Flor Jazmín Peña habla sobre el amor sin etiquetas: “Nico me trae una perspectiva que yo no veo y yo le traigo una perspectiva que él no ve"
Bailarina de profesión y hoy conductora en Luzu TV, Flor Jazmín Peña, nuestra primera chica de tapa del 2025, hace que el molde siempre le quede chico.
Producción de : Manu Aversa
1 de enero de 2025
Flor Jazmín Peña: TRAJE DE BAÑO (THE ANN WAGNER), BERMUDA DE DENIM (LAS PEPAS), SANDALIAS (PRÜNE). - Créditos: Mica Bianchi
Para Flor Jazmín Peña, este año que pasó todavía le tiembla bajo sus pies. Se está acomodando a esta nueva realidad de que la vida la sorprenda más allá de lo que alguna vez imaginó. Será por eso que camina con gratitud y, al mismo tiempo, pisa fuerte este nuevo presente que la tiene como parte del stream más visto de la Argentina, cumpliendo un año con Nico Occhiato, su jefe y la relación más plena que tuvo hasta el momento, y con proyectos de actuación y de danza, su primer amor. Este 2025 pinta bien, y hay una fórmula que le viene dando resultado, frenar y reconocer, no dar nada por sentado... De eso empezamos hablando.
¿Cómo te llevas con este nivel de abundancia que estás viviendo hoy? ¿Te abruma? ¿Sabés cómo canalizarlo?
Trato de frenar un poco, ser consciente y agradecer. Porque creo que en la vorágine en la que una vive a veces es difícil no dejarse llevar por cierto estrés o porque una está haciendo muchas cosas al mismo tiempo –y todas las quiere hacer bien–, entonces, para que no se me nuble y poder ver lo importante. Hace poco arranqué, de hecho, tanto a la mañana como a la noche, a tratar de ver cuáles fueron las cosas lindas que me pasaron durante el día y tratar de agradecerlas, porque si no, es difícil que una las lleve a conciencia. Todo es rápido e instantáneo y algo que hiciste hoy ya quedó viejo, así que eso, trato de parar un poco la pelota porque todo lo que me está sucediendo hoy era completamente impensado en el pasado.
Sumaste al mundo del stream una mirada espiritual, desprejuiciada, más holística, que es un riesgo en algún punto, porque podrías quedar como “la loquita”. ¿Sentiste un poco de incomodidad o te fue muy natural?
Yo creo que trato de comunicar, trato de compartir lo que me hizo bien a mí y, por ende, lo que le puede llegar a hacer bien a otro. En Nadie dice nada ya son cuatro años de hacer un programa diario y es un formato que se vuelve muy transparente. Entonces, la gente ve cuando estás bien, cuando estás mal. Lo trato desde un lugar genuino, de compartir lo que a mí me hizo bien para que a otro le pueda hacer bien. Creo que mientras más personas felices haya, mejor vamos a estar.
También pusiste sobre la mesa la idea de un amor elástico, ¿no?, con el que podés enamorarte de una mujer y después de un varón... Sin casilleros.
Se dio genuino, pero desde un lugar en el que a mí también me costó mucho encontrar mi propia identidad. Creo que en un momento una recibe una presión de afuera y esa presión de afuera también es interna, por tratar de definirte o tratar de encontrar esa etiqueta que te haga sentir bien. Y bueno, yo traté de relajarme con eso porque entendí que me estaba transformando y que, a medida que iba creciendo, también me estaba haciendo cargo de lo que me iba pasando. No quiero sonar al Chino Darín hablando de Úrsula Corberó, pero es verdad que a veces, si te quedás en una definición propia, te terminás limitando. Hace poco leí una frase que me encantó que dice: “Me he obligado a contradecirme para evitar conformarme con mi propio gusto”. Creo que está rebueno porque una en las diferentes experiencias va encontrando otras cosas de sí misma. Y a veces hay algunas que te van a gustar más que tu experiencia anterior y otras que no, pero bueno, creo que a través de la vida una va cambiando. Y darte la libertad de poder hacerlo y no juzgarte, porque a veces te nace probar algo diferente y está bien. Creo que está bueno correrse de los lugares que ya no te identifican o no te hacen feliz. Creo que, hoy por hoy, las generaciones nuevas vienen diferentes y mucho más deconstruidas y algo que tal vez a nosotros nos costaba un montón o fue tabú durante un montón de tiempo ya no lo es, y eso está buenísimo. Pero bueno, desde ese lugar también lo visibilizo porque entiendo que un montón de gente debe estar en ese proceso y, como lo pasé, es súper doloroso. Viste que una tiende a pensar que solo a una le pasan las cosas. Yo creo que, en realidad, es diferente: todo el mundo va roto por ahí por diferentes cosas y por eso, qué sé yo, estaremos en este tránsito de la vida.
