Vacaciones 2024: descubrí si sos una turista inclusiva
Disfrutar de las vacaciones es un derecho para todas las personas. ¿Cómo es la experiencia de las personas con discapacidad y qué desafíos tenemos como turistas?
16 de enero de 2024
Descubrí si sos una turista inclusiva - Créditos: Getty Images
Las vacaciones suelen ser un momento de disfrute y descanso. Sin embargo, a la hora de pensar y planificarlas, son muchas las barreras que enfrentamos las personas con discapacidad que impiden nuestra participación plena en estos ámbitos. En este sentido, si bien en los últimos años pudimos notar avances al respecto (como playas más accesibles con apoyos e infraestructuras adaptadas), un turismo verdaderamente inclusivo todavía sigue siendo un desafío e ir de viaje implica una odisea para muchas personas con discapacidad desde la llegada a, por ejemplo, un aeropuerto hasta poder tener acceso a una playa o balneario.
De hecho, existen limitaciones que afectan a todo el proceso, como la falta de accesibilidad (física y también en sistemas de comunicación como Braille o lengua de señas, pictogramas para personas con autismo) en las publicidades y sistemas de gestión de reservas, en transportes, alojamientos y hoteles, balnearios y playas y hasta en los espacios de recreación o esparcimiento como teatros, cines, restaurantes.
Poder disfrutar de las vacaciones es un derecho. Así lo refleja la ley 25.643 de 2002 del Turismo Accesible la cual define que es aquel que garantiza “la plena integración —desde la óptica funcional y psicológica— de las personas con movilidad y/o comunicación reducidas, obteniendo durante las mismas la satisfacción individual y social del visitante y una mejor calidad de vida”.
¿Qué es el turismo inclusivo y cómo se logra?
El turismo accesible es aquel que está pensado para que personas con alguna discapacidad puedan disfrutar y sentirse incluidas en los viajes y actividades recreativas. Esto sucede cuando las barreras que limitan la participación de estas personas se ven eliminadas y los productos o servicios están adaptados para incluirlas en ellos.
En este sentido, cualquier lugar o entorno es accesible cuando elimina estas barreras y ofrece igualdad de condiciones y oportunidades para todas las personas. Por eso, a la hora de visitar lugares turísticos, todos como turistas podemos observar y pedir que en cada espacio se respeten estas 3 variables:
1
Arquitectónicas: ¿está este lugar preparado para recibir y alojar personas con discapacidad?
Esto implica que observemos la eliminación de obstáculos físicos y adaptación de entornos. ¿Tiene rampas de acceso, sillas anfibias y/o habitaciones adaptadas para personas con discapacidad? ¿Cuenta con una señalización clara y comprensible? ¿Incluye servicios que tengan en cuenta las necesidades de diferentes grupos de personas, como por ejemplo sanitarios adaptados?
2
De comunicación: ¿permite este lugar que las personas con discapacidad puedan relacionarse y disfrutar?
Este aspecto tiene que ver con la adaptación de los sistemas de comunicación para que todas las personas puedan relacionarse e interactuar (sistema Braille, lengua de señas, pictogramas). Si hay información turística o señalizaciones: ¿están escritas o visibles en distintos sistemas para que todas las personas puedan conocerlas y acceder a esa información?
3
Actitudinales: ¿cómo es el trato en este lugar hacia las personas con discapacidad?
No deja de ser importante el trato hacia la persona con discapacidad, que siempre debe estar basado en el respeto y en su condición como persona sujeta de derechos. Esto supone que el lugar facilite la autonomía con apoyos, que siempre se utilice un lenguaje adecuado hacia ellos, y que se eliminen prejuicios y etiquetas a la hora de interactuar.
Parece urgente comenzar a naturalizar la discapacidad para contemplar a una persona con discapacidad como consumidora y sujeto independiente y autónomo que puede, y merece, disfrutar como cualquier persona.
Por lo tanto, es tarea de toda la sociedad garantizar ese derecho a acceder en igualdad de condiciones a los diferentes ámbitos que rodean al verano. No solamente es una tarea, sino una responsabilidad que tiene que ver con hacer una sociedad más empática e inclusiva.
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