En tiempos de incertidumbre económica, no hay que dejarse abrumar. Por eso, de la mano de la experta en Economía empresarial, Belén Fourcade, ya te contamos lo que podés hacer para hacer rendir tu dinero y cómo multiplicar tu capital. En esta segunda entrega de Coaching Financiero, Jackie Maubré, Directora de Cohen S. A., speaker y referente en empoderamiento financiero, explica cómo armar un capital. Tomá nota y ¡manos a la obra!
El momento es ahora
Por obvio que parezca, la clave para forjar un patrimonio es el ahorro. En nuestro país, donde los altibajos de la economía causan vértigo, el ahorro como concepto está devaluado; y además estamos inmersos en una cultura de placer instantáneo. Pero es posible cambiar esa mirada y ampliar la perspectiva trocando la pequeña gratificación inmediata por otra más importante más adelante.
El poder está en vos. Los requisitos son, por un lado, disciplina para ahorrar y, por el otro, invertir de forma inteligente. Ahorrar sin invertir es quedarse a mitad de camino. Poniendo tu dinero a trabajar en un instrumento, se genera una renta que, sumada a tu capital inicial y futuros ahorros, da como resultado un patrimonio que puede volverse cada vez más sólido.
Si sos de las personas que tienen ahorros pero los mantienen en su cuenta bancaria, te falta el paso final para acelerar el crecimiento de tu economía. Si lo que hacés es comprar dólares y dejarlos en la cuenta, podrías invertir en Letes (Letras del Tesoro) en dólares. Este instrumento no implica riesgos muy altos y tiene un rendimiento de alrededor del 5,5% anual.
Si ya sos inversora, estás dentro del escaso 5% de mujeres en Latinoamérica que lo son, y te aliento a que sigas tomando las riendas de tus finanzas para incrementar tu patrimonio. Si, en cambio, pertenecés al grupo de personas que tienen ahorros pero los mantienen en su cuenta bancaria, te insto a que empieces a hacerlo. Algunas recomendaciones:
- Generá un ingreso extra. Si buscás cobrar utilidades e ir retirándolas periódicamente, un portafolio de renta fija soberana (bonos emitidos por el Estado) en dólares podría ser una excelente opción.
- Empezá ya. El tiempo es la mejor variable a tu favor si sos joven. Es lo que te permite tomar decisiones de mayor riesgo. El mercado no crece en forma lineal: los instrumentos de inversión tienen altibajos, sobre todo los de renta variable como las acciones, que, a su vez, son las que suelen registrar mayores ganancias. El precio de un instrumento puede caer, pero si es de una calidad crediticia adecuada va a recuperar su valor en el tiempo. Si podés esperar a que esa acción se restablezca, habrás tenido finalmente una ganancia. Un ejemplo: si hace 10 años hubieras invertido US$1000 en acciones de Netflix, hoy tendrías más de US$51.000.
- Resguardá lo que tenés. Si contás con una base patrimonial, debés cuidarla, por lo cual, pensá en armar un portafolio con un mix de riesgo bajo. La estructura del portafolio, que debe estar diversificada, es lo que más importa, incluso más allá de los instrumentos en sí. Por ejemplo, 80% en renta fija en bonos soberanos y corporativos en dólares y 20% en renta variable en acciones de empresas locales y extranjeras.
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