¿Qué nos dejó London Fashion Week?

En el predio principal de LFW se reúnen más de 100 diseñadores para presentar colecciones, incluyendo marcas de indumentaria, calzado, accesorios y joyería. Entre las marcas más visitadas están como siempre las que también han presentado sus desfiles, y asombrosamente eso incluye a algunos emergentes: Fyodor Golan, Sadie Williams, Danielle Romeril, Ashley Williams, Ryan Lo, Faustine Steinmetz, Molly Goddard, así como también otras más reconocidas sobre todo en joyería y carteras tales como Aehva London, Mawi, Florian London, Completedworks y Buja.

Así como hay una agenda repleta de pasarelas, hay otra de presentaciones que incluyen instalaciones y hasta caracterizaciones para representar ciertas situaciones semejantes al concepto de las colecciones. Con ello se trata de involucrar a los visitantes y a la prensa al universo creativo de los diseñadores, quienes están dispuestos todo el tiempo a responder a entrevistas, así como compartir un tiempo ameno con sus seguidores. De las más destacadas estuvieron Steventai, que generó un ambiente de nostalgia remontándonos a la época en donde nuestras abuelas confeccionaban la ropa familiar; por otro lado la marca On/Off convirtió un espacio rústico en una pista de baile muy al estilo de los 80' donde los modelos desfilaban las prendas deportivas con elementos ultra naif. De las más controversiales fue REIN que presentó una colección rocker urbana, con modelos que simulaban estar abstraídas por el uso de sus móviles, dando a entender el momento que vivimos donde pasamos más pendientes de socializar virtualmente.

El ingenio y la creatividad no se vio sólo a través de las colecciones. La puesta en escena de varias pasarelas cautivaron a la prensa e invitados, quienes maravillados por disfrutar de los desfiles, no dejaron de aplaudir el micromundo creativo del que fueron parte durante algunos minutos. Las marcas que más se destacaron fueron Anya Hindmarch con una pasarela elaborada con paneles LED acrílicos y cubos con luces fluorescentes; otra de las más mencionadas fue la de Mulberry, inspirada en Shakespeare con un toque de "rock punk" la cual estaba decorada con pedazos de espejos encontrados generando un choque continuo entre luces y reflejos.

Desde el estilo más extravagante, hasta el más clásico. La calle fue la pasarela para todos aquellos invitados al evento, pero también para algunos que decidieron ir a captar un poco de atención de los medios. Entre flashes se podían ver algunas de las tendencias presentadas por algunas marcas, pero también algo de ingenio estrafalario para combinar algunas prendas.