Tras la denuncia de Fabiola Yañez a Alberto Fernández: la violencia nos rodea
Tras la denuncia de Fabiola Yañez contra su expareja el expresidente Alberto Fernández la experta de género Georgina Sticco analiza la realidad violenta que nos rodea. Reclama políticas de estado activas.
8 de agosto de 2024 • 10:10
Fabiola Yañez denunció a Alberto Fernández por violencia de género. - Créditos: Archivo LN
La violencia que nos rodea en primera plana. La semana pasada estuvo en los medios el caso de Maria Becerra y la violencia digital que recibió en las redes, y hoy estamos con el caso de Fabiola Yañez, que acaba de realizar una denuncia por violencia de género contra su expareja Alberto Fernández, expresidente de la Nación.
Ante estos hechos, desde Grow-género y trabajo queremos resaltar algunos puntos importantes.
Fabiola Yañez denunció a Alberto Fernández por violencia de género. - Créditos: Archivo LN
Por un lado, en el último tiempo muchas personas han desafiado que exista la categoría de “violencia de género”. Se preguntan qué tiene de especial la violencia hacia las mujeres que requiere de una etiqueta diferente. Y la respuesta es muy sencilla: es una violencia que se basa en el solo hecho de ser mujeres.
No es algo que hagamos, es lo que somos. Y como indica este caso, trasciende ideologías, partidos, clases. Nos puede suceder a cualquier mujer por el solo hecho de serlo.
Los datos demuestran que es algo estructural: según de la Oficina de violencia doméstica (OVD), a partir de las situaciones que llegaron a la misma en 2023, el 73% de los casos se refieren a casos que atraviesan a las mujeres. Según ONU Mujeres 1 de cada 3 mujeres sufrió violencia de género, en algun momento de su vida, y una encuesta realizada por el ex Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y la Iniciativa Spotlight, que midió la prevalencia de la violencia contra las mujeres en Argentina, encontró que al 45% de las mujeres sufrió violencia doméstica.
Esta es la realidad de la violencia de género: está alrededor nuestro, todo el tiempo.
Pero esta violencia ha estado tan naturalizada que con el tiempo hemos justificado muchas de sus formas: ¿cuántas veces hemos escuchado que esos celos o controles de parte de una pareja son expresiones de amor? Pero desde 2009, cuando surge la Ley contra la Violencia hacia las mujeres, algo cambió. El reconocimiento de su existencia, nos permite nombrarla.
Volviendo al caso de Fabiola Yañez, es clave que los canales de denuncia de las violencias sean accesibles a todas las mujeres y que se confíe en los mismos. Nos preocupa el desmantelamiento del organismo encargado de prevenir y atender estas violencias, ya que muchas mujeres pueden no contar con las posibilidades para acceder a dichos canales. Por otro lado, confiamos en que el impulso de la Ley Micaela permita que a quiénes les toque revisar este caso, como otros, lo hagan desde un enfoque de género.
Además, este caso trae un tema fundamental sobre la violencia de género: que la misma se basa en relaciones de poder. En principio, la de género, pero además la agrava que quién ejerce la violencia fuera un funcionario/a público, responsable de garantizar nuestros derechos.
En las conversaciones de hoy, en muchas las notas, y los comentarios de algunos políticos se hizo hincapié en que el hecho de que él haya creado el Ministerio de Mujeres y Diversidades o haya apoyado políticas con enfoque de género y luego ejerciera violencia invalidaba esas políticas. Pero no hay que mezclar estas dos cosas.
Lamentablemente, muchas personas pueden sumarse como aliados del feminismo, y sin embargo no actuar en consecuencia. El decir y el hacer muchas veces se encuentra disociado, y esto no pone en tela de juicio la importancia del feminismo, sino la ética de la persona que se dice aliada.
En la misma línea, esto no pone en duda el funcionamiento de las instituciones que tuvieron como objetivo prevenir y acompañar a las personas víctimas de violencia de género, sino que pone en duda en como aún existen habilitados determinados comportamientos, que se siguen repitiendo, y nos llama a reflexionar sobre los valores de quienes denotan posiciones de poder ¿Cómo lo ejercen?
Esperemos que la repercusión mediática que están tomando estos casos nos permita reflexionar sobre la importancia de visibilizar, abordar y prevenir estas situaciones que viven cotidianamente miles de mujeres en nuestro país, y que se les brinde el apoyo institucional que necesitan quiénes la sufren.
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