La despedida de Roger Federer: el poder de la vulnerabilidad
El legendario tenista Roger Federer tuvo su partido despedida junto a Rafael Nadal con una ovación que lo conmovió hasta las lágrimas. Colegas y amigos llorando de la mano, dejaron en evidencia la necesidad de ternura y vulnerabilidad de los hombres.
24 de septiembre de 2022 • 15:11
Federer y Nadal llorando de la mano en la despedida del tenista - Créditos: La Nacion
El legendario Roger Federer, ganador de 20 títulos de Grand Slam, entre ellos ocho del abierto de Wimbledon, puso punto final en Londres a su brillante carrera como tenista profesional luego de la derrota en el dobles de la Laver Cup, para el equipo europeo ante el Resto del Mundo.
El tenista Suizo, en dupla con el español Rafael Nadal, cayó por 6-4, 6-7 y 9-11 ante los estadounidense Jack Sock y Frances Tifoe, en el O2 Arena. Pero el resultado del partido es anecdótico ya que el verdadera repercusión es la imagen que los retrata a los dos ídolos llorando, sin poder contener la emoción. Si siquiera querer hacerlo.
Llorar es de valiente
Ya los habíamos visto llorar. El tenis, no hace falta decirlo, es un deporte que pone al deportista de elite cara a cara con el estrés, con la sobre exigencia y con la emociones. Gritos, llanto y hasta alguna raqueta rota por la bronca son escenas repetidas en definiciones de alto nivel.
Lo magnifico de la imagen de Roger Federer y Rafa Nadal que dio vuelta al mundo es que este llanto es bien diferente. Roger Federer llora desde la vulnerabilidad, muestra su corazón en carne viva y le pide a su amigo que le de la mano porque, a pesar de ser un grande, lo necesita.
El ganador del Grand Slam en 20 ocasiones, lloró de manera desconsolada durante varios minutos y, luego de ver un video, tomó el micrófono para sus primeras declaraciones: "Fue un día increíble, estoy feliz, no triste y fue un placer estar aquí. Disfruté este momento, con familia, amigos y fans. Estoy feliz de haberlo hecho y el partido fue genial".
El tenista campeón olímpico en dobles en Beijing 2008, interrumpió su discurso en distintas ocasiones tomado por la emoción: "Vivir esto fue exactamente como quería, gracias. Fui feliz jugando al tenis, lo volvería a hacer todo igual. Gracias a todos. Mucha gente me apoyó. La pasé muy bien en estos 30 años. Todos están aquí, mis hijos, mi esposa".
Y finalizó: "Mis padres fueron increíbles, sin ellos no estaría aquí. Viví una noche fantástica y gracias a cada uno".
Aplausos. Ovación. Darse la mano con un amigo como pequeño gesto. Llorar como la capacidad de expresarse. Una imagen que ayuda a romper con la exigencia masculina, con esa masculinidad frágil que tan mal nos hace a todos. Gracias Roger por tu tenis, y gracias por este final.
Roger Federer en su despedida - Créditos: La Nacion
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