Día Internacional del Orgasmo Femenino: ¿por qué se celebra el 8 de agosto?
El Día Internacional del Orgasmo es un festejo que tiene como objetivo crear conciencia sobre la sexualidad femenina y el derecho al placer de las mujeres.
8 de agosto de 2024
Día del Orgasmo: por qué se conmemora. - Créditos: Getty
Cada 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenino. ¿Por qué? Se conmemora anualmente el 8 de agosto en Latinoamérica y en otros países del mundo con el objetivo de crear conciencia sobre la sexualidad femenina y el derecho al placer de las mujeres.
En países angloparlantes y lusohablantes como Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Portugal y Reino Unido, se celebra el Día Nacional del Orgasmo el 31 de julio.
El orgasmo no es la meta y te contamos por qué. - Créditos: Getty.
La escena es conocida: Sally Albright (Meg Ryan) y Harry Burns (Billy Crystal), sentados en una cafetería, discuten sobre relaciones amorosas, sexo y satisfacción garantizada. Él asegura jamás haber tenido quejas sobre su desempeño en la cama, ella retruca que la mayoría de las mujeres, por lo menos una vez en su vida, tuvieron que fingir el orgasmo… sin que los hombres noten la diferencia. Ante la mirada incrédula de su amigo, y el resto de los comensales, Sally decide ejemplificar su punto con el orgasmo mejor simulado en la historia del séptimo arte, gracias a Nora Ephron y When Harry Met Sally...
Ahora mismo, en las salas de cine, Nancy Stokes (Emma Thompson) –maestra retirada y viuda de 62 años– busca nuevas aventuras sexuales, entre ellas, poder tener un orgasmo, algo que nunca logró experimentar en sus años de casada. Good Luck to You, Leo Grande es otro gran ejemplo cinematográfico de la desmitificación de la sexualidad femenina y el derecho de las mujeres al placer, cosas que busca resaltar una celebración como el Día Internacional del Orgasmo Femenino.
¿Qué es el orgasmo?
El orgasmo o clímax sexual no es más que una respuesta involuntaria del sistema nervioso autónomo, una descarga repentina de tensión acumulada durante el acto, caracterizada por el placer, espasmos musculares en diferentes partes del cuerpo, una sensación de euforia generalizada y alguna que otra vocalización; siempre seguido por un período relajante (período refractario) conocido por los franceses como la petite mort (la pequeña muerte).
Cuando se trata de las mujeres y el conocimiento de sus propios cuerpos, estos temas suelen caer en la bolsa del tabú social, lo que muchas veces les impide experimentar el orgasmo en plenitud durante las relaciones sexuales.
Una problemática de la salud pública
Las fechas no están del todo claras, pero tiempo antes de establecerse el 8 de agosto como el Día Internacional del Orgasmo Femenino, a José Arimateia Dantas Lacerda –ex concejal de la ciudad de Esperantina, en el estado de Piauí de Brasil– ya le preocupaban los resultados de un estudio realizado por la Universidad Federal de Piauí, que aseguraba que el 28% de las mujeres de esa región eran incapaces de llegar al orgasmo. Para él, este era un problema grave de salud pública y, para crear conciencia y obligar al gobierno a discutir cuestiones de sexualidad (desde la eyaculación precoz hasta la frigidez, pasando por el sexo y el placer en la adolescencia y la vejez) impulsó este proyecto de ley.
“El orgasmo es un factor de alivio del estrés, responsable de la armonía familiar”, declaraba el político, y daba cuenta que muchas separaciones se debían a que las mujeres –por miedo al qué dirán– no confesaban su imposibilidad del alcanzar el clímax. El placer es un derecho y fechas como esta ayudan a borrar estigmas y a celebrar el potencial de nuestros cuerpos.
Sabías que…
Lo que empezó en Brasil, pronto se extendió a lo largo y ancho del mundo, gracias a las redes sociales y las referentes feministas. En Noruega, el 8 de agosto es un día festivo y las mujeres pueden tomarse el tiempo para pasarlo con sus parejas y disfrutar de una buena salud sexual. En Dinamarca, por ejemplo, el orgasmo es obligatorio, y el hombre que no logra satisfacer a su mujer puede ser multado con un año de abstinencia bajo la estricta vigilancia de una mujer policía.
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