Julieta Nair Calvo: "Soy como una flecha, voy para adelante"

Su presencia llama la atención. Julieta es alta, tiene una melena pelirroja, larga y ondulada, una remera corta que deja a la vista una cintura estrecha, ojos grandes, mente abierta y un rostro que tiene mil caras, mil muecas que se comprometen con cada palabra que dice.

A partir de la revelación de su personaje Jazmín en Las Estrellas (es la cocinera novia de Flor, interpretada por Violeta Urtizberea), tiene una rutina tan agitada que al final combinamos para encontrarnos a charlar en su horario de almuerzo en los estudios de Pol-ka. Así de intensos son sus días, pero ella los vive con gratitud y con la misma frescura que transmite en la pantalla, consciente de que está donde siempre quiso estar.

Sí, de lunes a viernes. Arranco a las siete y media de la mañana y termino a las seis de la tarde. Es intenso porque los actores trabajamos mucho con las emociones. Entonces, no solo es la carga física, sino que también quedás cargada de otras cosas. Hay que desconectarse de eso también.

Por lo general, cuando llego a mi casa me hago la merienda, me pongo música, me doy un baño y ahí ya desenchufo. Como arranco temprano, no me queda mucho tiempo para hacer algo o salir y acostarme tarde.

Sí, voy desde hace años a una terapeuta que es armonizadora y ella me hace meditaciones guiadas, aunque tengo algunas para hacer sola también. Meditar me ayuda mucho, también para concentrarme. Me enfoco en la respiración. Aunque parezca básico, ser consciente de que estás respirando y de que estás acá, en este momento, te modifica.

Entiendo que estar en este lugar es muy lindo y estoy muy agradecida. Más que nada porque es una puerta que se abre a que me conozca gente que antes no me conocía. Pero hace muchos años que vengo trabajando, quizás en cosas no tan masivas o populares. Que mi personaje haya gustado me conmueve muchísimo. Yo misma estoy sorprendida de lo mucho que creció y de cómo la gente aceptó la historia. Porque no es nada más y nada menos que eso: una gran historia de amor.

La aceptación. Yo al personaje lo construí desde el lugar de una mujer enamorada, no pensando que era una chica gay. Traté de ser sincera con el personaje y con lo que le pasa. Entonces, desde ese lugar, creo que la historia se ve muy verdadera porque el foco no está puesto en que una mujer se enamora de otra mujer sino en que una mujer se enamora. Lo que pasa al frente es el amor. Me pasa acá, en la puerta de Pol-ka, que vienen muchas chicas a decirme que están muy agradecidas, tanto a mí como a Violeta Urtizberea, con la historia que estamos contando, porque gracias a esta les pudieron decir a sus padres que eran gays. Se animaron. O a sus amigos. O ya no sienten tanto pudor o tanta vergüenza de salir a la calle con su pareja de la mano porque esta historia se está contando en una novela del prime time y la gente lo está aceptando mucho. Esto les da valor y fuerza. Y me parece que eso está buenísimo y, en este caso, este es mi premio hoy. Porque que yo, con un personaje, pueda hacerle un bien a la vida real de alguien es todo.

Creo que no es diferente de otras cosas que hice. Intento que todos los personajes que encarno sean un desafío para mí. En este caso, no se trata de un desafío por el hecho de que sea una chica gay, sino porque es algo que nunca había hecho antes. Entrar a Disney también fue un desafío para mí porque nunca había trabajado para chicos.

No, en este sentido, no.

No, no. En general me animo.

¿Mi costado más salvaje? Ehhh..., ¡qué pregunta!

No soy muy controlada, en general. Trato de que vaya fluyendo.

De Sagitario. Voy ahí, como la flecha. Voy para adelante, no trato de pensar mucho todo porque, si no funciona, me frustro. Obviamente me organizo, pero trato de no pensar mucho todo. Además, con el paso del tiempo voy descubriendo que la vida me sorprende. Lo que yo quiero que suceda a veces no sucede y sucede otra cosa que es mejor que lo que había planeado. Entonces suelto, que pase lo que tenga que pasar. Y más adelante entiendo por qué pasó lo que pasó y eso me da un alivio.

Sí, mucha. De alguna manera, formás parte de la educación de los chicos, te metés adentro de sus casas, de la vida de esas familias... Igual, nos preparamos mucho. Disney te pone a disposición encuentros con psicopedagogos, profes de gimnasia de jardín, maestras jardineras... Para mí era muy importante no subestimar a los chicos, porque son muy inteligentes y vienen muy evolucionados. Ellos entienden muchas más cosas de las que nosotros pensamos que entienden. Entonces, hay que encararlo desde ahí. Y darles la posibilidad de aprender jugando.

Yo estoy todo el tiempo jugando, haciendo chistes.

¡Sí! Tengo un conejo que se llama Albóndiga y que fue criado por mi perra Luna, que falleció hace poquito. Muy triste... Luna era de esas mascotas que te despiertan, que te iluminan, no sé cómo explicarte.

