Drew Barrymore tuvo el primer sofoco premenopáusico durante su programa en vivo

 

Según contó en el momento, la conductora empezó a sentir un fuerte calor interno y a sudar mucho. Intentó continuar, pero le resultó imposible y entonces frenó la charla y empezó a hablar de sus sensaciones.

"¡Tengo tanto calor! Creo que estoy teniendo mis primeros sofocos de la perimenopausia", dijo. Y se quitó su saco. “Es la primera vez que me pasa. ¡Guau!”. Los entrevistados primero la miraron algo desconcertados y luego sumaron comentarios humorísticos a la situación.

Los sofocos son comunes durante la perimenopausia o premenopausia y en la posmenopausia. La intensidad, la duración y la frecuencia varían según cada mujer. A veces, ocasionan problemas para dormir y también afectan la calidad de vida diurna.

¿Cómo identificarlos? El rostro y cuello se enrojecen, pueden aparecer manchas rojas en el pecho, espalda y brazos, tal vez seguidas por fuertes sudores y escalofríos. Puede ser leves o muy fuertes.

La médica ginecóloga y sexóloga Sandra Magirena, autora del libro Regreso a mí, vivir una menopausia consciente, explica que en general, los sofocos o calores aparecen en ese período en el que el cuerpo se esfuerza por adaptarse, desde que los ovarios dejan de funcionar hasta que llega la regulación extra de la grasa abdominal, que va a funcionar como un órgano endócrino.

“En mi caso, la menstruación se me retiró a los 50 años. Tuve sofocos esporádicos que me duraron un año y medio. Después, nunca más los tuve”, cuenta en su libro. Aclara que, sin embargo, hay mujeres que los sienten durante años después de la última menstruación.

Según la literatura médica, los síntomas vasomotores, mejor conocidos como calores, sofocos o bochornos, se presentan en casi el 85% de las mujeres; el 54% lo experimenta durante su climaterio y en el 25% de las mujeres se sostienen hasta diez años después de ocurrida la última menstruación.

“A no alarmarse: es muy poco usual que los sofocos persistan más allá de los diez años de menopausia. Pero sí, hay mujeres que los tienen ese tiempo”, aclara la médica.

Suma que, por su experiencia, la intensidad con que estos sofocos atacan tiene que ver con la preparación con la que llega cada mujer a la menopausia. “Hay quienes vienen transitando un camino de conciencia y transformación y suelen pasarla mejor. Cada una hará su experiencia”, comenta.

¿Por qué se producen estos calores? “Desde la ciencia médica, no se conoce exactamente a qué se deben. Se supone que su origen resulta de varios factores. Uno de ellos son los cambios en el hipotálamo, que es como la secretaria ejecutiva del cerebro. El hipátalamo está en contacto estrecho con la hipófisis, que es el centro de comando de todas las glándulas endocrinas, aun de los ovarios. En esta parte del cerebro hay un centro termorregulador que se encarga de mantener la temperatura de nuestro cuerpo a manera de termostato, y que podría ser el responsable de los sofocos ante las modificaciones que se producen como resultado de la caída de los estrógenos ováricos”, expone Magirena.

La cultura china tiene su propia mirada sobre el tema. Ellos lo explican como energía yin (femenina) y yang (masculina). Yin es frío, yang es calor. Como hay una fuerte caída de la energía yin, el cuerpo la compensa con energía yang, que es calor.