Flor Jazmín Peña: TRAJE DE BAÑO (THE ANN WAGNER), BERMUDA DE DENIM (LAS PEPAS), SANDALIAS (PRÜNE). - Créditos: Mica Bianchi
Y en ese momento de confusión, ¿qué te ayudó a sanar, a salir, a tener otra mirada sobre lo que te estaba pasando?
Cuando me di cuenta de que me había enamorado de una mujer o lo que fuere, siempre existió una etapa de tratar de mentirme a mí misma y de no querer ver eso, como intentar tapar el sol con un dedo. Hasta que en un momento se hace evidente y también te das cuenta de que hasta que no le abras la puerta, no va a dejar de insistir eso que te está pasando. Entonces, hacerle frente. Le abrís la posibilidad, ves los fantasmas de frente y te das cuenta de que eran mucho más grandes en tu imaginación.
¿Cómo hacés para estar al día con tus deseos, con lo que sentís?
Soy muy emocional, entonces me pasa que a veces puede ser que la rutina esté bastante cargada y que haga que te enajene de vos misma. Pero creo que siempre llega un momento en el que te terminás enfermando o sintiendo mal, hay algo de vos misma que te reclama y que, tarde o temprano, tenés que escuchar. Ya sea porque ya no estás contenta en ese laburo y tenés que cambiar o porque te desenamoraste de tu pareja: esas cosas, por más que una trate de evadirlas, van a seguir estando. Hoy, que ya llegué a los 30, la maduración tiene que ver con que cada vez te lleve menos tiempo tomar una decisión respecto a la acción que tenés que tomar, dar menos vueltas.
“Creo que a través de la vida una va cambiando. Y darte la libertad de poder hacerlo y no juzgarte, porque a veces te nace probar algo diferente, está bien”.
Flor Jazmín Peña
BUZO A RAYAS (ITA BKNS). - Créditos: Mica Bianchi
Me gusta porque usaste la expresión “hacerse cargo”, que usaste cuando con Nico Occhiato contaron públicamente que estaban saliendo...
Era lo que me pasaba y es lo que me pasa. Para serte honesta, yo vengo trabajando desde hace un montón y no hay nada que me interese más, por temas personales míos, que mi independencia. En todos los sentidos. Sin embargo, cuando me di cuenta de que estaba enamorada de Nico y me iba a poner en un vínculo –ya me pongo sensible– con quien es mi jefe y que, obvio, se iba a prestar a un comentario con el que no me identifico, me tuve que hacer cargo. Dije: “El que quiera pensar lo que quiera pensar que lo haga”. Pero yo no me podía hacer la boluda, menos con alguien con quien estoy laburando, compartiendo cada día y que nos pasa algo súper fuerte. Mientras me estaba pasando, lo viví como una crisis total también, porque no solo fue como un volver a salir del clóset, sino que también era mi jefe y había un riesgo enorme. Porque si yo el día de mañana, Dios quiera que no, porque realmente mi expectativa es estar toda la vida con él, porque así de feliz y enamorada estoy, pero si el día de mañana yo me peleo, me separo, soy yo quien pierde. Perdemos los dos, sí, pero encima, al ser mujer, es una posición muy desfavorable. Después hubo un montón de gente que se alegró, que de verdad me sorprendió ese buen recibimiento. Pero bueno, ahí también fue laburar internamente en darle importancia a lo que verdaderamente me importa a mí más allá de lo que pueda llegar a decir el otro.
