
Nacho Viale: "Todavía no se dio casarme y ¡ya estoy grande!"
A los 35, vive un presente exitoso como productor, a punto de lanzar Estocolmo, la primera serie Argentina que se estrena en Netflix.
25 de diciembre de 2016 • 11:02

Acá en la redacción hay una que se quiere casar... ¡¡con vos!! - Créditos: Gisela Filc
Nacho Viale ama los fierros y odia la Navidad. Tiene miedo a quedarse solo, sueña con un gran casamiento... y está muy potro
P: ¿Qué onda ser el creador de Estocolmo, la primera serie argentina estrenada en Netflix?
R: Es un momento de mucha alegría, pero también de mucha responsabilidad porque hay que estar a la altura de las circunstancias. Queríamos hacer una historia que trascendiera y Netflix era el caballito de batalla. No pensé que íbamos a estar ahí tan rápido, no porque no creyera en el producto, sino porque no es tan simple tener una posibilidad así.
P: ¿Dormiste el fin de semana del estreno?
R: Duermo muy poco siempre y esos días hubo mucho nervio. Me la pasé mirando el celular, chequeando el hashtag de la serie. Estaba muy contento y eufórico. Ya hay gente que me habla de la segunda temporada y yo todavía estoy disfrutando de la primera. Ahora mido clics en vez de rating. ¡Ojo! El rating me encanta, soy medio enfermito con ese tema.
P: Te reconocés como un ganador nato. ¿Hay algo en lo que sentís que perdiste?
R: Por ahora, no. Trato de sacar siempre un aprendizaje. Mi abuelo decía una frase que me encanta: “En esta industria es más fácil explicar el éxito que el fracaso porque todos trabajamos para hacer éxitos”.
P: ¿Nunca quisiste estar frente a cámara?
R: Nunca. Me lo propusieron y no. Me cuesta horrores, no sé cómo hacerlo.
P: ¿Ni un taller de teatro? No te creo...
R: Jamás. Soy vergonzoso. Me imagino esos ejercicios en los que tenés que mirar durante diez minutos al que tenés enfrente y me muero.
P: ¿Te joden las preguntas sobre tu familia?
R: No, pero algunas preguntas me parecen ridículas. “¿Y qué pensará Juana de tal cosa?”. ¡Y qué sé yo! Preguntale a Juana.
P: Igual, eso de “el nieto de” ya fue...
R: No, no te creas. Igual, aprendí a convivir con eso: ser nieto, ser hijo, ser hermano. Tampoco me molesta. Estoy orgulloso de mi familia.
P: En tu Instagram aparecés como Churbo Viale, ¿quién te puso ese apodo?
R: Soy muy fierrero, tenía un auto que era turbo y a mi hermano Rocco, cuando era chico, no le salía y le decía “churbo, churbo”, y quedó.
P: ¡Ah! También aparecés como “Perro”...
R: Pero eso es porque me encantan los perros, tengo un border collie que se llama Ayrton y, además, con un grupo de amigos hacemos viajes en moto y somos “los Perros del Desierto”. Si estás en el grupo, sos un “perro” más.
P: Fierros, motos... Te copa la adrenalina.
R: Sí. Sé que andando en moto corro un riesgo, pero puedo ir caminando por la calle, que se me caiga una maceta en la cabeza y chau. Tengo mucho respeto por la vida, pero no le tengo miedo a la muerte. Y después me ponés un sapo al lado y salgo corriendo, no me ves nunca más. Ahora, me encerrás con un león con hambre y me cago a piñas. Sí, amo la adrenalina.
P: Tu fama de terco e insistente, ¿es cierta?
R: Sí, quizá tenga que ver con que no me gusta perder. Me pongo un objetivo y quiero llegar.
P: Y cuando te gusta una mujer, ¿vas por ella aunque no sepas si hay agua en la pileta?
R: Sí, pero soy cero encarador. Tengo un par de amigos a los que admiro, no sé cómo inician una charla. Pero yo voy más despacio.
P: Sos más del “trabajo fino”...
R: Así es. Soy más paciente, y es raro porque en otros aspectos de mi vida soy muy ansioso.
P: ¿En qué creés?
R: Soy católico, pero no muy practicante. Cuando murió mi abuelo me enojé mucho y cuando falleció mi sobrino Ringo también. Sentía que pedía cosas que no me sucedían. Ahora, soy un tipo más terrenal y presente, y pienso que el pasado te mortifica un montón y no lo vas a cambiar, y el futuro también te mortifica y no sabés qué va a pasar. Trato de vivir un día a la vez.
P: ¿Te copan las fiestas?
R: Odio la Navidad. Me da una gran tristeza y melancolía. Tampoco me gusta el tema regalos. Yo mando un chat: “No me regalen, yo no regalo”. El año pasado me enojé porque recibí regalos muy buenos y yo no llevé nada. En cambio, Año Nuevo ¡me encanta! Hacemos una fiesta en casa, vienen muchos amigos, me levanto buena onda. Encima, el 2 de enero es mi cumpleaños...
P: Te armás un festejo gitano.
R: ¡Olvidate! Así va a ser cuando me case.
P: ¡Vos solo me tiraste el tema “casamiento”!
R: Me gustaría casarme y tener hijos. No se dio todavía ¡y ya estoy grande! La verdad, tengo un poco de miedo a quedarme solo, pero supongo que no va a pasar. Sé que tengo a mi familia, pero quiero escribir mi propia historia. •
¿Qué te sorprendió de las respuestas de Nacho? ¿Qué más te hubiese gustado saber de él? También: Elegidos para una pool party en casa y Cookies para sumar a la mesa navideña
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