En la casa de mis padres.

No, me fui a los 18 a vivir sola, pero los fines de semana trato de ir.

Y, porque a los 18 ya estaba haciendo Casi ángeles y todas mis actividades siempre fueron en Capital... Perdía muchas horas de mi vida viajando. Entonces, me dije que cuando terminara el colegio, si tenía trabajo, me iba a mudar a Capital. Y, dicho y hecho, terminé el colegio y empecé con Casi ángeles: me alquilé un departamento con la idea de volverme a Quilmes cuando terminara. Pero ese trabajo trajo otro y nunca volví.

Me llamo Julieta Nair Calvo.

No sé, les habrá gustado a mis padres. Cuando era más chica, yo decía mi nombre completo y siempre Nair me lo ponían como apellido. En mis primeras obras me ponían por orden alfabético y yo siempre aparecía en la N. Al principio aclaraba, pero después me entregué y ahora un poco me divierte que crean que Nair es parte de mi apellido.

Sí, Lucho. Tiene 24. Nos amamos. También tengo muchos primos hermanos y nos criamos un poco todos juntos. Por eso, cuando me preguntan “¿cuántos hermanos tenés?”, yo respondo “uno”, pero siento que tengo más, los primos hermanos de irnos de vacaciones todos juntos...

Es teñido.

Bueno, yo estaba morocha por Disney, pero cuando quedé para hacer Las Estrellas me dijeron: “Seguramente te tengamos que cambiar el look para el personaje. Te queremos cortar el flequillo y teñirte de naranja”. Y a mí se me cayó la mandíbula hasta el piso. Y bueno, ahí empezamos a evaluar qué tipo de naranja, cómo era lo del flequillo, y así llegamos a este look que me parece que tiene mucho que ver con el personaje.

Cristian Rey, mi peluquero. Mezcló un par de tonos para llegar al color.

¿Qué me trajo el pelirrojo? Primero, me trajo una gran sorpresa, porque me doy cuenta de que gustó mucho. Muchas chicas me preguntan a diario qué tono es o van a hacérselo. Es como que de repente se volvió tendencia.

Trato de cuidarme, pero no me vuelvo loca. Si tengo ganas de comerme una medialuna, lo hago. Pero soy consciente de que hay que entrenar el cuerpo, que todo esté en equilibrio, nada en exceso.

Funcional. Voy a un gimnasio que queda cerca de casa y me divierte. Encontré un entrenamiento en el que logro ser constante. También tengo una nutricionista que me ordena con el tema de la comida.

Ser natural, ser fresca. Estar linda, estar encantadora.

Encantadora en el sentido de que alguien te mire y sonría. Creo que me queda bien la sonrisa a mí. Encantadora en el sentido de encantar.

Sí.

No, no me pesa estar soltera ni tampoco me pesó en su momento estar en pareja. Voy disfrutando de lo que voy viviendo, soy medio así.

No creo, eso por ahí es la fantasía del resto. Yo estoy disfrutando mucho estar soltera, aunque también estoy abierta a que en algún momento pueda aparecer algún amor. No es que estoy negada, para nada.

No, no. Y me da un poco de vértigo, pero la verdad es que estoy acostumbrada. Siempre fui enganchando un laburo atrás de otro. Me entero de que hay esta audición o tal casting, voy, me presento... Ahí está lo que yo creo que es trabajar el deseo: tampoco estoy esperando sentada en mi casa a que me llamen.

No sé. Cuando era chica tenía muchas ganas de estudiar psicopedagogía, por ejemplo. Ahora estoy muy enganchada con la astrología.

Soy fan, soy re fan. Además, es sagitariana como yo, tiene el ascendente y la luna en el mismo lugar que yo: ascendente en Tauro y luna en Virgo.

Tengo tres en total. El último es el del pie, que dice “gracias”. Soy muy agradecida de las cosas que me pasan, de la vida que tengo. Y la palabra “gracias” me parece mágica. Y tenerla en mi piel, con mi letra...

Sí. Tenerlo en mi piel, con mi letra, en el pie, que es la única zona de nuestro cuerpo que apoya en la tierra, y en el pie derecho, que es el presente... Me parecía como que todo cerraba lindo.

Es que no tengo una meta clara, no me la pongo. A grandes rasgos, te puedo decir que me encantaría que mi carrera como actriz siga creciendo, seguir siendo así de feliz y que se me sigan presentado estos desafíos para poder seguir descubriéndome a mí misma.

Sí. Creo que es perfecto cómo se me presentan las cosas: entiendo que tuve que pasar cada cosa que pasé para estar hoy acá, así de completa. •

Maquilló Agus Caparra para Frumboli Estudio con productos Lancôme. Peinó Marcia Troanes. Agradecemos a Ramiro González, Camila Pepa, Micaela Roza, Uniate, Picnicdecor y Arredo por su colaboración en esta nota.