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Dante Spinetta y las nuevas generaciones de músicos: "Ser parte de la genética de la música urbana en Latinoamérica es muy groso para mí"

Hoy Dante Spinetta presenta en el Teatro Ópera su último álbum, Mesa dulce, que la rompió en premios y reconocimientos. Charlamos con el rey del funk sobre el amor, la paternidad y la libertad creativa.


Fotos de Mica Bianchi

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Producción deManu Aversa

dante-spinetta-principal.jpg - Créditos: Ph Mica Bianchi



Si todavía no le diste play en tus auriculares a "Mesa Dulce", el último álbum de estudio de Dante Spinetta, quizás esta noche sea la oportunidad de hacerlo. O quizás seas de los afortunados que vamos a poder escucharlo en vivo esta noche, cuando el rey del funk argentino pueda encontrarse con el público en el escenario del Teatro Ópera, que ya tiene entradas agotadas. Su gira "Funky Latin Nation Tour 2023" ya tuvo algunas fechas en Santa Fe, Córdoba y Rosario y hoy llega por primera vez a Buenos Aires. Antes del show, pudimos charlar con él sobre todo: la música, el amor, la libertad creativa y la paternidad. 

Sacar un álbum debe ser como parir un hijo. ¿Qué proceso emocional le sigue a eso?
Este álbum lo empecé a hacer en medio de la pandemia, no se podía grabar, atravesé varias tormentas para lograr hacer el álbum como yo lo quería hacer. Fue un proceso muy curativo y con una sensación de saber el rumbo que quería tomar. Creo que es un disco que me representa mucho y es un punto bisagra en mi carrera.

¿Qué sentís que sanó en vos?
Mesa dulce se llama así porque, de alguna manera, es el mejor momento de la fiesta. Y también siento que es el mejor momento en mi carrera en lo musical. Después de 30 años de hacer música, encontrarme frente a los instrumentos y saber lo que quiero hacer, con mucha seguridad... Con la pandemia todos empezamos a flashear, a tener esa conversación interna de “¿para qué estás acá?”. También de estar agradecido de tener la posibilidad de hacer lo que amo, vivir del don de la música. Pero en el medio de la grabación, mi mamá se enfermó y falleció. Ahí paré de grabar. Estuve mucho tiempo sin poder escribir ni una línea. Y después, también como agradecimiento a ella, a los padres que me tocaron, a las pilas que me pusieron. Decidí hacer el duelo, pero desde un lugar de “gracias”. Y meterme al estudio con esa energía. Es un disco de madurez interna.  

¿Y cómo seguís creando después de que uno cree que llegó a lo máximo que quería hacer? 
Lo que pasa es que yo siento que llegué a un nuevo territorio. Hay que verlo más Star Wars. Aterricé en un lugar nuevo y hay muchísimas cosas más con esta misma energía. Inclusive ya estoy flasheando lo que va a ser lo próximo. Tengo un par de ideas grosas que son parte de este recomenzar de la vida. Esta etapa de “vamos con toda”, la verdad es que me chupa un huevo lo que está pegando, lo que no, las tendencias. Vamos a hacer buena música, vamos a romperla ahí, este es nuestro lugar. Y está bueno tener el apoyo de todo el equipo, desde el sello Sony, que me dan una libertad total: “Dante, hacé la que flashees”.

Crear con libertad es lo mejor para un artista. 
Para mí no hay otra manera. Ya desde la época de Kuryaki nos empezamos a dar cuenta de que el verdadero camino es ser uno mismo. Más allá de lo que estaba pegando o de las críticas que uno pueda recibir cuando hace algo diferente, hay que jugársela por ese latido, por ese fuego que uno siente. Todas esas críticas lo único que hicieron fue hacerme más fuerte, porque fui criado así. Con el “¿qué carajos te importa lo que vengan a decir?”. Hacete cargo de quién sos. Por eso, muchas veces, hay pibes que me vienen a preguntar: “Che, ¿qué tengo que hacer para pegarla?”. Sé vos, porque esa es la única manera de trascender. Vas a mostrar algo con tu corazón. Las tendencias van y vienen. 

¿Cuál es el hilo invisible que une todo en Mesa dulce
Creo que es el funk, como idea, como concepto. El sentimiento del funk, del sexo, de lo sensual de la música...  

dante-spinetta-fotos_9.jpg - Créditos: Ph Mica Bianchi

“El amor cambia de forma y a veces, querer a alguien es dejarlo ir porque sabés que esa química no funciona”.

Un tema se llama “El lado oscuro del corazón”. Prince decía que todo tiene un lado oscuro. ¿El desamor es tan poderoso como el amor? ¿Qué tesoros trae el desamor?
Algunas veces ni siquiera es desamor, hay relaciones que te hacen mal y tenés que salir de ahí, aunque ames. Es parte de ese amor propio también. El amor cambia de forma y a veces, querer a alguien es dejarlo ir porque sabés que esa química no funciona. Son dos elementos que capaz en algún momento hicieron clic, pero después están en disonancia constante. Me pasó estar con el corazón roto y me pasó también tener que decirle a alguien que no estoy sintiendo lo mismo y es terrible. En el caso de la canción, celebra la oportunidad de arrancar de nuevo para ambas partes.  

¿El amor es uno de tus temas a la hora de crear arte? 
Sí. El amor es la fuerza más grosa que hay. Es lo que la inteligencia artificial no va a poder emular. Van a tratar, con algoritmos, van a estudiar nuestros comportamientos, nuestras formas de sentirnos y cómo el cuerpo cambia con el amor. Lo van a hacer artificialmente, pero no va a ser lo mismo. El amor es una magia que nos regaló el universo.