TOTAL LOOK DE CAMPERA, FALDA Y ZAPATILLAS (LACOSTE - Créditos: Mica Bianchi
¿Lo intencionaste a Nico? ¿Hubo como algún momento ritual de la vida en el que vos decías ‘quiero poder armar este tipo de pareja’?
Honestamente, siento que estoy súper sorprendida, ¿viste cuando algo supera tus expectativas? Me emociono, porque es re difícil poder tener un vínculo sano y sentirte que no hay plan B, me siento honestamente 100% entregada. Me separo y listo, me quedo en la lona porque todas mis apuestas están ahí. Yo tal vez no parezco, pero soy una persona bastante racional, y creo que es difícil sentir ese amor pleno, por lo menos a mí no me había pasado. En otras relaciones sabía que teníamos diferencias y que no iba a ser para toda la vida y que nos íbamos a separar.
¿Cómo juntaron esos dos mundos? A él se lo ve muy reservado, pero sensible.
Re. Es una persona muy reservada. Yo soy virginiana, muy observadora, entonces aprendí a conocerlo a través de la observación y para mí hablan mucho más que las palabras, los actos. Siento que la identidad de la empresa que él forjó habla mucho de sí mismo y que tiene eso. Hoy por hoy, nos tenemos una confianza bárbara y lo conozco en la intimidad y lo sé, pero bueno, desde ese lugar siempre lo admiré. Y también yo soy tan abierta y él es tan distinto que hay algo de eso que me hace muy bien y que nos complementa.
¿Qué aprendió el uno del otro?
Con Nico venimos de lugares muy similares, entonces tenemos valores muy similares. Pero podemos observar algo y pensar lo mismo, pero esa conclusión o esa observación a la que llegamos es desde dos lugares muy distintos. El mío, tal vez más emocional, y el de él, desde un lugar racional, entonces, compartir con él me hace crecer un montón, porque me trae una perspectiva que yo no veo y yo le traigo ahí una perspectiva que él no ve. Eso está piola.
Qué lindo, porque traés las emociones como una manera también de aprendizaje, hay algo rico en tu emocionalidad.
Trato de observarlo, pero porque a veces la emoción me abruma, entonces, cuando me abruma, es como tengo que entender qué es lo que me está pasando. Porque necesito encontrar un equilibrio. Él es como todo lo contrario, entonces me da una estabilidad que me viene muy bien y bueno, yo le doy unos subidones... (Risas).
TOP (LAS PEPAS) - Créditos: Mica Bianchi
¿Y cómo sos con la guita? ¿Sos ahorrativa, sos gastadora?
Como te digo, siempre me importó mucho mi independencia. Siempre el dinero es algo que tuve muy presente porque tengo una hermana con discapacidad más chica y siempre tuve la conciencia de que el día de mañana, cuando mis viejos no estén, soy yo quien se va a hacer cargo. Entonces, creo que, en gran parte, mi presente se debe a eso también. Tengo como un espejo vivo de que podría no tener todas las posibilidades que hoy por hoy tengo, yendo a lo más básico que es la salud, no hablo ni de los seguidores ni de la hegemonía o lo que fuere. Es salud para poder tomar decisiones y ver qué querés hacer con tu vida. A los 14 arranqué terapia y lo primero que le dije fue: “¿Cómo voy a hacer para mantener a mi hermana a los 30?”. Hoy por hoy, tengo 30...
Todavía no la estás manteniendo. Estás lejos de eso todavía.
Y mis viejos también se encargaron de que a ella le quede una pensión, de que no sea una carga o un peso para mí, más allá de que voy a hacerme cargo con gusto y con responsabilidad. Si te soy honesta, es algo para lo que siempre trabajé. Desde los 16 años.
O sea que sos conservadora con la guita.
Sí, y además vengo de una madre que también vivió muchísimo la carencia, entonces fui criada con “si ganás 10, guardamos 9”. Hoy lo que estoy tratando de entender es disfrutar un poquito. Un disfrute sin culpa que no es despilfarro, bueno, capaz, puedo guardar 5 y puedo usar 5. Sin estar pensando todo el tiempo en tener plata para el mañana por si llega a surgir la necesidad.
