¿Por qué no te podés perder División Palermo?

 

Un humor sincero, claro, ácido y tendiente a la ironía, pero al mismo tiempo, respetuoso, ese que te interpela, es el que guía esta obra que ridiculiza muchas circunstancias que atravesamos las personas con discapacidad en nuestra vida cotidiana. La falta de accesibilidad, el desconocimiento, las barreras actitudinales, el marketing inclusivo, por mencionarles algunas. 

Claro, las excelentes interpretaciones de Daniel Hendler, Pilar Gamboa, Charo López, Martín Garabal, entre otros del talentoso elenco, merecen un punto y aparte y acompañan a la perfección la actuación de Santiago.

Por otro lado, vemos plasmada una crítica de lo poco involucrados que estamos como sociedad en materia de inclusión y diversidad desde el ámbito político hasta el ciudadano común y corriente.  La serie, además, muestra y denuncia todas esas acciones, prejuicios, dichos que se reproducen “sin querer”, aún con buena voluntad, pero que perpetúan una mirada errónea e infantilizada de la discapacidad.

La mayoría de las veces, se nos habla desde el lamento y la compasión o de la idea equivocada de ser “héroes”, "valientes" y “guerreros/as” por tener una discapacidad. Nunca pude reconocerme en esas cuestiones, sobre todo, al momento de visibilizar un gran tabú como lo es el de la pareja.

Necesitábamos un producto como este y lo celebro. Necesitábamos esta honestidad, aunque puede doler por su invitación a la autocrítica y a asumir responsabilidades. Sugiero verla con detenimiento para poder reflexionar y aprender sobre los temas que atraviesa.  

¿La serie es perfecta? No, claramente se evidencia cierta falta de información y claridad sobre varios aspectos y la ausencia de algunas cuestiones que hubiésemos agradecido que estuvieran, como la representación de la comunidad sorda y la lengua de señas, además de un abordaje más profundo del autismo. Sin embargo, son muchas más las razones por las que vale la pena darle play a División Palermo. La más importante es su mensaje: que las diferencias siempre deben ser celebradas y que todos merecemos igualdad de oportunidades.