Florencia Freijo: las amenazas que recibió después de criticar a la juventud peronista
Después de un tweet en donde criticó al ámbito joven del peronismo, Florencia Freijo compartió que está siendo amenazada. ¿Qué fue lo que pasó?
6 de abril de 2023 • 15:28
Las fuertes amenazas que recibió Florencia Freijó. - Créditos: Archivo/LA NACION.
Mientras que todos podemos acordar que las redes sociales tiene un increíble potencial, lamentablemente esto se convierte tanto en una herramienta para hacer el bien como para hacer daño y, en el segundo caso, transforman en plataformas para escenas de muchísima violencia. Mediante un posteo en Instagram en el que comparte dos capturas en donde se ven las múltiples amenazas que está recibidiendo, Florencia Frijo habló sobre la situación que está atravesando y criticó el hecho de que no se tomen cartas en el asunto: "Nadie para la violencia".
¿Qué fue lo que pasó?
Florencia Freijó tomó su cuenta de Twitter para hablar sobre lo peligroso de seguir alimentando ciertos estereotipos a los cuales se los sobreestima por "construirse una narrativa de flaco inteligente y del ámbito popular" y criticó a la juventud peronista por construir ídolos que "siempre son el mismo perfil de chabón soberbio con denuncias por abuso contenidas que en cualquier momento saltan".
Si bien la politóloga argentina no mencionaba a nadie en particular, los usuarios de Twitter no tardaron en relacionarlo con Tomás Rebord, el youtuber y periodista que entrevistó hace muy poco a Alberto Fernández. Aunque ella rápidamente eliminó el hilo, la polémica ya se había desatado y las capturas de dichos posteos recorrieron todas las redes sociales.
La denuncia de Flor Freijo en Twitter
Hoy al mediodía Flor tomó esa misma red social para compartir y denunciar que empezó a recibir amenazas: "Mi hijo llora. Yo hago las valijas corriendo. Vienen los amigos. La policía en la puerta. Nuestra vida acaba de cambiar. Hay que morir con esto por dentro, porque también sos pecadora si lo decís. Mí comunidad jamás hubiera hecho algo así con nadie. Hay que hacerse cargo", y agrega: "Decirlo construye una narrativa victimizante. Las mujeres tenemos que ser fuertes, aguantar, no podemos denunciar. El mensjae siempre fue claro, tenemos identificadas a las patotas de machitos, conocemos su pacto de caballeros. ¿Cuánto más espacio a los mismos de siempre?", para también volver a denunciar la violencia de género: "Esto llegó a un límite increíble. Todos ponen la gota pero nadie parece darse cuenta de que llenan el vaso. Las silenciadas somos siempre las que hacemos, ellos siguen ahí, siempre, con sus fandom, protegidos y sin miedo. Hoy nos rompieron a mí hijo y a mí, nuestras rutinas, todo" y, de alguna manera, cerrar su descargo diciendo: "Rompieron nuestro lugar, nuestra casa, nuestro espacio seguro. Tuve que dejar a mí perra también, pero parece que lo merezco, porque no pido de rodillas, sangrando, perdón. * Son las mismas y los mismos perversos de siempre. Y saben qué? Yo escribo, sigo escribiendo y diciendo. Escribo porque es mí trabajo, porque es a lo que me dedico, escribo por las que ésto se lo han tenido que comer en silencio. Escribo sin parar porque es lo que me sale hacer y porque no sé hacer otra cosa. Escribo por miedo. Escribo por descargo. Escribo por las burlas ¿Saben qué? El tiempo me dio la razón".
La denuncia de Flor Freijo en Instagram
La autora y politóloga argentina también tomó su cuenta de Instagram para mostrar los cientos de e-mails con amenazas que estaba recibiendo y contar el horrible momento que vivió junto a su hijo: "Me están amenazando. Vino un tipo a casa, yo llegaba con mí hijo. Estaba en la puerta. Me miró y siguió caminando. Estaba ahí parado hacia una cuadra lo veía. Se prendió un cigarro y se fue. Después recibí estos mensajes, con la dirección de mí casa. Mientras tanto, los progres, hacen entrevistas con tipos como Azzaro, yo tengo miedo, me tengo que mudar e irme de la ciudad. Nadie para la violencia. Se siguen riendo en Twitter. La relativizan. Les dije que si se permite esto les pasa a las mujeres. Lo dije. Estoy aterrada, pero rodeada de personas. Rodeada. Tengo taquicardia, claro. Estoy tratando que no hijo no colapse, claro. Pero estoy más en pie que nunca".
La respuesta de Tomás Rebord
Pasada la una de la tarde, Tomás Rebord también tomó Twitter para compartir su descargo: "Compatriotas y enemigos, recibo una cantidad sin precedentes de mensajes pidiendo que “llame a la calma”, como si hubiera comandado a la locura o como si tuviera algún tipo de control sobre el delirio colectivo que se produce en redes sociales" y agregó: "No hice nada, ni antes, ni durante, ni después. Ni opiné, ni mande mails desde un mismo remitente, ni mandaría a hostigar jamás a alguien por decir pelotudeces (incluso si esas pelotudeces son graves). Asisto a un Minority Report local donde en vez de oráculos hay esquizofrénicos". Por último agregó: "Me gustaría ver en todo esto una oportunidad, la construcción de referencias auto-erigidas estrictamente en moralidad suelen terminar mal, la idea misma de “educar” a una comunidad es subirse a un altar del que (creo) duele bajarse después".