuvieron que ingeniárselas para buscar alternativas de envío ante la falta de empresas de logística que ya no trabajaban de forma regular. Y, como si fuera poco, sufrieron el robo del auto con el que estaban planeando realizar las entregas. Pero eso no los frenó: tercerizaron los envíos y siguieron para adelante.
Ambos reconocen que una de las claves de su éxito es la planificación: "Al ser alfajores artesanales, muchas veces hay una sola persona haciendo 1.500 unidades, y eso significa que debemos avisarle con anticipación las cantidades y ajustar los tiempos. Es un trabajo en conjunto y de coordinación con ellos y entre nosotros", aseguran.
Estrategia de comunicación
El principal canal de comunicación es Instagram, a través del cual publican fotos de los alfajores sin sus nombres con el objetivo de generar ansiedad y expectativa. Una vez que realizan las entregas, publican la información de cada marca para visibilizar sus productos y permitir al suscriptor conocer más sobre la golosina que más le gustó. "Nos encontramos con fanáticos que nos cuentan que esperan ansiosos la llegada de la caja y que tienen un grupo de WhatsApp con amigos con los que hacen una cata y ranking de los alfajores", confiesan divertidos.
Proyectos
A futuro, los socios planean incorporar alfajores que contemplen distintas alternativas alimentarias, una idea que lleva tiempo rondándoles la cabeza y que dependerá del volumen de consumidores con intolerancias que sume el club.
Los consejos de Rodrigo y Anabela
1
Que se animen.2
Que confíen en su idea.3
Que sean originales.4
Que traten a los clientes como le gustaría que los traten a ellos.
En números
600 suscriptores mensuales
4 nuevos proveedores todos los meses
20 proveedores han trabajado con el club
$800 / $1.350 es el precio de las cajas de 6 y 12 unidades
36 a 48 alfajores artesanales prueba un suscriptor en un año
Más info en www.laalfajoreria.com.ar / @la.alfajoreriaok
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