“Nico me trae una perspectiva que yo no veo y yo le traigo una perspectiva que él no ve. Eso está piola.”
Flor Jazmín Peña
TRAJE DE BAÑO ROJO ENTERO (LAS PEPAS), CAMISA A RAYAS (THE ANN WAGNER) - Créditos: Mica Bianchi
¿Cuándo tuviste registro de que Rocío era distinta?, ¿te acordás de eso?
Me acuerdo mucho de mis viejos explicándome que ella tenía una discapacidad. Todos sus primeros años también fueron muy heavies, muy demandantes. Los 3 primeros años no dormía, lloraba todo el tiempo, no comía, mis viejos ya no sabían cómo hacer. Ella nació a mis 3 años y medio. Pero sí me acuerdo de esto: me veo sentada en la escalera de la casa de mi abuela, pensando cada vez que me explicaban que ella tenía una discapacidad y yo veía el simbolito de discapacidad –era una silla de ruedas– ¡y mi hermana no tenía una silla de ruedas!, entonces era como “¡no entiendo!”. Pero bueno, siempre mis viejos, y sobre todo mi mamá, tuvieron mucha comunicación conmigo y mucha conciencia desde ese lugar. También yo he tenido episodios que te quedan de compartir con otros niños y que, claro, ven a tu hermana distinta a vos y te hacen ciertas preguntas que pueden llegar a ser muy crueles para esa edad.
¿Y te salía la hermana leona?
Creo que desarrollé mucha empatía y mucha sensibilidad a partir de Ro. Sí, leona siempre, pero tampoco me podía enojar. Una vez estaba en un cumpleaños infantil –esto nunca lo conté–, la había acompañado a mi hermana, estaba con sus compañeritas de danza y viene una nena y me dice: “Flor, ¿por qué tu hermana es rara?”. Yo tenía 10 años, entonces no me puedo enojar con la nena, pero sí, claramente es algo que te genera una angustia y que también es una pregunta que te hacés a vos misma. Se habla muy poco, y por eso también me gusta visibilizarlo para que la gente tenga más empatía y entienda qué puede pasar en una familia especial. Cuando era chica, lo único que yo quería era conocer a alguien que tuviera un hermano con discapacidad para ver cómo veía la vida. Yo quería antecederme a problemas a los que ni siquiera hoy por hoy me enfrento.
Desarrollaste un cuidado anticipado.
Me acuerdo de cuando fuimos a cubrir con Nadie dice nada el mundial en Qatar, estábamos justo antes de los penales, pero yo tenía fe ciega de que íbamos a salir campeones y de que iba a pasar lo que terminó sucediendo, y me acuerdo de estar pensando en Rocío y de agradecer, porque sabía que ese lugar que estaba ocupando es gracias a mí y a mi trabajo y todo, pero también gracias a que ella existe. Ella hizo que no diera por sentado nada. Obvio que a veces, en la vorágine de la vida, una se olvida de lo que es importante y puede entrar en la pavada, y te quejás hasta de lo que es un privilegio, pero trato siempre de volver a eso porque conozco también la otra cara.
TRAJE DE BAÑO ROJO ENTERO (LAS PEPAS), CAMISA A RAYAS (THE ANN WAGNER) - Créditos: Mica Bianchi
¿Cuál fue tu mantra en 2024? Si pudieras ponerle un título al año que pasó.
Sería como: “cruzar la puerta del otro lado del miedo”. Me doy cuenta de que cada vez que atravieso ese umbral, que me da miedo y que siento que no puedo, que va a ser terrible..., al contrario: hay más de lo lindo. Ese fue el aprendizaje, ser valiente, tener coraje y enfrentarse a lo que a una le está pasando, porque por algo le están pasando las cosas.
MAQUILLÓ: VERO LUNA.
PEINÓ: MAURO DEBRITO.
AGRADECEMOS LA COLABORACIÓN DE LUNA MAZZEO.
Soledad Simond Estuvo en el equipo creador de la marca femenina OHLALA!, en La Nación, y la dirige desde hace 6 años. Además, es facilitadora de talleres de empoderamiento en corporaciones, da workshop de oratoria y planificación emprendedora.
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