¿Sentís que le abriste el camino, musicalmente hablando, a esta generación de músicos que hoy la rompen? 
Illya Kuryaki and The Valderramas sacó el primer disco de rap en la Argentina. Es muy lindo ver que los pibes nuevos reconocen eso. En ese momento era raro. Me ha tocado estar en situaciones de peligro real por la agresión que había con el rap. Una vez apareció un quía en el recital de Divididos y se me paró adelante y me gritó: “¡Hacé rock and roll”. Y me pegó un cachetazo en la cara, que volé. Eso me hizo más rapero que nunca. Pero es como ver un animal diferente en la selva, por las dudas le disparan. Años después, el rap, lo urbano, es la música más popular del mundo, con sus cosas buenas y malas. Ser parte de la genética de la música urbana en Latinoamérica es muy groso para mí. 

En “Sudaka” hay una línea que me encanta que dice: “Tengo tanto amor que no tengo miedo”, es casi un mantra de vida. ¿Cómo lidiás con tus propios miedos? 
Sí, al final uno mismo es el que se pone los límites y a veces por miedo dejás de hacer un montón de cosas. “¿Qué van a decir?”. “¿Y si me sale mal?”. Actuás así por una cuestión de protección contra tu propio miedo al qué dirán. Creo que cuando rompés ese molde o empezás a enfrentar ese lado oscuro, que te da miedo, ganás. Está todo dentro de uno y es enfrentar ese balance. El yin y el yang. Por eso, inclusive en un momento muy oscuro que estaba pasando cuando estaba grabando este álbum, con mi mamá enferma y viendo cómo se iba debilitando por el cáncer, a mí me iluminaba la idea de la música y la fuerza de la vida y del amor. Como una necesidad de supervivencia. Encontrar ese balance creo que es importante. Cuando estás abrazado por el amor, sos imparable. Entonces, hay que jugar en ese equipo. El arte no tiene miedo. El arte no tiene que tener miedo, es libre. Fluí con la que sos, da lo mejor y después a algunos les va a gustar y a otros no. Pero tratar de agradarle a todo el mundo no da. 

Tus hijos, Brando y Vida, ya son más grandes. ¿En qué sentido te desafían como padre?
Ser padre es un trabajo diario. Creo que hay que estar ahí acompañándolos y guiándolos y dejando que vivan sus experiencias también. Que cometan sus errores. Hay algo re importante para mí que es no estar marcándoles todo el tiempo lo que tienen que hacer. Hay que enseñarles de dónde salen las decisiones que van a tomar. Es enseñarles a que confíen en su decisión y si se equivocan, se equivocan. 

Una vez entrevistamos a tu hermana Cata y nos dijo que se sentía conectada, en situaciones de la vida cotidiana, con tu viejo. ¿Cómo funciona eso para vos?
Yo creo en el concepto de “ángeles guardianes” y capaz es una manera linda pero metafórica. Creo que la energía del amor sigue estando y que nada muere, todo se transforma, que de alguna manera están. Me tocó lidiar con la muerte de muy chico, perdiendo tres o cuatro amigos, todos muy importantes, y empezar a entender eso, que es parte de la vida también. Después murió mi papá, mis abuelos, todos juntos, fue como una ola. Más tarde mi mamá. Entonces empezás a entender que es parte del ciclo de las cosas. Y siguen vivos energéticamente. Los siento acompañándome y cuidando a sus nietos, a mis hermanos. Empieza a pasar que cuando empezás a perder gente, empezás a desarrollar ese sentido, y de golpe te convertís en una persona más espiritual porque empezás a entender que hay otra clase de diálogo o de comunicación. A mí me gusta la fantasía, la magia, pero tampoco me gusta darme manija y flashear cualquier cosa.  

dante-spinetta-fotos_4.jpg - Créditos: Ph Mica Bianchi

“Sé vos, porque esa es la única manera de trascender. Las tendencias van y vienen”.

¿Hay cierta fantasía de volver a tocar con Illya Kuryaki?
Ya dimos lo mejor como grupo. Quizás en algún momento se dé. Estamos haciendo un documental, va lento porque cada uno está ocupado con lo suyo, pero va estar zarpado porque hay mucho material que filmábamos nosotros. 

¿Están ustedes como parte de la producción?
Sí, ya filmamos bastantes cosas, entrevistas también. Yo creo en la mística de que si ese momento fue mágico, dejarlo así. “¿Por qué no hacés un disco de éxitos de Kuryaki con todos invitados?”. No. ¿Para qué? ¿Para ganar plata y bajarle la magia al momento que fue por una cuestión de ego? Ya está. Fue un momento hermoso y creo que Kuryaki dio lo mejor. 

Ahora se viene el encuentro con el público en el Ópera. 
Tocar en un teatro para mí es algo nuevo. Yo estaba medio en contra del concepto butaca, porque me gusta la gente parada en los shows, pero me di cuenta de que en mi repertorio también hay un montón de momentos que están chill, más tranca. Y quería explorar como una dinámica de presentar el disco de una manera más formal. Cuando era pibe e iba a ver a mi viejo en el Broadway o en el Ópera, era increíble. 

Tienen otra mística los shows en teatros. 
Sí. La calle Corrientes. Va a ser tipo un show de revista. 

¡Vas a salir con conchero, todo! 
Ya me mandé a hacer unos calzoncillos dorados que se cargan con USB. Hay bailarinas, bailarines, columpios, fuegos, explosiones. Hay que probar cosas nuevas… (risas). •

Mirá la entrevista completa en nuestro canal de Youtube

Maquilló y peinó Cecilia Olivestro para Estudio Olivera. 

Asistente de producción: Luli De la Cruz.

Agradecemos la colaboración de Casa Florida Vestuario, Lacoste, Bensimon e Infinit para la realización de esta nota. 

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