¿Qué diosas hay en vos?
Nos basamos en el libro de Shinoda Bolen para repensar esos aspectos divinos que habitan en nosotras y hacerlos convivir en armonía.
12 de octubre de 2015 • 00:20
Créditos: Ilustración Celina HIlbert
No existe una única manera de ser mujer. Existen siete. Aunque, combinadas entre sí, pueden llegar al infinito. A esta conclusión llegó la analista junguiana Jean Shinoda Bolen después de años de escuchar a mujeres en su diván. Entonces, tomó a las diosas griegas del Olimpo como modelos y escribió el libro Las diosas de cada mujer, que ya es un clásico, y siempre da revisitarlo porque brinda herramientas muy útiles.
Según esta psiquiatra, todas tenemos al menos dos o tres diosas en nuestro interior. Algunas son complementarias y otras, antagónicas (¡eso explica lo complejas y multifacéticas que somos!). Además, son diosas dinámicas: cambian según la etapa de la vida que estamos transitando.
Ellas vendrían a ser como las distintas vocecitas que te hablan en la cabeza. Escuchar a cada una, evaluar sus motivaciones y decidir a cuál hacerle caso es un proceso interior constante
A veces, este camino es simple. Otras, es más complejo y puede llevarte años, como cuando tenés que decidir qué hacer por el resto de tu vida. Pero es importante que siempre escuches a cada diosa, porque cada una expresa un aspecto tuyo diferente. También a veces tenés que potenciar en tu interior un determinado arquetipo de la diosa que podría favorecerte y suavizar otros que te están llevando a lugares en los que no te sentís cómoda. Para hacerlo, primero tenés que imaginarla: cerrá los ojos y percibí su presencia. Después, pedile su fuerza a través de una oración (mantra).
En definitiva, invocar a una diosa o a otra puede ayudarnos a tomar decisiones y a ser mejores protagonistas de nuestra vida. Por eso, te pasamos una descripción de cada una. para que puedas identificarlas y hacerlas actuar.
¿Afrodita, la bella o Artemisa, la cazadora? - Créditos: Corbis
Artemisa: La cazadora
Caminaba por los bosques salvajes acompañada por un grupo de ninfas y era una arquera de disparo certero. Es la personificación del espíritu independiente. Te ayuda a buscar tus propias metas en el terreno que elijas y te brinda una capacidad enorme para concentrarte.
Cuándo activarla: si estás dispersa y te cuesta concentrarte, es un buen momento para invocarla. Si estás por comenzar algún proyecto, la perseverancia de Artemisa puede ayudarte a que no te desanimes.
Mantra: "Manteneme centrada en ese objetivo lejano".
Atenea: La guerrera
Era la diosa de la guerra y la artesanía. Surgió de la cabeza de Zeus vistiendo una coraza de oro y dando un poderoso grito de guerra. Representa a las mujeres lógicas y racionales que son gobernadas por sus cabezas más que por sus corazones. Estrategia, sentido práctico y resultados concretos son sus fortalezas.
Cuándo activarla: si tenés problemas económicos, Atenea es tu gran aliada. Lo mismo si necesitás un ascenso o conseguir trabajo.
Mantra: "Ayudame a pensar con claridad esta situación".
Hestia: la hogareña
En la Antigüedad, cada casa, cada templo y cada ciudad tenían un hogar circular donde se veneraba a Hestia. Como diosa del hogar, representa a la mujer sabia. La intuición, el sentido de la trascendencia y la conexión con lo superior son sus dones.
Cuándo activarla: como Hestia disfruta de la soledad, es un buen arquetipo para desarrollar si tenés que volver a vivir sola. Pero sobre todo, es tu aliada a la hora de las tareas domésticas.
Mantra: "Honrame con tu presencia, dame paz y serenidad".
Hera: la amante
Era la diosa del matrimonio. Estaba casada con Zeus, dios supremo del Olimpo. Su esposo le era infiel y esto provocaba sus celos vengativos. Representa a la mujer que anhela casarse y que se percibe a sí misma como incompleta hasta que no lo logra. El día de su boda, se siente literalmente una diosa. A partir de ese momento, su marido es el centro de su vida.
Cuándo activarla: Hera te brinda la capacidad de ser leal y fiel con tu pareja y de atravesar las dificultades. Por el contrario, cuando te falta Hera, podés tener una serie de relaciones cortas y abandonarlas cuando surgen los conflictos o el enamoramiento se acaba.
Mantra: "Ayudame a comprometerme y ser fiel".
Démeter: la madre
Era la diosa de las cosechas. De su unión con Zeus nació su hija Perséfone. Representa el instinto maternal que se concreta a través de tener un hijo o de nutrir física, psicológica o espiritualmente a los demás. La mujer que tiene a Démeter y es madre se siente llena.
Cuándo activarla: si te pasás el día corriendo detrás de las demandas de tus hijos, tu marido y tu jefe, es hora de parar y utilizar a Démeter en tu propio beneficio. Tenés que aprender a centrar la preocupación en vos misma y nutrirte a vos. Entonces, la próxima vez que te pidan algo, preguntate: ¿tengo el tiempo y la energía suficientes?
Mantra: "Enseñame a ser paciente y generosa conmigo".
Créditos: Corbis
Perséfone: la frágil
Perséfone era una joven despreocupada que juntaba flores hasta que la tierra se abrió, apareció Hades en su carro y se la llevó al mundo subterráneo. Representa a la adolescente que aún no sabe quién es ni es consciente de su fuerza ni de sus deseos. Suele ser una "buena chica". Su deseo de agradar la vuelve muy receptiva a las necesidades de los demás.
Cuándo activarla: por su receptividad, Perséfone es un buen arquetipo para invocar si necesitás relacionarte con los demás. Si te sentís sola, te faltan amigas o ingresás por primera vez a un grupo de estudio o de trabajo, la actitud de Perséfone puede ayudarte a que te integres.
Mantra: "Ayudame a permanecer abierta y receptiva".
Afrodita: la bella
Los poetas hablaban de su cuerpo, su cabello dorado y sus ojos resplandecientes. Rige el disfrute del amor y la sensualidad, pero además es una fuerza creativa.
Cuándo activarla: es tu diosa ideal si estás en la búsqueda de un amor o querés desarrollar un proyecto creativo. Pero como arquetipo dominante, puede impulsarte a situaciones destructivas. Por eso, identificala en tu interior y aprendé a elegir sensatamente cuándo y con quién.
Mantra: "Ayudame a amar y a disfrutar de mi cuerpo".
Para leer: Las diosas de cada mujer, Jean Shinoda Bolen (Kairós, $209).
¿Con cuál te sentís más representada?¿Cuáles están dentro de vos? ¿Cuáles predominan en cada momento? ¿A cuál necesitás potenciar en el aquí y ahora? Inspirate en otra propuesta para mirar tu interior: Desplegá tus alas
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