Premios Gardel 2024: Lali Espósito y su discurso sobre el lesbicidio en Barracas

Al ganar como Artista del Año, uno de los premios más importantes en la entrega de los Premios Gardel, Lali subió al escenario y sorprendió al cambiar el tono festivo que traía la velada. Su discurso fue contundente y emotivo, teniendo como eje al lesbicidio ocurrido en un Hotel de Barracas el pasado 6 de mayo.

“El premio es una tontería al final de cuentas a comparación de esto que quisiera mencionar. Quiero dedicar un momento a Pamela, a Mercedes, a Andrea y a Sofía, víctimas del lesbicidio en Barracas”, dijo la intérprete de Disciplina, recibiendo la ovación de los presentes en el Movistar Arena.

Recordemos que, Fernando Barrientos, de 68 años, perpetuó un brutal crimen de odio atacando con un dispositivo incendiario la habitación donde dormían dos parejas de mujeres, que eran sus vecinas de un conventillo donde todos vivían.

"Es cierto que quizá la palabra lesbicidio no está en el no sé qué del no sé cuánto de la Real Academia Española, pero está en la calle, está en la vida real de mucha gente y no debería parecernos normal", continuó Lali.

Mirá el emotivo momento, a continuación.

Lali, siempre comprometida con la realidad argentina, recibió así un aplauso generalizado por las que sin dudas fueron las palabras más comprometidas y sentidas que resonaron en la ceremonia emitida para toda Latinoamérica por la plataforma Star+.

A partir de las palabras de Lali, que retoman el lesbicidio en Barracas, es relevante dejar en claro algunos conceptos claves. 

El licenciado en Psicología (UBA), coordinador de grupos LGBTQ+ y escritor, Alejandro Viedma, define lo que es el odio: "Se trata de la antipatía y la aversión manifestada en rechazo o repugnancia hacia una persona a quien se le desea el mal. El puntapié inicial de este afecto o sentimiento muchas veces lo constituyen pensamientos y luego frases agresivas. Así empieza a sembrarse algo dañino que en cuya base habitan emociones profundas, intensas en cuanto a expresiones de ira, animosidad y hostilidad frente a alguien. Esos sentires duraderos son los que conducen a distintas formas de violencia".

El experto aclara que, en el caso de los crímenes de Barracas, se habla de lesbicidio porque el atentado fue contra cuatro mujeres lesbianas, de las cuales lamentablemente fallecieron tres. "Se trata de un crimen de odio porque el agravante en la violencia extrema de este caso fue llevada adelante por la orientación (homo)sexual de las víctimas. Es por ello que también se hace referencia al lesboodio, con un máximo de crueldad pocas veces visto. Es decir, sí fue un atentado hacia un colectivo en particular, el LGBT y hubo conciencia de eso".

 

Recuerda que en la previa al ataque referido, el asesino le venía dedicando insultos y amenazas a las dos parejas de mujeres. "Las arremetidas simbólicas tampoco son inocentes; muchas veces son la precuela de los crímenes de odio. Por tal motivo es que considero que las palabras son poderosas, pues son efectivas, eficaces en el daño que pueden ocasionar".

Otros conceptos que aparecen en torno a este crimen lesboodiante son acoso y hostigamiento. "Los contenidos lesbofóbicos no deben ser considerados como libertad de expresión, son los que transmiten los seres antiderechos en contra de mujeres lesbianas, solas (sin familias/redes de contención que las apoyen) y pobres, o sea, personas en los márgenes del sistema".

Entonces, "todo se inició con violencia simbólica y terminó en una violencia real, física, extremista y bien concreta: contra el cuerpo y la vida de estas víctimas. Y los elementos utilizados no fueron azarosos, se trataron de símbolos ultramachistas: la bomba, el fuego, el encierro, el exterminio del otro que es considerado un objeto, objeto de desecho. Todo con predeterminación y saña".